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Área - Ciencias de la Salud Comunicación Reportajes

Descritos varios genes vinculados a la incomodidad por lentes de contacto

Descritos varios genes vinculados a la incomodidad por lentes de contacto

El IOBA investiga los factores relacionados con las molestias a la hora de usar lentillas, principal causa de abandono de este producto sanitario

Por su facilidad de uso y estética, las lentillas son muy usadas para corregir algunas alteraciones visuales como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo. Sin embargo, en torno al 40% de los usuarios manifiesta molestias de incomodidad cuando las porta. Una investigación de la Universidad de Valladolid (UVa) trata de encontrar una solución a este problema ocular. Para ello, está buscando biomarcadores clínicos que permitan detectar los factores relacionados con la aparición de esta incomodidad en la superficie del ojo. Recientemente, han conseguido describir genes relacionados con el dolor en esa zona.

Las molestias de incomodidad a la hora de usar lentes de contacto son la principal razón para abandonar el uso de estos productos sanitarios, según muestran estudios previos. “Es una condición difícil de medir por diversos motivos: puede presentarse en diferentes grados de severidad, no es permanente, desaparece al retirar las lentes de contacto y muchos usuarios entienden que es normal”, explica Laura Valencia, del Instituto Universitario de Oftalmobiología Aplicada (IOBA) de la UVa y coautora del estudio.

Por ello, en su tesis doctoral, la investigadora busca los biomarcadores que permitan detectar esta incomodidad. Un biomarcador es una herramienta de la Medicina de precisión que aporta información objetiva sobre un proceso biológico como es una molestia en el ojo.  En este caso, los biomarcadores empleados en el trabajo científico basculan entre pruebas clínicas en las consultas habituales de optometría y la obtención de moléculas presentes en la superficie ocular. A través de un estudio exploratorio, dirigido por María Jesús González y Amalia Enríquez de Salamanca, se han conseguido describir varios genes del tejido conjuntival que cambian su expresión cuando se produce la incomodidad por el uso de las lentillas. Los resultados han sido publicados recientemente en The Ocular Surface Journal.

La investigadora Laura Valencia toma una muestra de un usuario con lentillas. Fotografía: Andrea Novo

Análisis genético

Existen determinados genes que entran en funcionamiento o no bajo ciertas condiciones. Una de ellas es el dolor. Cuando se produce un daño en un tejido, como puede ser una lesión o una irritación, algunos genes se expresan y otros dejan de expresarse. En este estudio, financiado por la empresa CooperVision, el equipo de investigación obtuvo muestras de la superficie ocular de usuarios sintomáticos y asintomáticos de las molestias de incomodidad y de otro grupo que no emplea lentes de contacto. A partir de esta recogida, realizó un análisis de expresión génica mediante la técnica de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) con retrotranscripción, denominado RT-PCR. “Las diferencias de expresión en varios genes relacionados con el dolor que se han encontrado entre usuarios sintomáticos y asintomáticos constituyen un hallazgo muy importante, ya que pueden suponer un biomarcador objetivo capaz de identificar la incomodidad con lentes de contacto”, aprecia Valencia.

Ahora, el equipo, que pertenece al Grupo de Superficie Ocular del IOBA, pretende correlacionar los resultados obtenidos con otros procedentes de estudios moleculares y de resultados clínicos para crear un sistema de detección de las molestias “más robusto”, avanza la investigadora. El objetivo final consistiría en la búsqueda de soluciones (por ejemplo, materiales de las lentes de contacto o colirios oftálmicos) que disminuyan o regulen los cambios que ocurren en aquellos sujetos que tienen incomodidad con las lentes de contacto, para manejar mejor esta condición y prevenir su aparición.

Una usuaria se coloca una lente de contato. Nataliya Vaitkevich

Una usuaria se coloca una lente de contato. Fotografía: Nataliya Vaitkevich (CC BY 4.O)

Las lentillas mensuales, las más usadas

Las lentes de contacto más utilizadas en España son las blandas de reemplazo mensual. Sin embargo, se ha observado que las lentes blandas de reemplazo diario (es decir, de usar y tirar) producen menos molestias. Por ello, los especialistas consideran que las lentillas de uso diario constituyen una mejor estrategia para mitigar estas molestias por incomodidad. También se emplean de ordinario lágrimas artificiales o lentes de contacto con materiales que deshidraten menos

 

Bibliografía

Calderón-García, A. Á., Valencia-Nieto, L., Valencia-Sandonis, C., López-de la Rosa, A., Blanco-Vázquez, M., Fernández, I., García-Vázquez, C., Arroyo-Del Arroyo, C., González-García, M.J., Enríquez-de Salamanca, A. (2024). Gene expression changes in conjunctival cells associated with contact lens wear and discomfort. The Ocular Surface, 31-42. doi: https://doi.org/10.1016/j.tros.2023.12.004 url: https://uvadoc.uva.es/handle/10324/64577

López-de la Rosa, A., Fernández, I., García-Vázquez, C., Arroyo-Del Arroyo, C., González-García, M.J., Enríquez-de-Salamanca, A. (2021). Conjunctival Neuropathic and Inflammatory Pain-Related Gene Expression with Contact Lens Wear and Discomfort. Ocul Immunol Inflamm, 587-606. doi: https://doi.org/10.1080/09273948.2019.1690005 url: https://uvadoc.uva.es/handle/10324/64577

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La longevidad y el tamaño del cerebro explicarían nuestra ‘aorta de gorila’

La longevidad y el tamaño del cerebro explicarían nuestra ‘aorta de gorila’

El tamaño de la aorta de los humanos es similar a la de los gorilas pese a la diferencia de pesos, según un estudio internacional de las universidades Complutense de Madrid, Valladolid y MNCN

En el estudio del ciclo vital, se observa que en la infancia bombeamos más sangre por unidad de masa probablemente por el desarrollo del cerebro

Un estudio liderado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Universidad de Valladolid (UVa) en el que también participa el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) confirma que el tamaño de la aorta por unidad de masa es mayor en humanos que en chimpancés y similar a la de los gorilas, aunque estos nos doblen en peso. La investigación apunta a que el desarrollo del cerebro está detrás nuestra “aorta de gorila”.
La aorta es el vaso por el que pasa la sangre que el corazón bombea en el latido, y su diámetro está relacionado con el gasto cardiaco, la sangre bombeada por minuto para toda la actividad metabólica del organismo que regula desde la digestión a la actividad física o la temperatura del cuerpo.
“Al tener una aorta más grande por unidad de masa, los humanos tendríamos un mayor gasto cardiaco y por tanto un presupuesto energético más elevado por unidad de masa que nuestros parientes más cercanos, los grandes simios”, indica Luis Ríos Frutos, investigador del departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución de la UCM.
La comparación se llevó a cabo, por un lado, con datos de ecocardiografías de personas del Hospital Universitario de Gante y de la Universidad de Oxford y, por otro, con datos de gorilas y chimpancés de zoológicos estadounidenses englobados dentro del Great Ape Heart Project, así como con corazones y esqueletos de grandes simios del Museo Anatómico de la Universidad de Valladolid.
El tamaño de la aorta es una de las conclusiones de un estudio internacional publicado en Scientific Reports, pero no la única.

Cráneo de gorila y corazón

Cráneo y corazón de un gorila | Fotografía: Francisco Pastor

El cerebro, responsable en la infancia y en la evolución
Una segunda parte de la investigación consistió en una revisión bibliográfica para estudiar el gasto de energía y cardíaco en un ciclo vital. Así, los científicos observaron que en la niñez tenemos mayor gasto cardiaco y quemamos más energía por unidad de masa que cuando somos adultos.
“Una de las razones es el crecimiento de nuestro gran cerebro, que es un proceso energéticamente muy costoso y que tiene lugar hasta los 4-6 años, a partir de esa edad, el gasto cardíaco por unidad de masa disminuye”, razona Ríos Frutos.
Por último, los investigadores abordaron el gasto cardiaco desde una perspectiva evolutiva. Debido al tórax plano de los humanos, el gran tamaño de la aorta la obliga a pegarse a la columna, dejando marcas en las vértebras.
“Los neandertales, parientes cercanos, con un cerebro grande y un ciclo vital parecido al nuestro, también tienen la impronta aórtica, mientras que un homínido más antiguo, con un ciclo vital más corto, y con un cerebro más pequeño, como Homo ergaster, parece que no, según nuestra hipótesis”, apunta el investigador del MNCN Antonio Rosas.
Así, se deduce que, al aumentar el tamaño del cerebro y la longevidad, se requirió mayor gasto cardiaco, por lo que evolutivamente el tamaño de la aorta también creció. “Los cambios en el sistema cardiovascular debieron ser fundamentales durante la evolución humana”, concluye Francisco Pastor, investigador de la UVa y líder del proyecto junto a Ríos Frutos.

Esqueleto de un gorila y corazón superpuesto

Esquelo de gorila y corazón superpuesto | Fotografía: Francisco Pastor

Bibliografía

L. Ríos, M.M. Sleeper, M.D. Danforth, H. Weston Murphy, I. Kutinsky, A. Rosas, M. Bastir, J. Gómez Cambronero, R. Sanjurjo, L. Campens, Oliver Rider y F. Pastor. (2023) “The aorta in humans and African great apes, and cardiac outputand metabolic levels in human evolution”. Scientific Reports 13, 6841 (2023). DOI:  10.1038/s41598-023-33675-1

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La ecografía muscular se alza como una herramienta clave para el diagnóstico de la desnutrición

La ecografía muscular se alza como una herramienta clave para el diagnóstico de la desnutrición

Investigadores de la Universidad de Valladolid (UVa) analizan la viabilidad de la ecografía como técnica diagnóstica de la desnutrición en enfermos oncológicos

La desnutrición es un estado físico del cuerpo humano causado por la escasez de nutrientes. Este estado viene provocado por una ingesta reducida, una pérdida de nutrientes o una mayor demanda de los mismos no satisfecha. Esta situación aparece frecuentemente en personas con enfermedades crónicas, siendo este un colectivo en el que la desnutrición relacionada con la enfermedad presenta una prevalencia del 60%. Además, esta desnutrición es más llamativa en pacientes con edad avanzada. Según un estudio puesto en marcha por la Universidad de Valladolid, que analiza pacientes con patología oncológica, la desnutrición en este tipo de pacientes puede dar lugar a complicaciones que van mucho más allá de la simple pérdida de peso, como la reducción de la tolerancia al tratamiento (quirúrgico, quimioterapéutico o radioterápico), el aumento de la estancia hospitalaria, el aumento de los costes y el aumento de la morbilidad y mortalidad asociadas a la enfermedad. Así, se presenta como fundamental el diagnóstico y tratamiento precoz del mal estado nutricional, ya que influye positivamente en la evolución de la enfermedad.

En este contexto, investigadores del Centro de Investigación en Endocrinología y Nutrición de la UVa proponen la ecografía muscular como herramienta complementaria para el diagnóstico de la patología. “Clásicamente se ha utilizado el peso, la talla y el índice que las relaciona (Índice de Masa Corporal) para la evaluación del estado nutricional y su monitorización. Este índice induce muchos errores sobre todo en situaciones en las que no existe variación del peso y sí que existe cambio en la composición corporal (por ejemplo, en patología renal, hepática o cardíaca en la que existe un aumento del contenido en agua corporal y una disminución del componente muscular y graso). Por tanto, esta técnica nos sirve de complemento a determinaciones antropométricas, que miden las dimensiones del cuerpo, realizadas en la consulta, pudiendo observar directamente el músculo que nosotros elijamos, valorando su tamaño y su aspecto que se relaciona con su funcionalidad”, explica el doctor Juan José Lopez.

Ecografía muscular

La ecografía o ultrasonografía muscular

 

El propósito del estudio puesto en marcha por López y su equipo ha sido comparar eficacia de la ecografía muscular con técnicas habituales en la práctica clínica actual como la dinamometría de mano (consistente en la medición de la fuerza muscular mediante la fuerza de prensión manual) o la impedanciometría bioeléctrica (técnica utilizada para medir la composición corporal basada en la capacidad que tiene el organismo para conducir una corriente eléctrica). El estudio muestra la ecografía en pacientes con cáncer como una herramienta de diagnóstico segura y rentable que puede compararse con otras técnicas utilizadas en la práctica clínica. “Esta técnica nos permite evaluar la calidad y la cantidad de distintos músculos corporales, lo cual se encuentra relacionado con la masa muscular a nivel general. Además, la ecografía nutricional es una técnica sencilla, que se puede realizar en la misma consulta o a pie de cama en el paciente hospitalizado. Esto la diferencia de otras técnicas más complejas de determinación de la masa muscular que requieren equipos más claros, desplazamiento del paciente y en algunos casos emisión de radiación ionizante”, concluye el investigador de la UVa.

Aunque este estudio permite conocer la utilidad de la ecografía nutricional en el paciente oncológico de cara a su implantación en la práctica clínica habitual en la detección del deterioro muscular y poder realizar un tratamiento médico nutricional adecuado, “en Medicina no se puede generalizar, lo que se cumple en un grupo de pacientes, probablemente no sea exactamente igual en otro. Por tanto, es necesario evaluar estas nuevas técnicas con técnicas ya implantadas como la impedanciometría bioeléctrica en distintos grupos poblacionales”, adelanta Juan José López.

Bibliografía

López-Gómez, J.J.; Benito-Sendín Plaar, K.; Izaola-Jauregui, O.; Primo-Martín, D.; Gómez-Hoyos, E.; Torres-Torres, B.; De Luis-Román, D.A. ‘Muscular Ultrasonography in Morphofunctional Assessment of Patients with Oncological Pathology at Risk of Malnutrition’. Nutrients 2022, 14, 1573. https://doi.org/10.3390/nu14081573

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Proteínas de origen vegetal y fúngico capaces de combatir el moho verde de los cítricos

Proteínas de origen vegetal y fúngico capaces de combatir el moho verde de los cítricos

Investigadores de la Universidad de Valladolid y de la Università degli Studi della Campania “Luigi Vanvitelli” (Italia) analizan dos toxinas proteicas capaces de destruir las células del hongo y provocar la desaparición de la infección

El Penicilium digitatum, comúnmente conocido como moho verde, es uno de los patógenos más dañinos para los cítricos a nivel mundial. Este hongo representa uno de los riesgos más importantes para estas cosechas, llegando a suponer hasta el 90% de las pérdidas totales poscosecha y generando enormes pérdidas económicas cada año. En este contexto, investigadores del Grupo de Investigación Reconocido ‘Proteínas Vegetales y Fúngicas de Interés Biotecnológico’ (ProtIBio) de la Universidad de Valladolid han estudiado el comportamiento de este hongo ante la actuación de dos proteínas antifúngicas concretas. “Para combatir la enfermedad del moho verde causada por el hongo, habitualmente se utilizan fungicidas sintéticos. Sin embargo, estos productos químicos plantean problemas medioambientales y pueden conducir a la aparición de poblaciones resistentes a los mismos, por lo que son necesarias nuevas alternativas seguras y eficaces, y para ello necesitamos conocer los mecanismos subyacentes a las respuestas de los hongos a los antifúngicos biológicos y químicos”, explica Lucía Citores, investigadora de la UVa.

Las dos proteínas estudiadas por sus efectos antifúngicos, capaces de impedir el crecimiento del hongo, tienen origen natural y son la ribotoxina α-sarcina y la proteína inactivadora de ribosomas, beetin 27, esta última procedente de las hojas de la remolacha. Ambas proteínas son enzimas (moléculas orgánicas que actúan como catalizadores, es decir, que aceleran las reacciones químicas) capaces de llegar al ribosoma celular e inhibir la síntesis de proteínas. Esta interrupción de la síntesis de proteínas de la célula acaba provocando la muerte celular y, por tanto, la desaparición del hongo. El estudio de los procesos desarrollados por estas toxinas proteicas es fundamental, ya que, a largo plazo, podría permitir, entre otras cosas, “la creación de plantas transgénicas que incluyan estas proteínas y que, por tanto, sean resistentes al hongo”, aclara la investigadora.

Así, los investigadores buscaban conocer cómo responde el hongo ante el tratamiento con proteínas inactivadoras de ribosomas y ribotoxinas (tratamiento biológico) y con elementos químicos. Los resultados del tratamiento con estas dos proteínas se han comparado con los resultados obtenidos con el uso de un antifúngico sintético de uso común y se ha encontrado que los tres tratamientos producen en general respuestas similares en las proteínas del hongo, provocando la desaparición del patógeno. Esto significa que las dos proteínas objeto de estudio presentan una aplicación potencial como fungicidas.

Tecnología novedosa

La disponibilidad de infomación sobre la secuencia del genoma del Penicilium digitatum y los avances tecnológicos en el campo de la proteómica (estudio de la estructura, la función de las proteínas, y de la manera en que interactúan en el interior de las células) han permitido conocer con mayor precisión los procesos inducidos por las toxinas proteicas para combatir la enfermedad del moho verde. Los investigadores del grupo ProtIBio, en colaboración con investigadores de la Università degli Studi della Campania “Luigi Vanvitelli” (Italia), han utilizado una tecnología muy compleja y novedosa para analizar el efecto de las proteínas α-sarcina y  beetin 27 cuando entran en contacto con el hongo que provoca la enfermedad en los cítricos. “Estos sistemas son capaces de, con muchísima sensibilidad, identificar y cuantificar miles de proteínas expresadas por el hongo en respuesta a diferentes tratamientos comparándolas con el estado normal. El análisis de las proteínas en diferentes muestras mediante espectrometría de masas en tándem es posible gracias a la utilización de los reactivos Tandem Mass Tag (TMT) que son etiquetas químicas de distinta masa molecular”, explican los investigadores.

Este estudio, publicado recientemente en la revista científica International Journal of Molecular Sciences, representa el primer intento de comparar la respuesta diferencial a agentes antifúngicos biológicos y sintéticos usando la tecnología Tandem Mass Tag (TMT)-Based High-Resolution LC-MS/MS. Esta tecnología resulta útil en este tipo de ensayos ya que permite analizar de forma simultánea hasta muestras y comparar con muy bajo margen de error la cantidad de proteínas entre las diferentes muestras en un periodo muy corto de tiempo.

Bibliografía

Citores L, Valletta M, Singh VP, Pedone PV, Iglesias R, Ferreras JM, Chambery A, Russo R. Deciphering Molecular Determinants Underlying Penicillium digitatum’s Response to Biological and Chemical Antifungal Agents by Tandem Mass Tag (TMT)-Based High-Resolution LC-MS/MS. Int J Mol Sci. 2022 Jan 8;23(2):680. doi: 10.3390/ijms23020680 

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La Universidad de Valladolid caracteriza por primera vez las propiedades de la leche de burra zamorano-leonesa

La Universidad de Valladolid caracteriza por primera vez las propiedades de la leche de burra zamorano-leonesa

Un estudio de la UVa revela que se trata de un alimento con un importante valor nutricional y sostenible

El burro zamorano–leonés configura una raza local de Castilla y León (España) en peligro de extinción. Su cuidado es especialmente particular y costoso para sus ganaderos al requerir una alimentación y trato muy específico. Pese a las circunstancias, esta raza aporta una materia prima cuyo aprovechamiento puede ser especialmente interesante para el ser humano y, además, permitiría ayudar a preservar esta variedad ganadera: su leche. En este contexto, investigadores de la Universidad de Valladolid han analizando las propiedades fisicoquímicas y nutricionales de esta leche para valorar, en una primera fase, sus beneficios para la salud y, posteriormente, su posible comercialización. De esta forma, se han convertido en pioneros en caracterizar de manera científica la leche de esta raza asnal.

Actualmente, solo quedan 1.448 burros de esta raza en España, por lo que buscar una vía para preservar la especie es una cuestión urgente. Para este estudio, recientemente publicado en la revista Frontiers in Nutrition, se ha utilizado la leche de un total de ocho burros afincados en Sieteiglesias de Tormes (Salamanca)  De esta manera, la investigación surge de una motivación tanto por parte de los propietarios de estos animales, como de la comunidad científica, interesada en caracterizar el potencial de la leche de esta variedad de burro y, con ello, contribuir a la sociedad con conocimientos relacionados con la nutrición y la salud así como con la sostenibilidad social, económica y medioambiental. Es en este marco donde opera el grupo de investigación reconocido en Valoración e Intervención Multidisciplinar en Atención Sanitaria y Estilos de Vida Sostenibles (VIMAS+) de la Universidad de Valladolid. María José Castro Alija, profesora de Enfermería y Médico especialista en Nutrición, explica que una vez recibida la leche, comenzaban a analizarla en el laboratorio con el fin de “definir el perfil nutricional de la leche con todas sus características, teniendo en cuenta que la leche se encuentra en bruto y necesita un proceso de higienización. Asímismo, hemos intentado comprobar si liofilizada se modificaba la composición y, de esta forma, poder determinar cómo es mejor su comercialización”.

Las propiedades nutricionales de su leche

El estudio revela que la leche de esta variedad asnal contiene unas características nutricionales muy beneficiosas para la salud. “Es una leche con poca grasa de forma original, por tanto, en el perfil de ácidos grasos es realmente una ventaja sobre el resto de las leches. Además, tiene una relación calciofosfórica idónea, por lo tanto, para el metabolismo óseo es saludable. También tiene una composición en minerales rica en selenio y zinc que tienen un poder, en principio, antioxidante con efectos provechosos para el sistema inmunitario. Por otro lado, estamos desarrollando el tipo de biopéptidos que la componen, es decir, los compuestos más pequeños de las proteínas que al ingerirse se metabolizan y tienen efectos sobre el sistema inmune, cardiovascular o en la tensión arterial”, explica Castro Alija. Actualmente, cuentan con un grupo de voluntarios para evaluar otra potencial característica relacionada con la alergenicidad de este producto al estimar que puede ser baja debido a su composición en proteínas. La caracterización de estas propiedades se encuentra en continua comparación con otro tipo de leches y los análisis demuestran que es muy parecida a la leche materna. Según la investigadora, esta valía nutricional del alimento combina así con el valor añadido de ser un alimento que entra dentro de la esfera de la sostenibilidad puesto que permite mantener la biodiversidad, evitar el despoblamiento y dotar de nuevas vías para obtener recursos económicos a poblaciones con excasos medios.

“La caracterización de este lácteo tiene como fin el que pueda ser incluida dentro de las dietas humanas. No necesariamente como un producto de cada día, pero tampoco como un producto gourmet”, detalla la profesora. Actualmente, el studio de esta raza auctóctona continua en desarrollo. El paso que están siguiendo los investigadores es determinar si realmente las propiedades nutricionales halladas en este producto son realmente beneficiosas para el ser humano una vez tratada dicha leche y si sería posible una comercialización a un precio razonable. Además, el grupo Investigación en Valoración e Intervención Multidisciplinar en Atención Sanitaria y Estilos de Vida Sostenibles (VIMAS+) mantiene otras líneas de investigación abiertas relacionadas con las perspectiva de género y salud, innovación educativa y, con otros grupos de de diferentes universidades para, en definitiva, lograr un estilo de vida sostenible.
Castro Alija incide en que para ello es necesario “un mayor respaldo económico y de recursos para suplir los costes y continuar desarrollando los estudios”.

Bibliografía

Albertos Irene, López María, Jiménez José-María, Cao María José, Corell Alfredo, Castro-Alija María José, Characterisation of Zamorano-Leonese Donkey Milk as an Alternative Sustainably Produced Protein Food, Frontiers in Nutrition, Volume 9, 2022, ISSN 2296-861X, https://doi.org/10.3389/fnut.2022.872409

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Las lágrimas ofrecen información sobre la enfermedad del ojo seco y dolor ocular crónico

Las lágrimas ofrecen información sobre la enfermedad del ojo seco y dolor ocular crónico

Un estudio de la Universidad de Valladolid notifica hallazgos relevantes en este fluido

Las lágrimas contienen mucha información. Su análisis puede dar a conocer datos no solo en el caso de problemas oculares, sino también de posibles alteraciones relacionadas, por ejemplo, con enfermedades neurodegenerativas. En este contexto, investigadoras de la Universidad de Valladolid han analizado un amplio panel de moléculas en lágrima para buscar potenciales biomarcadores vinculados con la enfermedad del ojo seco y el dolor crónico ocular, patologías para las cuales hay en la actualidad escasez de medicación eficaz. El estudio recientemente publicado revela que sí existen diferencias significativas en diversos de estos parámetro smoleculares. Unos resultados prometedores  que señalan nuevas posibles dianas terapéuticas  para el desarrollo futuro de nuevos fármacos o terapias más personalizadas para personas que sufren dolor ocular crónico.

Este problema, aparentemente leve, supone realmente un desazón para quienes lo padecen, al no conocer claramente su origen y, sobre todo, al no tener un tratamiento específico que les ayude a paliar el dolor. Por esta razón, el trabajo presentaba la finalidad de encontrar algún dato significativo en cuestiones moleculares referidas a estos problemas y, de esta forma,  tratar de encontrar biomarcadores predictivos que permitan saber  cuándo alguien tiene una mayor posibilidad de desarrollarlo y, además, poder aplicar medicamentos adecuados para tratarlo. Para ello, el estudio contó con 180 sujetos que fueron dividididos en cuatro grupos. Por un lado, se sometieron a estas pruebas pacientes que padecían dolor crónico ocular y/o enfermedad del ojo seco junto con otros que no lo sufrían para así comparar sus patologías. Y, por otro lado, dentro de aquellos afectados por el dolor, también se consideraba importante diferenciar entre aquellos pacientes que presentaban dolor crónico y enfermedad del ojo seco especifícamente tras haber tenido una cirugía refractiva, es decir, aquella orientada a eliminar la necesidad de usar gafas o lentes de contacto. La bioquímica e investigadora científica del Grupo de Superficie Ocular (GSO) del Instituto de Oftalmobiología Aplicada (IOBA), Dra. Amalia Enríquez de Salamanca, explica que en el estudio recientemente publicado en la revista Experimental Eye Research, “se buscaban las denominadas dianas terapeúticas, que son índices sobre los que incidir pues estando alteradas frente a un sujeto sin patologías, entendemos que tienen relación con el desarrollo de la enfermedad”.

Investigadora del IOBA, Amalia Enríquez de Salamanca

Amalia Enríquez de Salamanca, investigadora del IOBA

A través de las lágrimas

 

Son muchas las moléculas que se encuentran en nuestros fluidos líquidos. Entre ellas están las denominadas citocinas que son secretadas por las células — principalmente por las inflamatorias — y están implicadas en aquellos procesos en los que existe inflamación, como en la enfermedad del ojo seco. Percibir alteraciones en ellas en las lágrimas supone encontrar indicios relevantes respecto a su relación con el ojo seco e incluso también para el dolor ocular neuropático. “En el estudio elegimos un panel amplio de 21 moléculas para medirlas en la lágrima y además otro tipo de moléculas que también están relacionadas con la señalización celular en la transmisión nerviosa del dolor”, explica Enríquez de Salamanca. Este fluido es muy accesible y proporciona numerosos datos. Su extracción no es invasiva, es decir, no se necesita, por ejemplo, pinchar o realizar una biopsia a un paciente, y es indolora. La investigadora expone que “ la lágrima es una muestra muy rica en información, y que aunque es muy limitada en el volumen que se puede obtener, gracias al desarrollo de tecnología contamos con equipos que nos permiten el análisis simultáneo de muchas moléculas en una cantidad muy pequeña” .

La continuación de este proyecto sigue en desarrollo en las líneas de investigación del Grupo de Superficie Ocular (GSO). Años después de haber tomado las muestras a los pacientes, el equipo científico está actualmente desarrollando otro proyecto en el que se está contactando con esos mismos pacientes para ahora comprobar los cambios moleculares tras haber recibido los tratamientos a los que fueron sometidos en su momento y relacionarlos con su evolución clínica. Con los hallazgos anteriores descubiertos, se pretende observar si ha habido variaciones de correlación y/o niveles entre las moléculas analizadas, que puedan ayudar a determinar aquellas relacionadas con una mejor respuesta terapeútica de los pacientes. “Investigamos para curar mejor”, es el lema del IOBA, explica Enríquez de Salamanca, por ello, uno de los objetivos del futuro es – gracias a la información recogida – poder aplicar tratamientos más adecuados a los afectados“. En el IOBA hay una unidad especializada en dolor oculofacial (UniDof) tratando también de dar respuesta a pacientes que sufren este problema y que acuden al centro con el fin de ayudar buscar una solución”, concluye la investigadora.

Acerca del Grupo de Superficie Ocular

El Grupo de Superficie Ocular (GSO) es uno de los cinco grupos de investigación que integran el Instituto Universitario de Oftalmobiología Aplicada (IOBA) dedicado principalmente a ahondar en el conocimiento de enfermedades inflamatorias crónicas de la superficie ocular, principalmente en la patología del Síndrome del Ojo Seco, las alergias crónicas severas, los fracasos de la superficie ocular por deficiencia de células madre y la patología derivada del uso de lentes de contacto. Las doctoras Amalia Enríquez de Salamanca y María J. González-García se dedican concretamente a la línea de biomarcadores e inflamación y son las investigadoras principales del proyecto “Biomarcadores de dolor ocular neuropatico en la superficie ocular para la deteccion de nuevas dianas terapéuticas-Bios-Pain (SAF-2016-77080-P)” del que se deriva este estudio, que ha sido financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovacion y Universidades, AEI/FEDER, UE.

Bibliografía

Marta Blanco-Vázquez, Amanda Vázquez, Itziar Fernández, Andrea Novo-Diez, Elena Martínez-Plaza, Carmen García-Vázquez, María J. González-García, Eva M. Sobas, Margarita Calonge, Amalia Enríquez-de-Salamanca. Inflammation-related molecules in tears of patients with chronic ocular pain and dry eye disease, Experimental Eye Research, Volume 219, 2022, 109057, ISSN 0014 4835, https://doi.org/10.1016/j.exer.2022.109057

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El estallido de la Guerra Civil potenció la formación de enfermeras en España

El estallido de la Guerra Civil potenció la formación de enfermeras en España

Investigadores de la Facultad de Enfermería de la UVa estudian el papel de la mujer, especialmente de las enfermeras, en la Guerra Civil y su interés en participar de una forma activa en los conflictos armados

Los conflictos bélicos acaecidos desde finales del siglo XIX y, especialmente, durante la primera mitad del siglo XX supusieron un punto de inflexión en muchos aspectos sociales. El ámbito laboral se vio especialmente afectado como consecuencia de las diferentes guerras, y la enfermería fue una de las profesiones que sufrió una reestructuración más profunda. Un equipo investigador de la Universidad de Valladolid, en colaboración con un investigador de la Universidad de Alcalá,  ha estudiado recientemente el papel de la mujer en la Guerra Civil, y ha encontrado que la formación de las enfermeras se implantó de forma similar en uno u otro bando.

Todavía durante la primera década del siglo XX la práctica profesional del cuidado a los enfermos estaba segregada por género: el hombre o practicante era un profesional ayudante del médico en la parte práctica y técnica de la asistencia, mientras que la mujer quedaba relegada a las tareas de cuidado y acompañamiento. Sin embargo, con la reforma sanitaria de Nightingale instaurada tras la Guerra de Crimea (1853-1856) esta brecha de género se redujo, y lo que para el enfermero supuso un freno, para la enfermera fue una oportunidad educativa y profesional.

En este contexto, la Guerra Civil española (1936-1939) supone un buen ejemplo de un hecho histórico que, tras la reforma sanitaria de Nightingale, involucra a enfermeras que aportaron sus conocimientos, formación académica y experiencia profesional. “Como profesión reglada, la Enfermería en España nace en 1915. Se estableció un temario oficial para los estudios, que permitió a las mujeres interesadas en la asistencia a los enfermos y heridos, formarse para ejercer su trabajo. La Guerra Civil potenció la formación de enfermeras ligado al aumento de heridos y para dar cobertura a las necesidades sanitarias”, explica María López, investigadora del departamento de Enfermería de la Universidad de Valladolid (UVa) e integrante del equipo investigador que ha publicado los resultados de su estudio histórico en la revista científica PLoS ONE

Al estallido de la guerra España no tenía suficientes enfermeras cualificadas para cubrir las necesidades sanitarias. Republicanos y nacionales abrumados ante el creciente volumen de enfermos y heridos, se vieron obligados a movilizar y formar enfermeras voluntarias. La variedad de programas de formación, requisitos de ingreso y contenido teórico fue similar en ambas facciones, aunque fueron moldeados por diferentes contextos sociopolíticos.

El bando nacional y el bando republicano

“La necesidad de enfermeras llevó a los dos bandos a impartir cursos de formación que habilitaran para el cuidado de enfermos y heridos de una forma rápida, principalmente al inicio del conflicto. El aumento del número de hospitales y de camas llevó implícito el aumento de enfermeras, el tiempo apremiaba, y se priorizaron los conocimientos y las destrezas técnicas relacionadas con los cuidados dejando a un lado la salud mental de las enfermeras y la capacidad para afrontar de forma eficaz las consecuencias de este tipo de trabajo”, contextualiza María López, vicedecana de la Facultad de Enfermería.

Ambos bandos impartieron cursos de formación para enfermeras voluntarias durante todo el conflicto, centrados en el cuidado de los heridos de guerra y en la adquisición rápida de los conocimientos básicos. Además, las lecciones teóricas hacían hincapié en el espíritu de sacrificio, el sentido del deber, la cautela, la paciencia y la caridad. Se requería que las voluntarias estuvieran en excelente estado de salud y llevaran una “vida higiénica, con una buena dieta, ejercicio físico y horas regulares de sueño” para garantizar en su trabajo amabilidad y altruismo, así como por la calidez que las enfermeras debían mostrar a los enfermos. Estos valores y exigencias estuvieron presentes tanto en las formaciones nacionales como en las republicanas, aunque los primeros fueron añadiendo, especialmente con el avance de la guerra, la vocación y la caridad cristiana.

Algunos de estos cursos fueron de iniciativa privada, mientras que otros recibieron el apoyo de instituciones oficiales, dando lugar a una amplia oferta formativa con un mismo fin: dotar a las enfermeras voluntarias de los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para prestar una adecuada atención a los heridos. Además de las enfermeras profesionales y de las voluntarias fue necesaria la llegada de enfermeras internacionales. Los republicanos recibieron apoyo de enfermeras de las Brigadas Internacionales y del Socorro Rojo Internacional, la mayoría de las cuales estaban cualificadas y tenían experiencia profesional en su país de origen. Cuando llegaron a España, las enfermeras de las Brigadas trabajaban en hospitales de campaña con voluntarios de zonas cercanas al frente y supervisaban la prestación de cuidados. Por otra parte, en el bando nacional se han encontrado declaraciones de voluntarios extranjeros que se ofrecieron para ayudar sin ninguna experiencia o formación en enfermería, se han encontrado en el lado nacional. Los cuáqueros británicos también brindaron ayuda humanitaria en ambos lados, aunque parecen haber estado más alineados con el lado republicano.

Bando republicano. Fotografía: Carmelo Navarro Garriga. CC 4.0

El Pacto del Olvido

Una de las mayores dificultades que encontró el equipo investigador de la UVa fue documentar el papel de las enfermeras en el bando republicano. La represión contra los derrotados tras el final de la guerra hizo que la mayoría de documentos pertenecientes a los republicanos fuesen quemados y que buena parte de los supervivientes se exiliasen. Teniendo en cuenta esto, y la posterior aceptación, ya en la Transición, del Pacto del Olvido (consenso alcanzado por las élites políticas y aceptado por la mayoría de los españoles tras la muerte del dictador Francisco Franco por el cual se ‘olvida’ todo lo ocurrido durante la guerra y la posterior dictadura) se hace muy difícil documentar cualquier rasgo de la vida o actividad en el bando republicano.   

Así, la escasez de datos disponibles para las zonas republicanas ha supuesto una gran dificultad en el desarrollo de esta investigación. Por ello, esta línea continúa buscando profundizar en las cuestiones relacionadas con la formación como en la gestión de la movilización de las enfermeras y su situación al terminar el conflicto. “Ha sido complejo reconstruir el trabajo de las enfermeras en la zona republicana al carecer de fuentes documentales suficientes. Quedan cuestiones pendientes de responder, tales como el liderazgo en la gestión de la movilización de las enfermeras durante la guerra”, confirma López.

Bibliografía

López M, Mirón-González R, Castro M-J, Jiménez J-M (2021) Training of volunteer nurses during the Spanish Civil War (1936–1939): A historical study. PLoS ONE 16(12): e0261787. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0261787 

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El Meroctane causó numerosas lesiones oculares en pacientes debido a un fallo en el testeo toxicológico

El Meroctane causó numerosas lesiones oculares en pacientes debido a un fallo en el testeo toxicológico

Investigadores del Instituto de Oftalmobiologia Aplicada de la UVa concluyen que se necesitan sistemas de evaluación más específicos y por lotes para evitar nuevos incidentes de toxicidad aguda tras las intervenciones quirúrgicas

Los dispositivos médicos son instrumentos, herramientas, máquinas o implantes que se usan para prevenir, diagnosticar o tratar la enfermedad u otras afecciones. Los dispositivos médicos van desde los depresores hasta los marcapasos. Así, la principal diferencia entre estos dispositivos médicos, y los fármacos o medicamentos es que mientras que estos últimos son moléculas bioactivas que pueden interactuar con moléculas receptoras dando lugar a una acción o efecto, los dispositivos médicos no interactúan ni producen ningún efecto en el cuerpo. En los últimos años, se han notificado casos graves de toxicidad intraocular en todo el mundo tras el uso de diferentes perfluorocarbonos líquidos, que son «compuestos sintéticos formados por carbono y flúor que, debido a sus características físico-químicas son ideales para utilizarlos como dispositivos médicos en determinadas operaciones oculares ya que permiten que el cirujano reaplique la retina y pueda realizar complicadas maniobras con seguridad”, aclara Cristina Andrés Iglesias, investigadora del Instituto Universitario de Oftalmobiologia Aplicada de la Universidad de Valladolid (IOBA).

En 2013 el MEROCTANE, un líquido perfluorocarbonado fabricado en Turquía y comercializado a nivel mundial, provocó numerosos casos de toxicidad intraocular aguda que acabaron derivando en ceguera en muchos pacientes. Tal y como apunta Cristina Andrés Iglesias, el dispositivo “fue el primer producto del que se tiene información pública (que no científica), que causó toxicidad aguda en pacientes y la noticia saltó a los medios de comunicación de varios países”. En este contexto, investigadores del IOBA han analizado retrospectivamente una serie de 18 casos de Chile y España, así como una muestra sospechosa y otra no sosprechos de MEROCTANE. “No ha sido fácil encontrar una muestra sospechosa, ya que, evidentemente, las Agencias del Medicamento de todos los países los retiraron de todas partes. Sin embargo, un oftalmólogo chileno decidió guardar un vial por si alguna vez se conseguía analizar. Al conocer nuestros trabajos, nos contactó en un congreso y nos propuso que lo analizáramos y contribuyéramos, de alguna manera, apoder cerrar “el caso”, explica la investigadora del Grupo de Retina del IOBA.

El sistema regulatorio ha fallado

Numerosos pacientes, en España y Chile, se sometieron en el año 2013 a una cirugía vitreoretiniana (cirugía ocular que se realiza para tratar enfermedades de la retina y/o del vítreo, que es una sustancia gelatinosa que rellena la cavidad ocular comprendida entre la retina y la cara posterior del cristalino), para tratar en la mayoría de los casos un desprendimiento de retina. Tras las intervenciones, algunos pacientes sufrieron efectos compatibles con toxicidad retiniana aguda grave como isquemia retiniana, atrofia del nervio óptico, agujeros maculares, agudeza visual muy pobre…

El factor común a todos los pacientes que presentaron estos cuadros clínicos fue el uso del MEROCTANE. Sin embargo, parece difícil pensar que tras haber pasado  todos los controles de toxicidad fuese la causa principal de las lesiones. La especialista en toxicidad y biocompatibilidad de dispositivos médicos, Cristina Andrés Iglesias, aclara que “el test de evaluación biológica que se había realizado en estos dispositivos médicos falló a pesar de estar incluido en las normas de calidad ISO. Una de las características que no se tuvo en cuenta a la hora de testar estos productos es que son muy volátiles e hidrófobos y además, se estaba utilizando un test en el que no se estaba poniendo en contacto directo el producto con las células, algo que si ocurre cuando se utiliza en cirugía. Por eso los organismos notificados expidieron un certificado de que eran seguros.”

Con esta la información, los investigadores del Grupo de Retina del IOBA han desarrollado un método, actualmente patentado, de evaluación de toxicidad celular y en neuroretina que se utiliza pata testar diferentes tipos de productos sanitarios. Es un test de contacto directo y en el que se tienen en cuenta las características físico-químicas de los productos a evaluar.

Por otro lado, con el objetivo de garantizar a los pacientes una mayor seguridad, la comunidad investigadora reclama la necesidad de analizar estos productos por lotes, aspecto al que muchas empresas hacen caso omiso, argumentando que una vez evaluado un lote, se aplicará el mismo resultado a los demás. Sin embargo, la evidencia de que la toxicidad depende en gran medida de los lotes se ha demostrado previamente en varios compuestos como el ALA OCTA 3, el BIO OCTANE PLUS 2 y el MEROCTANE.

Actualmente, la comunidad científica es consciente de que el sistema regulatorio, en ocasiones falla, por lo que “se necesitan sistemas de evaluación y testeo más específicos. Esperamos que esto se consiga con la entrada en vigor de la nueva normativa Europea de Regulación de Productos Sanitarios y que el marcado CE sea una total garantía de seguridad este tipo de productos”, valora la investigadora Andrés-Iglesias.

Bibliografía

Coco-Martin, R.M., Andrés-Iglesias, C., Srivastava, G.K. et al. Intraocular toxicity caused by MEROCTANE perfluorocarbon liquid. Sci Rep 11, 599 (2021). https://doi.org/10.1038/s41598-020-79561-y

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Nanomedicina, una nueva esperanza para un diagnóstico precoz y un tratamiento más efectivo del cáncer

Nanomedicina, una nueva esperanza para un diagnóstico precoz y un tratamiento más efectivo del cáncer

Esta disciplina se presenta como una opción más eficaz y viable a los actuales tratamientos de quimioterapia en pacientes oncológicos tal y como muestran investigadores de la Universidad de Valladolid en un reciente estudio

Durante los dos últimos años la palabras ‘pandemia’ y ‘covid’ han formado una pareja indisoluble. Sin embargo, parecemos haber dejado de lado otras pandemias que desde hace años y años nos acechan. Una de las enfermedades mortales con las que convivimos es el cáncer, que ha alcanzado dimensiones pandémicas a nivel mundial. Según datos de la Organización Mundial de la Salud el cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo, ocasionando cada año 10 millones de defunciones. Conscientes de este problema, investigadores de la Universidad de Valladolid (UVa) centran sus esfuerzos en buscar en la nanomedicina alternativas a los tratamientos oncológicos actuales que permitan mejorar el diagnóstico y el tratamiento. “Con esta pandemia hemos aprendido que la ciencia y la investigación es el camino para solucionar los problemas que se nos presentan como sociedad, y el cáncer es uno de ellos. La nanomedicina no solamente tiene implicaciones para el futuro, sino que ya tiene un gran impacto en la actualidad facilitando el tratamiento y el diagnostico de la enfermedad, lo cual se traduce directamente en mayores tasas de curación y menos incomodidades para los pacientes”, aclara Juan González Valdivieso, investigador de la UVa.

Una de las principales características del cáncer es la multiplicación rápida de células cancerosas que se extienden más allá de sus límites habituales y pueden invadir partes adyacentes del cuerpo o propagarse a otros órganos. Además, las células sanas no son lo suficientemente fuertes para competir con las células cancerosas por los nutrientes que se encuentran en la sangre, ya que se sabe que estas últimas tienen un estado metabólico más rápido y consumen todos los nutrientes. Hasta el momento, la fórmula más extendida y viable para combatir esta enfermedad es la quimioterapia. No obstante, este tratamiento, aunque en ocasiones es eficaz, presenta algunas limitaciones: una baja especificidad en el tratamiento de los diferentes tipos de cáncer y los efectos secundarios que provoca en los tejidos sanos.

Nanomedicina: un futuro alentador

Un gran número de investigadores a nivel mundial se afana en desarrollar terapias alternativas a la quimioterapia que den solución a estas dos limitaciones tratando de producir dispositivos médicos de precisión innovadores y desarrollando tratamientos más específicos. Y la solución parece pasar por la nanomedicina y los biomateriales, tal y como demuestran investigadores de la Universidad de Valladolid. No obstante, ¿qué es la nanomedicina? Se trata de una combinación de nanotecnología, biomedicina, biomateriales y ciencias farmacéuticas que tiene como objetivo mejorar la biodisponibilidad, la respuesta a la dosis y la especificidad de los agentes terapéuticos. “El uso de la nanomedicina no se limita únicamente a mejorar la especificidad de los fármacos, sino que también mejora la accesibilidad de estos en el organismo. Cuando un fármaco es inyectado, este interactúa con componentes de la sangre, disminuyendo la cantidad de fármaco que llegara al tumor e incluso cambiando sus propiedades. La nanomedicina ha demostrado que es capaz de mejorar la velocidad con la que los fármacos se mueven por el torrente sanguíneo y proteger a los fármacos de esas interacciones en la sangre. Otro de los grandes problemas de la quimioterapia en general es que los fármacos tienen muy baja solubilidad, por lo que se necesitan grandes dosis para conseguir efectividad antitumoral. En este sentido, la nanomedicina mejora la solubilidad de los fármacos, reduciendo la dosis necesaria de fármaco y por lo tanto la posible toxicidad en el paciente”, aclara Valdivieso, investigador del grupo de dispositivos avanzados para nanomedicina. El equipo al que pertenece acaba de publicar una revisión sobre la materia en la revista científica International Journal of Pharmaceutics.

Sin embargo, la nanomedicina, que se ha establecido como una de las grandes esperanzas de la lucha contra el cáncer, no es ciencia ficción ni la protagonista de un futuro hipotético. Aunque faltan ciencia y camino por recorrer, la nanomedicina ya se está empleando en medicina clínica en algunas de las opciones de la quimioterapia. “El fármaco Doxil se usa desde hace más de dos décadas en pacientes de leucemia aguda, cáncer de ovario o con sarcoma de Kaposi. Otro ejemplo es Abraxane, empleado en pacientes de cáncer de mama, páncreas o pulmón. Abraxane consiste en una nanopartícula [empleada para transportar anticuerpos o medicamentos] que contiene el fármaco Paclitaxel, y no solo ha demostrado mejorar la efectividad terapéutica del fármaco, sino que además no implica el uso de medicaciones previas, lo que sin duda agradecen los pacientes”, explica el biólogo.

Continuará…

Como avanza el investigador del grupo de dispositivos avanzados para nanomedicina, Juan González Valdivieso, esta investigación continúa y se espera próximamente la publicación de los resultados de una investigación de nanoparticulas desarrolladas en la Universidad de Valladolid en muestras de pacientes de cáncer de pancreas. “Se trata de la primera vez que se describe el potencial terapéutico de este tipo de estrategia quimioterapéutica en uno de los tipos de cáncer mas mortales del mundo. El trabajo describe la eficacia antitumoral en muestras procedentes de pacientes de cáncer de pancreas y, ademas, se ha confirmado en ratones la seguridad del tratamiento para el organismo. Este trabajo se ha realizado en colaboración con un grupo de investigadores de Londres del University College London y Royal Free Hospital”, adelanta González Valdivieso.      

Bibliografía

Juan Gonzalez-Valdivieso, Alessandra Girotti, Jose Schneider, Francisco Javier Arias. ‘Advanced nanomedicine and cancer: Challenges and opportunities in clinical translation’. International Journal of Pharmaceutics, Volume 599, 2021, 120438, ISSN 0378-5173, https://doi.org/10.1016/j.ijpharm.2021.120438

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Hombres y mujeres presentan niveles similares de protección ante el virus de la gripe

Hombres y mujeres presentan niveles similares de protección ante el virus de la gripe

Investigadores del Centro Nacional de la Gripe de Valladolid concluyen que el género no afecta, en general, a la seroprotección contra el virus de la gripe y a la respuesta humoral tras la vacunación

Los años 2020 y 2021 han estado protagonizados en todos los niveles, incluido el investigador, por la COVID-19, pero lo cierto es que desde hace muchos años convivimos con otras enfermedades infecciosas que causan anualmente miles de muertes y que siguen requiriendo atención e investigación. En este contexto, la pandemia provocada por el SARS-CoV-2 ha puesto sobre la mesa la necesidad de estudiar algunos factores relacionados con las enfermedades infecciosas, como el género, que hasta ahora se habían infravalorado o incluso habían pasado desapercibidos. “Tradicionalmente se ha puesto en un segundo plano valorar este tipo de cuestiones, centrándose más en factores como las enfermedades de base, la edad y otros factores de riesgo; pero nuestros resultados muestran que el sexo debe ser tomado en cuenta a la hora de evaluar parámetros de protección vacunal, porque pueden mostrar bolsas ocultas de personas infraprotegidas”, explican Iván Sanz, responsable científico y de vigilancia virológica del Centro Nacional de la Gripe, y Laura Sánchez investigadora del mismo centro y del grupo BIOCRITIC de la Universidad de Valladolid.

La gripe o influenza (por su denominación en inglés) es una enfermedad infecciosa respiratoria producida por un virus que se transmite con facilidad propagándose rápidamente especialmente en las épocas de otoño e invierno. Esta enfermedad, que provoca directa o indirectamente hasta 650.000 muertes al año a nivel mundial y que causó en el año 1918 la pandemia de la gripe española, recordada como la peor pandemia de la Historia, parece no afectarnos a todos de igual manera. Por ello, un grupo de investigadores del Centro Nacional de la Gripe de Valladolid se plantea si están naturalmente más protegidas las mujeres ante las enfermedades infecciosas que los hombres estudiando el caso concreto de la gripe y sus vacunas.

Hombres y mujeres tienen, a priori, la misma protección

Según un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud en 2010, la gripe provoca casos más graves y mortales en las mujeres, especialmente en las más jóvenes; sin embargo, otros estudios han demostrado que el impacto en términos de infección y mortalidad por gripe es mayor en los hombres en ambos extremos de la vida, menores de 20 y mayores de 80 años. Entonces, ¿qué ocurre realmente?, ¿se contagian más las mujeres que los hombres?, ¿cómo responden los individuos a las vacunas contra la gripe en función del género?

Investigadores del Centro Nacional de la Gripe de Valladolid han diseñado un estudio observacional  de 2.243 individuos sanos (1.052 hombres y 1.191 mujeres) reclutados entre 2006 y 2018 a los que les extrajeron muestras de suero antes y después de la vacunación. Con estos sueros se puso en marcha un ensayo de inhibición de la hemaglutinación que permite conocer los anticuerpos que tiene cada persona frente a cada uno de los virus de gripe humana existentes.

Los resultados del estudio observacional reflejan que, a priori, hombres y mujeres, en un estado basal (antes de la vacunación) presentan la misma protección humoral, que “es la parte del sistema inmune que se encarga de producir anticuerpos”, explica Iván Sanz. La diferencia aparece cuando entran en juego las vacunas. En general, las mujeres adquieren una mayor protección con ciertas vacunas, pero también sufren más efectos secundarios como se está pudiendo comprobar con la COVID-19. Y esto incrementa si incluimos en la ecuación también el factor edad. “El paso de la edad afecta a la respuesta humoral de los varones mayores de 65 años en comparación con las mujeres de la misma edad, siendo menor en los primeros”, apunta Sanz. Es decir, la vacunación contra la gripe no tiene en cuenta el sexo en términos de eficacia de la respuesta humoral en adultos jóvenes, pero sí en el caso de los ancianos.

Como conclusión, el estudio muestra que en general, el género no es un factor demasiado relevante para la inmunidad humoral frente a la gripe, pero, en ciertas edades y frente a subtipos específicos de gripe, existen diferencias entre ambos sexos por lo que este factor no puede dejarse de lado a la hora de investigar y plantear campañas de vacunación. Además, la información obtenida podría ser crítica en situaciones en las que hay una mayor demanda y escasez de existencias, como una pandemia.

¿Qué es la respuesta humoral?

El cuerpo humano es capaz, gracias al sistema de defensas, de detectar antígenos extraños y producir una respuesta ante la ‘intrusión’. Esta respuesta puede ser inespecífica (los mecanismos actúan de igual manera, independientemente de cuál sea el invasor), o específica. La inmunidad específica se basa en el reconocimiento del antígeno extraño y la producción de una respuesta que puede ser humoral (produciendo anticuerpos que neutralizan los antígenos) o celular (destruyendo las células extrañas y eliminando las células del propio organismo que se encuentran infectadas). La respuesta humoral está mediada por linfocitos T, que no atacan directamente a las células infectadas sino que liberan unas sustancias denominadas anticuerpos que se fijan a los antígenos facilitando su ‘captura’ por parte de los macrófagos (células encargadas de ‘destruir al enemigo’).

Así, tal y como explica el experto Iván Sanz “la respuesta humoral, en concreto, es la parte del sistema inmune que se encarga de producir anticuerpos, siendo una de las facetas más fáciles de medir en laboratorio para comprobar si una vacuna nos ha hecho efecto, o de si estamos o hemos estado infectados por un microorganismo.”

Bibliografía

Sánchez-de Prada L, Ortiz de Lejarazu-Leonardo R, Castrodeza-Sanz J, Tamayo-Gómez E, Eiros-Bouza JM and Sanz-Muñoz I (2021) Do Vaccines Need a Gender Perspective? Influenza Says Yes!. Front. Immunol. 12:715688. doi: 10.3389/fimmu.2021.715688