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Área - Ciencias Reportajes

Un trabajo experimental prueba cómo se rompe un enlace fundamental en catalizadores que transforman hidrocarburos

Un trabajo experimental prueba cómo se rompe un enlace fundamental en catalizadores que transforman hidrocarburos

El Instituto Universitario Cinquima de la UVa trabaja en la mejora de estos procesos, claves para la implantación de procesos industriales más verdes

El paladio, un metal brillante y de color blanco plateado raro en la naturaleza, es un material importante para formar catalizadores, substancias capaces de acelerar las reacciones químicas presentes en tres de cada cuatro procesos industriales. La catálisis tiene importancia para la industria, desde el punto de vista económico, porque reduce el consumo de energía; también ambiental, porque genera menos subproductos indeseados. Un equipo investigador de la Universidad de Valladolid (UVa) ha conseguido ahora avances, a través de un trabajo experimental, en uno de estos procesos en los que se emplean catalizadores de paladio con hidrocarburos.

La catálisis está muy presente en el sector productivo. Nueve de cada diez procesos nuevos que se implantan en la industria emplean esta técnica. Es fundamental para obtener procesos más sostenibles, más verdes. Diferentes equipos científicos en todo el mundo trabajan para mejorar el conocimiento en torno a la catálisis. Los complejos en los que está presente el paladio, el elemento número 46, juegan un papel importante en esta búsqueda investigadora. No en vano, estos complejos están presentes en la producción de fármacos, cosméticos o en la industria alimentaria, esto es, de productos de alto valor añadido.

El grupo de investigación Catálisis y Polímeros, del Instituto Universitario Cinquima de la UVa, ha conseguido demostrar cómo se rompe un enlace fundamental en la catálisis de determinados compuestos unidos a paladio. “Desde hace unos quince años, los ligandos cooperativos unidos al paladio se usan en muchas reacciones de acoplamiento de hidrocarburos con éxito, y diferentes autores habían establecido una hipótesis para explicar por qué funcionaban tan bien, pero estaban basadas en cálculos computacionales. Nosotros hemos proporcionado una demostración experimental que aporta una prueba sólida e inequívoca de cómo se rompe el enlace C-H”, explica Ana Carmen Albéniz, catedrática de Química Inorgánica e investigadora principal del estudio, que se ha sido publicado en la revista científica Chemical Science.

Muestra en un matraz

Muestra en un tubo de ensayo

El enlace C-H

En síntesis química, un acoplamiento consiste en una reacción en la que se unen dos fragmentos químicos mediante la formación de un nuevo enlace. El enlace C-C (carbono-carbono) es el más habitual. “Del mismo modo que construimos un puzle con piezas separadas, en síntesis formamos una molécula complicada uniendo entidades más pequeñas entre sí mediante enlaces entre átomos”, ejemplifica Albéniz. En estos acoplamientos actúa el catalizador rompiendo enlaces previos y formando el enlace C-C. En el acoplamiento C-H (carbono-hidrógeno), al menos uno de los dos fragmentos procede de un hidrocarburo. Esto permite obtener el compuesto objetivo de forma más directa y en un menor número de pasos desde las materias primas de la industria química. En este punto, el equipo del IU Cinquima ha introducido un complejo específico de paladio que es capaz de romper enlaces C-H y ha estudiado su mecánica para conocer cómo se produce la reacción. “Hemos observado que estos complejos pueden ser muy selectivos y formar un solo producto eficazmente”, resume la catedrática.

Los resultados en el desarrollo de catalizadores para la transformación de hidrocarburos del equipo científico de la Universidad de Valladolid tienen aplicación en el diseño de rutas de síntesis de fármacos y otros compuestos de interés en el ámbito de la industria de química fina.

Una investigadora del Instituto Universitario Cinquima trabaja en el laboratorio del grupo de investigación Catálisis y Polímeros

Una investigadora del Instituto Universitario Cinquima trabaja en el laboratorio del grupo de investigación Catálisis y Polímeros

Catalizadores e industria

Los catalizadores aceleran las reacciones químicas. En los coches transforman los gases tóxicos de la combustión del motor en otros inocuos. En las fábricas químicas sirven para producir fármacos, polímeros y fertilizantes. Son necesarios para conseguir una actividad más sostenible.

Bibliografía

Fernández Moyano, S., Salamanca, V., & Albéniz, A. C. (2023). Palladium mono-N-protected amino acid complexes: experimental validation of the ligand cooperation model in C-H activation. Chemical Science, 14, 6688-6689. url: https://uvadoc.uva.es/handle/10324/65047 doi: https://doi.org/10.1039/D3SC02076B

Pinilla, C., Salamanca, V., Lledós, A., & Albéniz, A. C. (2022). Palladium-Catalyzed Ortho C–H Arylation of Unprotected Anilines: Chemo- and Regioselectivity Enabled by the Cooperating Ligand [2,2′-Bipyridin]-6(1H)-one. ACS Catalysis, 12(23), 14527-14532. url: https://uvadoc.uva.es/handle/10324/57051 doi: https://doi.org/10.1021/acscatal.2c05206

 

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Área - Ciencias de la Salud Comunicación Reportajes

Descritos varios genes vinculados a la incomodidad por lentes de contacto

Descritos varios genes vinculados a la incomodidad por lentes de contacto

El IOBA investiga los factores relacionados con las molestias a la hora de usar lentillas, principal causa de abandono de este producto sanitario

Por su facilidad de uso y estética, las lentillas son muy usadas para corregir algunas alteraciones visuales como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo. Sin embargo, en torno al 40% de los usuarios manifiesta molestias de incomodidad cuando las porta. Una investigación de la Universidad de Valladolid (UVa) trata de encontrar una solución a este problema ocular. Para ello, está buscando biomarcadores clínicos que permitan detectar los factores relacionados con la aparición de esta incomodidad en la superficie del ojo. Recientemente, han conseguido describir genes relacionados con el dolor en esa zona.

Las molestias de incomodidad a la hora de usar lentes de contacto son la principal razón para abandonar el uso de estos productos sanitarios, según muestran estudios previos. “Es una condición difícil de medir por diversos motivos: puede presentarse en diferentes grados de severidad, no es permanente, desaparece al retirar las lentes de contacto y muchos usuarios entienden que es normal”, explica Laura Valencia, del Instituto Universitario de Oftalmobiología Aplicada (IOBA) de la UVa y coautora del estudio.

Por ello, en su tesis doctoral, la investigadora busca los biomarcadores que permitan detectar esta incomodidad. Un biomarcador es una herramienta de la Medicina de precisión que aporta información objetiva sobre un proceso biológico como es una molestia en el ojo.  En este caso, los biomarcadores empleados en el trabajo científico basculan entre pruebas clínicas en las consultas habituales de optometría y la obtención de moléculas presentes en la superficie ocular. A través de un estudio exploratorio, dirigido por María Jesús González y Amalia Enríquez de Salamanca, se han conseguido describir varios genes del tejido conjuntival que cambian su expresión cuando se produce la incomodidad por el uso de las lentillas. Los resultados han sido publicados recientemente en The Ocular Surface Journal.

La investigadora Laura Valencia toma una muestra de un usuario con lentillas. Fotografía: Andrea Novo

Análisis genético

Existen determinados genes que entran en funcionamiento o no bajo ciertas condiciones. Una de ellas es el dolor. Cuando se produce un daño en un tejido, como puede ser una lesión o una irritación, algunos genes se expresan y otros dejan de expresarse. En este estudio, financiado por la empresa CooperVision, el equipo de investigación obtuvo muestras de la superficie ocular de usuarios sintomáticos y asintomáticos de las molestias de incomodidad y de otro grupo que no emplea lentes de contacto. A partir de esta recogida, realizó un análisis de expresión génica mediante la técnica de PCR (reacción en cadena de la polimerasa) con retrotranscripción, denominado RT-PCR. “Las diferencias de expresión en varios genes relacionados con el dolor que se han encontrado entre usuarios sintomáticos y asintomáticos constituyen un hallazgo muy importante, ya que pueden suponer un biomarcador objetivo capaz de identificar la incomodidad con lentes de contacto”, aprecia Valencia.

Ahora, el equipo, que pertenece al Grupo de Superficie Ocular del IOBA, pretende correlacionar los resultados obtenidos con otros procedentes de estudios moleculares y de resultados clínicos para crear un sistema de detección de las molestias “más robusto”, avanza la investigadora. El objetivo final consistiría en la búsqueda de soluciones (por ejemplo, materiales de las lentes de contacto o colirios oftálmicos) que disminuyan o regulen los cambios que ocurren en aquellos sujetos que tienen incomodidad con las lentes de contacto, para manejar mejor esta condición y prevenir su aparición.

Una usuaria se coloca una lente de contato. Nataliya Vaitkevich

Una usuaria se coloca una lente de contato. Fotografía: Nataliya Vaitkevich (CC BY 4.O)

Las lentillas mensuales, las más usadas

Las lentes de contacto más utilizadas en España son las blandas de reemplazo mensual. Sin embargo, se ha observado que las lentes blandas de reemplazo diario (es decir, de usar y tirar) producen menos molestias. Por ello, los especialistas consideran que las lentillas de uso diario constituyen una mejor estrategia para mitigar estas molestias por incomodidad. También se emplean de ordinario lágrimas artificiales o lentes de contacto con materiales que deshidraten menos

 

Bibliografía

Calderón-García, A. Á., Valencia-Nieto, L., Valencia-Sandonis, C., López-de la Rosa, A., Blanco-Vázquez, M., Fernández, I., García-Vázquez, C., Arroyo-Del Arroyo, C., González-García, M.J., Enríquez-de Salamanca, A. (2024). Gene expression changes in conjunctival cells associated with contact lens wear and discomfort. The Ocular Surface, 31-42. doi: https://doi.org/10.1016/j.tros.2023.12.004 url: https://uvadoc.uva.es/handle/10324/64577

López-de la Rosa, A., Fernández, I., García-Vázquez, C., Arroyo-Del Arroyo, C., González-García, M.J., Enríquez-de-Salamanca, A. (2021). Conjunctival Neuropathic and Inflammatory Pain-Related Gene Expression with Contact Lens Wear and Discomfort. Ocul Immunol Inflamm, 587-606. doi: https://doi.org/10.1080/09273948.2019.1690005 url: https://uvadoc.uva.es/handle/10324/64577

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Área - Ingeniería y Arquitectura Reportajes

Una investigación establece una base para políticas urbanísticas sostenibles de los terrenos militares reconvertidos

Una investigación establece una base para políticas urbanísticas sostenibles de los terrenos militares reconvertidos

Las universidades de Valladolid y Politécnica de Madrid han estudiado cómo se produjeron las enajenaciones del Taller de Precisión de Artillería de Madrid y el acuartelamiento de la Rubia en Valladolid entre otras instalaciones militares

Los ministerios de Defensa son unos de los mayores propietarios de suelo en Occidente. España disponía hace una década de 1046 instalaciones militares que ocupaban el 0,27% de la superficie de la península Ibérica, aunque desde los años 80 del siglo XX se han reconvertido parte de estas infraestruturas en otros usos urbanísticos. Ante este magno cambio de titularidad y uso del suelo, las universidades de Valladolid (UVa) y Politécnica de Madrid (UPM) han estudiado diferentes casos, entre los que se encuentran el Taller de Precisión de Artillería (Madrid) y del acuartelamiento de la Rubia (Valladolid) para establecer “una base sobre la que poder desarrollar políticas urbanísticas para reequilibrar zonas carentes de servicios públicos” en aquellos antiguos espacios militares ahora infrautilizados o sin uso, según los promotores del trabajo.

El final de la Guerra Fría (1991) condujo a un recorte drástico del gasto militar y la reducción del tamaño de las fuerzas armadas en Occidente. Se abandonó entonces el uso de muchos asentamientos militares en Europa, un proceso que ya venía de lejos y en el que España no fue ajena. El desarrollo urbano acabó absorbiendo muchas de estas instalaciones (almacenes, cuarteles, arsenales, polvorines…), muchas de ellas con su uso abandonado. A través de trabajos de investigación de archivo y de trabajo de campo en las ciudades de Valladolid y Madrid, un equipo investigador de la UVa y de la UPM ha publicado en la revista Ciudad y Territorio. Estudios Territoriales (CyTET) dos de los casos de estudio en ambas ciudades “demostrando un enfoque prevalemente especulativo por parte del Ministerio de Defensa a la hora de plantear las operaciones de enajenación de estos bienes”, según expresa el trabajo.

“Si bien los bienes públicos, como el patrimonio del Ministerio de Defensa, deberían ser destinados a satisfacer necesidades generales de la sociedad civil, su privatización y mercantilización hace que se generen más beneficios para el sector privado con respecto al público. De ahí que esta investigación puede ser considerada como la base sobre la que poder desarrollar políticas urbanísticas para reequilibrar zonas carentes de servicios públicos”, explican Federico Camerin, del Departamento de Urbanismo y Representación de la Arquitectura de la Universidad de Valladolid, y Rafael Córdoba Hernández, del Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio de la Universidad Politécnica de Madrid.

En su trabajo, los investigadores concluyen que existen cuatro factores clave para interpretar el proceso de reconversión: las características del inmueble; la existencia de conflictos entre el propietario (el Ministerio de Defensa), los respectivos ayuntamientos, la ciudadanía y agentes inmobiliarios; los costes para las arcas municipales y la evolución del proceso de desmantelamiento del patrimonio militar. No obstante, la localización del propio inmueble juega un papel fundamental para desencadenar la reconversión. Así, el equipo aprecia diferencias entre el Taller de Precisión de Artillería (ubicado en el actual distrito de Chamberí de Madrid  y con una renta media de 21 456 € en 2019), en el que se su reconversión suponía una “menor inversión inicial” y resultaba “más apetecible” para los inversores, que el acuartelamiento de la Rubia (en el barrio vallisoletano del mismo nombre, con una renta media de 15 996 € en 2019), encajado entre la línea ferroviaria y el paseo de Zorrilla, que “precisaría una mayor inversión que, pese a albergar una mayor edificabilidad futura, puede ver alterado su rendimiento económico en la coyuntura inmobiliaria actual del país”.

Foto 1: Taller de Precisión de Artillería (TPA). Autor: Álvaro Valdés Menéndez (2015)

Foto 2: Obras de nueva construcción en el solar del TPA. Autor: Federico Camerin (2019)

Foto 3: Nuevo complejo residencial en lugar del (TPA). Autor: Federico Camerin (2023)

Foto 4. Una de las entradas del antiguo Acuartelamiento de La Rubia. Autor: Federico Camerin (2022)

Foto 5. Vista desde el exterior de los espacios internos vacíos del antiguo Acuartelamiento de La Rubia. Autor: Federico Camerin (2022)

La reconversión militar, poco estudiada

Aunque la reestructuración urbanística de asentamientos castrenses y otras infraestructuras militares ha repercutido en los presupuestos municipales y del propio Ministerio de Defensa en los últimos años, se ha estudiado poco. Los investigadores lamentan “la inaccesibilidad de un inventariado de la situación en la que ese encuentran las instalaciones militares (en uso, abandonadas o reconvertidas)”. Estos expertos abogan por “una transformación del suelo desde lo social y cultural” que persiga un desarrollo urbano más sostenible. Para ello, proponen indagar si los factores analizados del caso español se produce en otros países europeos, como Alemania, Francia e Italia y, posteriormente, elaborar un inventario de buenas prácticas de reconversión a nivel estatal y europeo.

Camerin es especialista en operaciones de enajenación de patrimonio militar, principalmente en casos de España e Italia, y Córdoba ha abordado, entre otras materias, el papel del planeamiento urbano frete a los retos derivados de la crisis ambiental, social y económica que afrontan las ciudades actualmente.

Bibliografía

Camerin, F., & Córdoba-Hernández, R. (2023). La enajenación del patrimonio inmobiliario militar en España: una aproximación en torno a las cuestiones de regeneración urbana. Ciudad y Territorio. Estudios Territoriales (CyTET), 309-330. doi: https://doi.org/10.37230/CyTET.2023.216.3

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Área - Artes y Humanidades Comunicación Reportajes

La guerra a gran escala pudo llegar a Europa 1000 años antes de lo pensado

La guerra a gran escala pudo llegar a Europa 1000 años antes de lo pensado

Una investigadora de la UVa identifica una mayor exposición a la violencia en un enterramiento múltiple datado hace 5000 años en Laguardia (Álava)

Las lesiones que presentaban algunos de los restos óseos de los más de 300 individuos excavados en el yacimiento de San Juan ante Portam Latinam (Laguardia, Álava), datado hace 5000 años, sugieren que muchos de los individuos pudieron ser víctimas de un periodo de guerra, ocurrido más de 1000 años antes que el conflicto a gran escala más antiguo conocido en Europa. El estudio, liderado por la investigadora de la Universidad de Valladolid Teresa Fernández Crespo y publicado en Scientific Reports, indica que tanto el número de individuos con lesiones óseas como el porcentaje desproporcionadamente alto de varones afectados sugieren que las lesiones fueron consecuencia de un periodo de conflicto, que pudo durar al menos meses. En el estudio han participado, además, las universidades de Aix-Marsella (Francia), Cantabria, País Vasco y Oxford (Reino Unido).

Los conflictos durante el Neolítico europeo (hace aproximadamente entre 9000 y 4000 años) siguen siendo poco conocidos. Las investigaciones anteriores sugerían que estos consistían en incursiones cortas que no duraban más de unos días y que involucraban pequeños grupos de hasta 20-30 individuos, por lo que se suponía que las sociedades prehistóricas carecían de la capacidad logística para sostener conflictos largos y a gran escala. Anteriormente se pensaba que los primeros conflictos de este tipo en Europa se produjeron durante la Edad de Bronce (hace aproximadamente entre 4000 y 2800 años).

Cráneo con impacto. Autora: Teresa Fernández Crespo

Teresa Fernández Crespo y sus colegas reexaminaron los restos óseos de 338 individuos en busca de lesiones cicatrizadas y no cicatrizadas. Todos los restos procedían de un único enterramiento colectivo en un abrigo bajo roca de la Rioja Alavesa, en el norte de España, datado por radiocarbono hace entre 5400 y 5000 años. En el mismo yacimiento también se habían descubierto 52 puntas de flecha de sílex y, según investigaciones anteriores, 36 de ellas presentaban huellas de impacto. Los autores descubrieron que el 23,1% de los individuos presentaba lesiones esqueléticas, y el 10,1% heridas sin cicatrizar, porcentajes sustancialmente superiores a las tasas de lesiones estimadas para la época (7-17% y 2-5%, respectivamente). También descubrieron que el 74,1% de las lesiones no cicatrizadas y el 70,0% de las lesiones cicatrizadas se presentaban en varones adolescentes o adultos, una tasa significativamente mayor que en las mujeres, y una diferencia que no se había observado en otros yacimientos neolíticos europeos interpretados como masacres.

La tasa global de lesiones, la mayor tasa de lesiones entre los varones y las huellas de impacto observadas anteriormente en las puntas de flecha sugieren que muchos de los individuos estuvieron expuestos a la violencia y pudieron haber sido víctimas de confrontaciones. Según los autores, la tasa relativamente alta de heridas curadas sugiere que el conflicto se prolongó durante varios meses. Las razones del conflicto no están claras, pero los autores especulan con varias causas posibles, entre ellas la tensión entre distintos grupos culturales de la región durante el Neolítico final.

Restos humanos en el yacimiento de San Juan ante Portam Latinam. Autor: José Ignacio Vegas

Teresa Fernández Crespo: “Supone un salto a la hora de ejercer la violencia”

La autora principal es Teresa Fernández Crespo, del Departamento de Prehistoria, Arqueología, Antropología Social y Ciencias y Técnicas Historiográficas. Fernández Crespo destaca que “nunca se había visto un número de individuos tan grande envuelto en violencia  en el Neolítico en Europa. Aunque existe violencia desde los orígenes del ser humano, aquí vemos un gran número de personas involucradas, mayoritariamente varones, y una duración prolongada del conflicto, lo que supone un salto cuantitativo y cualitativo a la hora de ejercer un tipo de violencia intergrupal”.

La investigadora subraya la presencia de heridas por punta de flecha en el yacimiento objeto de estudio (San Juan ante Portam Latinam) y en otros en un radio de diez kilómetros, “con lo que estaríamos hablando de un conflicto regional”. La autora destaca la presencia de individuos que muestran a la vez heridas cicatrizadas y sin cicatrizar en el enterramiento, “lo que prueba que habrían estado involucrados en más de un combate y, por tanto, que hubo varios enfrentamientos”. En este sentido, Fernández Crespo y sus colegas creen que las inhumaciones “no corresponden a un único evento, sino a varios, con población que no presenta heridas que también fue depositada allí”.

En lo que hoy es la Rioja Alavesa se asentaban hace 5000 años poblaciones agrícolas y ganaderas, estructuradas en grupos grandes con cierta complejidad social. Esos pobladores dejaron muchas evidencias funerarias, al abrigo de cuevas naturales como en San Juan, o en monumentos megalíticos.

El estudio ha sido apoyado y financiado por las becas Newton International Fellowship en la Universidad de Oxford y Marie Skłodowska-Curie en la Universidad de Aix-Marsella, además de una ayuda a la Consolidación Investigadora en la Universidad de Valladolid. En este trabajo, Fernández Crespo estudió los huesos, conservados desde los años 90 en el Museo de Arqueología de Álava Bibat. “Quiero destacar la importancia de volver a estudiar colecciones depositados en los museos, porque con nuevos enfoques y nuevas metodologías se pueden extraer datos y conclusiones de carácter científico de gran importancia”, apunta. Fernández Crespo es especialista en osteoarqueología humana, el estudio de los huesos de poblaciones antiguas.

Teresa Fernández  Crespo

Bibliografía

Fernández-Crespo, T., Ordoño, J., Etxeberria, F., Herrasti, L., Armendariz, Á., Vegas, J., & Schulting, R. (2023). Large scale violence in Late Neolithic Western Europe based on expanded skeletal evidence from San Juan ante Portam Latinam. Scientific Reports, 13, 17103. https://doi.org/10.1038/s41598-023-43026-9

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Área - Ciencias Sociales y Jurídicas Comunicación Reportajes

El discurso de odio se coló en medios sociales en el trato a los refugiados del Norte y el Sur tras la guerra de Ucrania

El discurso de odio se coló en medios sociales en el trato a los refugiados del Norte y el Sur tras la guerra de Ucrania

La UVa ha estudiado las publicaciones en Twitter al comienzo de la invasión rusa en y observa diferentes mensajes según la procedencia de los desplazados forzosos

A raíz de la invasión rusa de Ucrania (iniciada el 24 de febrero de 2022), cientos de miles de personas huyeron del país atacado fundamentalmente hacia sus vecinos europeos. Esta crisis de refugiados fue tendencia en los medios sociales durante los primeros meses de la guerra y como consecuencia produjo un debate público al compararse la situación de esta población desplazada forzosamente con la de otras procedecencias. Un equipo de investigación de la Universidad de Valladolid (UVa) ha estudiado el contenido de los mensajes de aquellos días. Estas publicaciones evidenciaron un trato diferente entre refugiados procedentes del norte y del sur globales, y escondían un discurso de odio que reflejala necesidad de desarrollar el pensamiento crítico también en el ámbito digital.

El panorama que refleja el trabajo investigador es desalentador respecto al acceso a una información veraz. “El auge de la difusión de las noticias falsas y su viralización se han convertido en uno de los grandes desafíos de la comunicación del siglo XXI”, expresan Abdellah Essalhi-Rakrak y Ruth Pinedo, del departamento de Psicología de la Universidad de Valladolid, en la revista científica Profesional de la Comunicación en un artículo publicado recientemente. El fenómeno de la difusión de bulos durante el comienzo de la pandemia de COVID (2020) motivó a estos investigadores de la Facultad de Educación en el campus de Segovia a analizar si existían también mensajes maliciosos cuando estalló la crisis humanitaria ucraniana dos años después.

Para ello, los científicos sociales recopilaron los tuits en castellano que tenían un discurso claro sobre los refugiados y que mínimamente hubieran generado interés (mínimo 10 me gusta, cinco comentarios y tres retuits). Los datos se recogieron en plena ofensiva rusa, cuando mayor número de personas cruzaron las fronteras de Ucrania, durante febrero y marzo de 2022. A través del programa Tweet Archivist se creó una base de datos con las etiquetas publicadas #NoSonRefugiados y #SonRefugiados. La selección de estas etiquetas se justifican, según el equipo investigador, por la existencia de debates entre cuentas acerca del trato a los refugiados y de cómo algunos usuarios justificaban no considerarlos iguales. Con la aplicación Atlas.ti se realizó posteriormente un análisis cualitativo de los mensajes. Los mensajes pudieron ser agrupados en categorías que reflejaban las actitudes y valores, las emociones y sentimientos y las características atribuidas por estas cuentas, muchas anónimas, a los refugiados en estos breves mensajes que caracterizan Twitter (ahora X).

Actitudes, emociones y características

Los mensajes emitidos reflejaban dos grandes agrupaciones respecto a las actitudes y emociones que se atribuían a los refugiados, según su procedencia. Existían actitudes negativas (“no son bienvenidos”, “desorden”, “peligro”) y positivas (“familia”, “humanidad”). Respecto a las emociones, también se agrupaban en negativas (rabia, miedo, hostilidad) y positivas (amor, alegría, ternura). En las características atribuidas a los refugiados, la división también era binomial en varios aspectos. Mientras que a las personas de procedencia ucraniana se las asociaban con mensajes como “bebé”, “familia”, al resto se les consideraba como “criminales” o “carniceros”.

El equipo investigador asoció esta dicotomía a un discurso de odio. “Es la forma de expresión que fomenta la polarización, al atribuir a determinados colectivos características negativas”, la define Pinedo. Estos mensajes justifican la discriminación de determinados colectivos. “Y además sabemos, por los datos de la Oficina Nacional de Lucha contra los Delitos de Odio, que cuando se produce un incremento de discursos de odio, también crecen los delitos físicos de odio”, añade.

El equipo investigador trató de desenmascarar cómo se camuflaba este odio en los mensajes sobre los refugiados y hallaron a través del análisis cualitativo que entre los motivos subyacentes estaba el odio contra la religión, la atribución de un problema económico a ciertos refugiados, la exaltación nacionalista, el ataque a entidades españolas que apoyan la inmigración, razones de seguridad del país y el racismo explícito. Los tuits (ahora denominadas publicaciones), por lo tanto, dividían a las personas refugiadas en dos. Mientras a las procedentes del Norte, los mensajes tenían un tono compasivo y acogedor, a las procedentes del Sur se les rechazaba.

Pensamiento crítico frente a los bulos

El trabajo de investigación se enmarca en un proyecto de educación transdiciplinar con el que se tratan de promover habilidades para el pensamiento crítico, una manera de reflexionar sobre lo que nos rodea poniendo en duda las afirmaciones que suelen aceptarse como verdaderas. Según este equipo, el pensamiento crítico es una habilidad que se debe promover desde la educación infantil a la Universidad y a lo largo de la vida cotidiana. En ese sentido, “frente a los mensajes en los medios sociales, el cuestionamiento de lo que se dice, la búsqueda de información complementaria en fuentes fiables y el fomento de la opinión propia” pueden actuar como antídoto frente al discurso del odio, según Pinedo.

 

Refugiado o migrante

La Organización de las Naciones Unidades define al refugiado como la persona que “teniendo un temor bien fundado de ser perseguido por razones de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social particular, u opinión política, está fuera de su país, de su nacionalidad y está inhabilitado o, a causa de este miedo, no quiere optar por la protección de este país”. En el caso de que esta persona no cruce las fronteras del país por estos motivos, se le considera desplazada. Un migrante, por el contrario, es una persona expatriada cuyo motivación suele estar vinculada a una mejora de su calidad de vida o la búsqueda de trabajo.

 

Bibliografía

Essalhi-Rakrak, A., & Pinedo-González, R. (2023). #EspañaInvadida. Desinformación y discursos de odio hacia los refugiados en Twitter: un reto para el pensamiento crítico. Profesional de la Información, 1-16. DOI: 10.3145/epi.2023.may.10

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Área - Ciencias de la Salud Comunicación Reportajes

La longevidad y el tamaño del cerebro explicarían nuestra ‘aorta de gorila’

La longevidad y el tamaño del cerebro explicarían nuestra ‘aorta de gorila’

El tamaño de la aorta de los humanos es similar a la de los gorilas pese a la diferencia de pesos, según un estudio internacional de las universidades Complutense de Madrid, Valladolid y MNCN

En el estudio del ciclo vital, se observa que en la infancia bombeamos más sangre por unidad de masa probablemente por el desarrollo del cerebro

Un estudio liderado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y la Universidad de Valladolid (UVa) en el que también participa el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) confirma que el tamaño de la aorta por unidad de masa es mayor en humanos que en chimpancés y similar a la de los gorilas, aunque estos nos doblen en peso. La investigación apunta a que el desarrollo del cerebro está detrás nuestra “aorta de gorila”.
La aorta es el vaso por el que pasa la sangre que el corazón bombea en el latido, y su diámetro está relacionado con el gasto cardiaco, la sangre bombeada por minuto para toda la actividad metabólica del organismo que regula desde la digestión a la actividad física o la temperatura del cuerpo.
“Al tener una aorta más grande por unidad de masa, los humanos tendríamos un mayor gasto cardiaco y por tanto un presupuesto energético más elevado por unidad de masa que nuestros parientes más cercanos, los grandes simios”, indica Luis Ríos Frutos, investigador del departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución de la UCM.
La comparación se llevó a cabo, por un lado, con datos de ecocardiografías de personas del Hospital Universitario de Gante y de la Universidad de Oxford y, por otro, con datos de gorilas y chimpancés de zoológicos estadounidenses englobados dentro del Great Ape Heart Project, así como con corazones y esqueletos de grandes simios del Museo Anatómico de la Universidad de Valladolid.
El tamaño de la aorta es una de las conclusiones de un estudio internacional publicado en Scientific Reports, pero no la única.

Cráneo de gorila y corazón

Cráneo y corazón de un gorila | Fotografía: Francisco Pastor

El cerebro, responsable en la infancia y en la evolución
Una segunda parte de la investigación consistió en una revisión bibliográfica para estudiar el gasto de energía y cardíaco en un ciclo vital. Así, los científicos observaron que en la niñez tenemos mayor gasto cardiaco y quemamos más energía por unidad de masa que cuando somos adultos.
“Una de las razones es el crecimiento de nuestro gran cerebro, que es un proceso energéticamente muy costoso y que tiene lugar hasta los 4-6 años, a partir de esa edad, el gasto cardíaco por unidad de masa disminuye”, razona Ríos Frutos.
Por último, los investigadores abordaron el gasto cardiaco desde una perspectiva evolutiva. Debido al tórax plano de los humanos, el gran tamaño de la aorta la obliga a pegarse a la columna, dejando marcas en las vértebras.
“Los neandertales, parientes cercanos, con un cerebro grande y un ciclo vital parecido al nuestro, también tienen la impronta aórtica, mientras que un homínido más antiguo, con un ciclo vital más corto, y con un cerebro más pequeño, como Homo ergaster, parece que no, según nuestra hipótesis”, apunta el investigador del MNCN Antonio Rosas.
Así, se deduce que, al aumentar el tamaño del cerebro y la longevidad, se requirió mayor gasto cardiaco, por lo que evolutivamente el tamaño de la aorta también creció. “Los cambios en el sistema cardiovascular debieron ser fundamentales durante la evolución humana”, concluye Francisco Pastor, investigador de la UVa y líder del proyecto junto a Ríos Frutos.

Esqueleto de un gorila y corazón superpuesto

Esquelo de gorila y corazón superpuesto | Fotografía: Francisco Pastor

Bibliografía

L. Ríos, M.M. Sleeper, M.D. Danforth, H. Weston Murphy, I. Kutinsky, A. Rosas, M. Bastir, J. Gómez Cambronero, R. Sanjurjo, L. Campens, Oliver Rider y F. Pastor. (2023) “The aorta in humans and African great apes, and cardiac outputand metabolic levels in human evolution”. Scientific Reports 13, 6841 (2023). DOI:  10.1038/s41598-023-33675-1

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Área - Ingeniería y Arquitectura Comunicación Reportajes

Analizan qué zonas de alta diversidad de reptiles en la península ibérica podrían estar más amenazadas por el cambio global

Analizan qué zonas de alta diversidad de reptiles en la península ibérica podrían estar más amenazadas por el cambio global

La península es crucial en la conservación de reptiles europeos

La península ibérica es una zona de especial interés en la conservación de reptiles europeos, muy amenazados por las actividades humanas, ya que alberga el mayor número de endemismos y especies en peligro. Sin embargo, no está claro cómo el cambio global afecta a las zonas de alta diversidad de reptiles, conocidos como hotspots. Un estudio reciente publicado en la revista Science of the Total Environment en el que han participado la Universidad Complutense de Madrid (UCM), la Universidad de Valladolid (UVa) y el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a través de la Fundación Biodiversidad y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), analiza los cambios, a lo largo de dos décadas, en la productividad primaria y la temperatura, así como su posible interrelación, en los distintos hotspots de reptiles de la península ibérica. Los resultados muestran que existen zonas potencialmente más vulnerables que deben ser monitorizadas para poder tomar decisiones de gestión más informadas respecto a la conservación de estas especies y los ecosistemas que las albergan.
“La variación en la producción primaria, es decir, la materia orgánica de origen vegetal que se genera en un ecosistema tiene efectos diversos en los reptiles. Por ejemplo, puede influir en el tamaño corporal de los individuos o en la riqueza de especies de una zona”, explica Rocío Tarjuelo, investigadora de la UVa. “Teniendo esto en cuenta y considerando que es un factor muy sensible a las condiciones ambientales, pensamos que su estudio es un buen indicador de la vulnerabilidad de las poblaciones al cambio global. Por ello, en nuestro estudio analizamos, utilizando imágenes de satélite obtenidas entre los años 2000 y 2020, la variación de la productividad primaria en estas zonas de alta riqueza de reptiles asociada a cambios en las temperaturas y en los tipos de vegetación”, puntualiza la investigadora.

Lagartija carpetana ('Iberolacerta cyreni')

Ejemplar de lagartija carpetana (Iberolacerta cyreni) en Peñalara | Rocío Tarjuelo


Tras el análisis, identificaron 339 hotspots de los cuales el 43% mostraron aumentos de temperatura, el 16% incrementos en la productividad primaria y el 22% ambos efectos. “Los aumentos observados en la productividad primaria pueden estar asociados a incrementos sostenidos en la temperatura unidos a cambios en los usos del suelo. Estos cambios en la productividad primaria fueron más observables en áreas de la Red Natura 2000 en las que existe más superficie de bosque y matorral. Además, observamos que en los espacios protegidos por la Red la mayoría de los hábitats, exceptuando los bosques, no están suficientemente representados, lo que reduce su capacidad para favorecer la conservación de los reptiles en su conjunto”, señala Tarjuelo.
“Dilucidar de entre todos los hotspots cuáles son los que podrían estar más amenazados por el cambio climático, por la productividad primaria o por ambos efectos supone un ahorro potencial de tiempo y recursos a la hora de decidir qué lugares necesitan una monitorización in situ, apunta Pedro Aragón, investigador del MNCN. “Las conclusiones de este estudio sirven para determinar que la Red Natura 2000 puede no estar proporcionando protección suficiente a las zonas de alta diversidad de reptiles y que, a la hora de invertir recursos económicos y de gestión en la monitorización de las distintas áreas de la Red, se deben considerar también las tendencias temporales de variables ambientales biológicamente relevantes”, concluye el investigador.

Mapa de reptiles

Mapa de la península ibérica con los puntos calientes de reptiles terrestres protegidos (número de especies en cada cuadrícula de 100 km2). Se muestran los puntos calientes donde hubo un incremento permanente de la temperatura media anual (cuadrículas amarillas), de la producción primaria (verdes), o ambos (naranjas), en los últimos 20 años | Universidad Complutense de Madrid

Bibliografía

Tarjuelo, R., & Aragón, P. (2023). Assessing vulnerability of reptile hotspots through temporal trends of global change factors in the Iberian Peninsula. Science of The Total Environment, 871, 161917. DOI: http://dx.doi.org/10.1016/j.scitotenv.2023.161917

 

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El pan de desecho abarata la producción de cerveza como substituto parcial de la malta de cebada

El pan de desecho abarata la producción de cerveza como substituto parcial de la malta de cebada

Un equipo de tecnología de la industria alimentaria de la UVa explora nuevos ingredientes para optimizar la producción de esta bebida alcohólica

La cerveza es una de las bebidas alcohólicas de mayor consumo y popularidad en el mundo. Se elabora con malta de cebada, levadura, lúpulo y agua, pero preocupados por el impacto ambiental y la reducción de costes de producción, los fabricantes han introducido nuevos ingredientes, algunos procedentes de reaprovechamiento de otros alimentos. La Universidad de Valladolid (UVa) ha explorado el uso de pan de desecho como substituto parcial de la malta de cebada en un trabajo de investigación.

“Hemos podido comprobar el efecto que supone la sustitución parcial de la malta de cebada en la elaboración de la cerveza por distintos tipos de pan: blanco (de flama), integral, de maíz y de centeno”, describe Carlos Blanco Fuentes, responsable del grupo de investigación en cervecería del área de Tecnología de los alimentos, localizado en la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias del campus de Palencia. El análisis sensorial de las cervezas elaboradas con estos ingredientes alternativos presentó gran similitud con las cervezas cien por cien de malta. Los resultados han sido publicados en la revista científica Foods.

Hasta hace poco tiempo, casi todo el pan no consumido se desechaba. Solo una pequeña parte se derivaba a piensos para animales. En la última década, diversos grupos de investigación han buscado reaprovechamientos para este residuo alimentario. De este modo, se ha propuesto el pan de desecho para producir compuestos químicos para la industria farmacéutica o biocombustibles. “Ninguna de estas estrategias ha compensado por completo la enorme pérdida económica”, valora el catedrático, “por ello se aborda ahora la viabilidad como substrato para la elaboración de cerveza”

Grupo de investigación de la Universidad de Valladolid que trabaja en la elaboración de cerveza a partir de pan

Diferentes harinas, diferentes sabores

El uso de harinas de diferente cereal produce por lógica panes diferentes en el color de la corteza y en su sabor, más ligeros el pan blanco y el de maíz y más intensos los de centeno e integral. En consonancia, las cervezas experimentales también presentaron sabores y tonalidades diferentes. Las cervezas embotelladas por el equipo investigador con pan de centeno y pan blanco de trigo “presentaron buenos resultados sensoriales”, afirma Blanco, y la de pan de trigo integral “presentó características más similares a la cerveza 100% de malta usada como referencia”.

 En la búsqueda del sustituto de la malta de cerveza, el equipo investigador tuvo en cuenta el marco legal español para limitar el porcentaje de uso de pan de desecho. El real decreto que regula la producción de cerveza establece cuatro ingredientes básicos (agua, malta de cebada, lúpulo y cerveza), pero permite otros productos denominados adjuntos tales como cereales o azúcares, siempre y cuando la malta represente al menos el 50% en masa del total. Por este motivo, el porcentaje de pan de desecho se limitó a ese porcentaje. El estudio se orientó al estilo Pale Ale, uno de los estilos cerveceros más consumidos a nivel mundial.

Muestras de cerveza elaboradas con pan de desecho

Cervezas elaboradas a partir de pan de desecho | Fotografía: Carlos Blanco

Aplicabilidad y sistema de producción

Blanco recuerda que dos experiencias comerciales en el Reino Unido han llegado a emplear residuos de pan como substituto en torno al 20 y 25% de la malta de cebada. “Los resultados obtenidos pueden ser de gran utilidad no solo para pequeños elaboradores artesanales de cerveza, sino también para grupos cerveceros, ya que según los resultados de nuestra investigación, tras elaborar y analizar la cerveza a nivel sensorial y  físico-químico, es factible la substitución parcial de hasta un 50% de la malta por residuos de pan,  y este hallazgo podría suponer un importante ahorro económico y una reducción del impacto ambiental de su desperdicio”, afirma.

En el laboratorio de la UVa y en colaboración con el Centro Integrado de Formación Profesional Viñalta de Palencia, se puso a punto un proceso para obtener esta bebida fermentada que no difería de la cerveza Ale elaborada 100% malta. Para la elaboración de la cerveza, en el tanque de maceración se incorporó el pan de desecho molturado junto a la malta y se aplicaron rampas de temperatura hasta obtener el mosto dulce. A continuación, se realizó la cocción con lúpulo y se filtró, lo que dio lugar al mosto amargo. Luego se incorporó la levadura para realizar una primera fermentación durante 10 días. Tras la fermentación se filtró para ser envasada en botellas de 33 centilitros. Luego se realizó la segunda fermentación en botella durante 14 días a 21 grados, tras ello las botellas se mantuvieron en refrigeración a 4 grados durante dos semanas más.

 

Bibliografía

Martín-Lobera, C.; Aranda, F.; Lozano-Martinez, P.; Caballero, I.; Blanco, C. A. ‘Bread as a Valuable Raw Material in Craft Ale Beer Brewing’. Foods 2022, 11, 2013. https://doi.org/10.3390/foods11193013

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Los bosques mediterráneos, cada vez más vulnerables al cambio climático

Los bosques mediterráneos, cada vez más vulnerables al cambio climático

El efecto del calentamiento global en la productividad de los bosques ha pasado de positivo a negativo en los últimos 25 años

Una investigación liderada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) demuestra que, en ambientes mediterráneos, los efectos positivos del calentamiento global no compensan los negativos derivados de un mayor estrés y la mayor frecuencia y magnitud de eventos de sequía. Además de la UCM, en el estudio participan las universidades de Alcalá y Valladolid, el Instituto de Ciencias Agrarias y el Instituto Pirenaico de Ecología.

En concreto, según el estudio publicado en Ecosphere, el efecto neto de la temperatura pasó de positivo a negativo en los últimos 25 años, coincidiendo con el aumento aproximado de un 1ºC y con la mayor frecuencia de eventos extremos de sequía.

“Además, este efecto lo hemos encontrado en todas las especies estudiadas, a pesar de que presentan diferencias contrastadas en su tolerancia al estrés hídrico”, destaca Enrique Andivia, investigador del Departamento de Biodiversidad, Ecología y Evolución de la UCM.

Para realizar el trabajo, los investigadores analizaron el crecimiento durante seis décadas (1951-2015) en tres especies de pino en Castilla y León con diferentes tolerancias a la sequía (Pinus pinaster, P. nigra y P. sylvestris). Para ello, recurrieron a la dendrocronología, el estudio de los anillos de crecimiento que además permite estimar la edad de los árboles.

“Estos resultados pueden interpretarse como una señal de alerta temprana de la vulnerabilidad de nuestros bosques al cambio climático. Por un lado, nos indican que el efecto positivo que el calentamiento global pudiera tener sobre la productividad forestal y por tanto sobre la capacidad de los ecosistemas forestales de secuestrar carbono y mitigar el cambio climático es limitado, al menos en ecosistemas limitados por agua”, indica el experto de la UCM.

Por otro lado, continúa Andivia, el hecho de que distintas especies muestren respuestas negativas similares del crecimiento ante el aumento de las temperaturas sugiere que las condiciones de estrés podrían llegar a sobrepasar la capacidad de tolerancia de las especies, incluso de aquellas más adaptadas al estrés hídrico.

Bosque mediterráneo

Bibliografía

Díaz-Martínez, Paloma, Ruiz-Benito, Paloma, Madrigal-González, Jaime, Gazol, Antonio, and Andivia, Enrique. 2023. “Positive Effects of Warming Do Not Compensate Growth Reduction Due to Increased Aridity in Mediterranean Mixed Forests.” Ecosphere 14( 1): e4380. DOI: 10.1002/ecs2.4380


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Los materiales y la energía en la fabricación de vehículos afectan al desarrollo de la movilidad eléctrica

Los materiales y la energía en la fabricación de vehículos afectan al desarrollo de la movilidad eléctrica

Un trabajo de la UVa proyecta cuatro escenarios a futuro y considera que solo una estrategia basada en el decrecimiento ayudaría a las metas ambientales globales

El transporte contribuye a una cuarta parte de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Para mitigar este impacto, el vehículo eléctrico ha emergido como alternativa al alimentado con combustibles fósiles. Sin embargo, la fabricación de estos vehículos y sus baterías requieren de un elevado consumo energético y de materiales. Un equipo investigador de la Universidad de Valladolid ha estimado mediante un modelo la eficiencia de este nuevo paradigma productivo y ha descrito escenarios de movilidad electrificada a los que se podrían dirigir las sociedades.

Cualquier vehículo ha consumido ya una importante cantidad de energía antes de ponerse en marcha. Durante la fase de fabricación, se necesitan extraer materiales para su construcción para darle forma y energía en los procesos de ensamblaje, pero también en la construcción y mantenimiento de las vías por las que va a transitar. “Para un turismo con motores de combustión interna, se estima un consumo de en torno al 80% de la energía en el uso (gasto de combustible), un 12% en la fabricación y el resto en la construcción de la infraestructura del transporte”, explica Íñigo Capellán, investigador del grupo de Energía, Economía y dinámica de Sistemas (GEEDS) de la Universidad de Valladolid (UVa). Este balance cambia notoriamente en el vehículo eléctrico. “Los actuales requieren baterías muy pesadas, de más de 300 kilogramos, y necesitan de grandes insumos energéticos para extraer los materiales que requieren y procesarlos”.

Por ello, un estudio desarrollado por este equipo científico y publicado recientemente en la revista científica Energy and Environmental Science ha tenido en cuenta los requisitos de energía y materiales que requieren estos vehículos antes de rodar. “La energía puede llegar a ser el doble de la empleada en la movilidad del vehículo eléctrico a lo largo de toda su vida útil”, subraya Capellán. Este trabajo, firmado por ingenieros y físicos, se dirige a obtener vehículos eléctricos realmente sostenibles, de uso mayoritariamente compartido, construidos con materiales reciclados y que se alimenten con electricidad procedente de fuentes renovables.

Causa-efecto

El grupo de investigación de la UVa trabaja en el desarrollo de modelos de simulación dinámica, unas proyecciones que permiten analizar las estrategias para alcanzar el cien por cien de uso de energías renovables en las sociedades futuras. La metodología se basa en la dinámica de sistemas: se identifican las principales magnitudes de un problema dado (como por ejemplo el consumo de recursos) y se identifica cuál es la relación de causa-efecto entre entre las variables. Estos modelos de GEEDS, como uno global denominado WILIAM en el que trabajan actualmente, han sido desarrollados con otros socios y financiados en el marco de proyectos europeos.

En este caso, el modelo propuesto es capaz de asignar el tipo de baterías para vehículos eléctricos en función de la escasez del material que se requiere y de sus rendimientos energéticos, desde la extracción minera de las materias primas al rodaje del propio transporte. Hay que recordar que las baterías necesitan materiales denominados críticos por su disponibilidad y su dificultad para ser extraídos: níquel, cobalto, litio. “Estos materiales no se emplean por capricho, sino porque tienen unas propiedades físico-químicas muy ventajosas”, explica Capellán. La dependencia de estos materiales críticos, a pesar de los esfuerzos de los fabricantes por hallar nuevos tipos de batería, condiciona por lo tanto el desarrollo de esta industria.

El modelo permite también dibujar escenarios de transición hacia un transporte más electrificado: con las tendencias esperadas por la evolución actual de la implantación del vehículo eléctrico, con un gran desarrollo de transportes más livianos a los actuales de pesadas baterías, en un horizonte presidido por vehículos eléctricos de dos ruedas, y en un escenario de decrecimiento. Este concepto alude a una economía orientada a satisfacer las necesidades humanas sin necesidad de un crecimiento continuo. Aplicada al transporte, implica una reducción de la demanda de transporte per capita en los países más ricos, y un cambio modal masivo hacia modos de transporte público y ligeros como patinetes y bicicletas. “De las cuatro simulaciones, la basada en los principios del decrecimiento es la única que se situaría en la línea de reducción de gases de efecto invernadero en línea con los objetivos internacionales para mantener la temperatura global por debajo de dos grados”, advierte el investigador. Incluso en este escenario, “las actuales reservas de cobre, cobalto, manganeso y níquel se agotarían para 2050”, añade.

Limitaciones del estudio

El autor advierte que este estudio tiene ciertas limitaciones en las que quieren trabajar a futuro. Entre ellas están la inclusión del papel del transporte compartido, el desarrollo de las tecnologías de hidrógeno, las diferencias regionales y la falta de datos sobre disponibilidad de materiales, que no permite conocer con precisión cómo la escasez de estos podría afectar a la demanda.

Bibliografía

Pulido Sánchez, D., Capellán Pérez, Í., de Castro, C., & Frechoso, F. (2022). Material energy requeriments of transport electrification. Energy Environ. Sci., 2022, 15, 4872-4910 DOI: https://doi.org/10.1039/D2EE00802E