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Un estudio destaca los beneficios de los centros comerciales para las ciudades

Un estudio destaca los beneficios de los centros comerciales para las ciudades

Una investigación del Departamento de Economía Aplicada de la UVa analizó las grandes superficies de Castilla y León. La repercusión es positiva para el empleo y los salarios, aunque el consumidor dispone de una menor variedad de alternativas entre las que elegir

La presencia de centros comerciales en Castilla y León desde hace algo más de tres décadas ha tenido efectos económicos que, en general, se pueden calificar de positivos para las ciudades donde se instalan. Su aparición también ha contribuido a modificar el urbanismo y, como efecto menos deseable, la variedad de comercios ha descendido, de manera que el consumidor ha perdido capacidad de elección, según los resultados de una tesis doctoral del Departamento de Economía Aplicada de la Universidad de Valladolid (UVa).

Su autor, Juan Carlos Frechoso Remiro, profesor de la Facultad de Ciencias Empresariales y del Trabajo del Campus de Soria y cuya tesis fue dirigida por los profesores Pablo de Frutos Madrazo y Helena Villarejo Galende, explica que el objetivo de su trabajo era realizar un análisis de las consecuencias que ha tenido la instalación de grandes superficies tanto para los consumidores como para el sector del comercio. “Existía un tópico según el cual los centros comerciales destruían y precarizaban el empleo y hacían bajar los salarios, pero nos hemos encontrado con datos que indican lo contrario”, afirma. 

Desde la década de 1980, cuando comienzan a construirse las primeras grandes superficies en la región, hasta 2014, el número de ocupados en el comercio minorista ha crecido, salvo cuando se ha topado con la crisis económica. Aunque se ha destruido tejido comercial tradicional, “la típica tienda familiar que no se ha adaptado a los tiempos”, otros tipo de pequeños comercios ha sabido modernizarse, asociándose en centros comerciales abiertos, convirtiéndose en franquicia u ofreciendo un aspecto más innovador.

Los centros comerciales no precarizan el empleo, puesto que, entre sus trabajadores, no hay más trabajos temporales que en el pequeño comercio y sus salarios han crecido por encima de la inflación. En definitiva, “hay más gente trabajando en el sector y cobrando más”, resume el autor.

 

Cambios en el urbanismo

Sin embargo, analizar la repercusión de este fenómeno va mucho más allá de los criterios económicos. Uno de los aspectos más curiosos es su capacidad para modificar el urbanismo de las ciudades. Por ejemplo, “en Valladolid, el Centro Comercial Vallsur favoreció que se extendiera la ciudad con zonas como Covaresa o Parque Alameda”.

Tampoco la propia distribución de centros comerciales por la geografía española responde a criterios exclusivamente económicos. “Presumíamos que los principales factores eran la población y la riqueza, pero, a la hora de comparar lo que sucede en distintas comunidades autónomas, nos llevamos sorpresas. Por ejemplo, Cataluña debería ser la segunda autonomía con más centros comerciales debido a su población y su riqueza, pero ocupa el cuarto puesto y esto se debe a una cierta resistencia de la Generalitat a conceder licencias”, señala Juan Carlos Frechoso.

Castilla y León ocupa el octavo puesto, aunque, dada la extensión, llama la atención la gran concentración que existe en Valladolid, donde existen algunas particularidades poco frecuentes, como la capacidad de atracción de clientes regionales que tiene RÍO Shopping.

 

Establecimientos que salen favorecidos

Otro aspecto analizado en la tesis es la capacidad que tienen los centros comerciales de favorecer a determinados formatos comerciales. Entre ellos están las grandes superficies especializadas, como las de electrónica (Media Markt) o también las franquicias y outlets, dedicados a la venta de productos en stocks de temporadas anteriores de determinadas marcas.

Sin embargo, “en todos los centros comerciales encontramos casi las mismas empresas”, mientras que se produce un fenómeno de concentración del comercio minorista, cuya variedad es cada vez menor. Ello redunda en que “el consumidor tiene menos alternativas, menos posibilidades de elegir”.

Los datos con los que se ha llegado a estas conclusiones proceden de la Asociación Española de Centros y Parques Comerciales (AECC), la Asociación Empresarial del Comercio Textil y Complementos (Acotex), el Observatorio de las Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), páginas web de algunas empresas y el Instituto Nacional de Estadística (INE).

 

 

Futuros estudios

En general, las conclusiones indican que los centros comerciales conllevan beneficios significativos para los municipios en los que se instalan, de manera que “parecería lógico que las autoridades no se opusieran a la apertura de nuevas superficies”, comenta el autor de la tesis. Sin embargo, matiza que su estudio se ha realizado de acuerdo con los datos reales. “No sabemos hasta qué punto las condiciones cambiarían si se abriesen centros por doquier”, señala.

 

Siguiendo con esta línea de investigación, sucesivos estudios podrían abordar aspectos que se han quedado fuera de la tesis de Juan Carlos Frechoso, como, por ejemplo, la repercusión en los precios. “Hemos visto que, mientras en ropa o calzado los precios son más bajos que en el comercio tradicional, en alimentación son superiores”, apunta. Pero el análisis es complicado, sobre todo teniendo en cuenta la influencia de la crisis económica.

Bibliografía

Frechoso Remiro, Juan Carlos. ‘Efectos económicos de los centros comerciales: el caso de Castilla y León. Universidad de Valladolid. Facultad de Económicas y Empresariales. URI: http://uvadoc.uva.es/handle/10324/16530

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Una nueva metodología amplía el conocimiento sobre herramientas creadas hace 1,7 millones de años

Una nueva metodología amplía el conocimiento sobre herramientas creadas hace 1,7 millones de años

La Universidad de Valladolid lidera una investigación sobre el origen del Achelense en África oriental

Para conocer la forma de vida de los primeros grupos humanos, las herramientas de piedra constituyen una valiosa fuente de información. Hace 1,7 millones de años, las primeras comunidades de Homo ergaster comienzan a desarrollar una nueva tecnología, conocida como Achelense, basada en herramientas grandes, pesadas y complejas. Estos nuevos objetos, entre los que destaca el hacha de mano o bifaz, suponen un gran avance respecto a los cantos tallados fabricados durante el Olduvayense, periodo anterior.

Un equipo arqueológico de la Universidad de Valladolid ha desarrollado nueva metodología de análisis para estudiar las primeras herramientas  fabricadas por el Homo ergaster. Esta nueva técnica de estudio ha sido aplicada en el yacimiento FLK West (Frida Leakey Korongo West), localizado en la garganta del Olduvai (Tanzania). Los resultados han sido publicados en la prestigiosa revista científica PLOS ONE.

Hace 1,7 millones de años, en Olduvai existía un gran lago alimentado por ríos estacionales. Allí convivían tres especies de homínidos, Homo ergaster, Homo habilis y Paranthropus boisei. Solo la primera era capaz de fabricar herramientas achelenses, lo que les otorgó una mayor capacidad de adaptación  a la sabana, al aprovechar mejor sus recursos con esta floreciente industria lítica. En el yacimiento de FLK West, localizado en el tramo bajo de unos de los principales cursos fluviales que desembocaba en el salobre lago, se han hallado decenas de objetos tallados por el Homo ergaster.

 

Investigadores de la Universidad de Valladolid, en Olduvai

Investigadores de la Universidad de Valladolid, en Olduvai

Orígenes

“Hasta ahora se sabía muy poco sobre los mecanismos tecno-económicos que habían desencadenado el origen del Achelense, entendido como la aparición de una panoplia de herramientas de piedra grandes y  pesadas», explica Policarpo Sánchez, primer firmante del estudio. El equipo de investigación de la Universidad de Valladolid ha contribuido a ampliar el conocimiento de los procesos de fabricación y uso de las primeras herramientas achelenses. Se han estudiado 84 utensilios, un porcentaje significativo del total de los primeros útiles achelenses. Los arqueólogos únicamente han encontrado unos pocos centenares de grandes utensilios correspondientes a este momento germinal del Achelense hace 1,7 millones de ańos.La mayor parte de los restos arqueológicos encontrados en FLK West están depositados en la estación española Emiliano Aguirre, en Tanzania, aunque algunas pocas se han trasladado a la UVa para su restauración y posterior estudio. El equipo investigador se encuentra actualmente en una nueva campaña arqueológica en FLK West.

Esta publicación es el resultado de los trabajos arqueológicos que un equipo de investigadores del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la UVa, encabezado por el profesor Fernando Díez Martín, está llevando a cabo ininterrumpidamente desde 2012 en el yacimiento achelense de FLK West, en Olduvai (Tanzania). Estas labores de excavación e investigación se enmarcan dentro del proyecto I+D Los primeros humanos y su evolución del Olduvayense al Achelense: Un proyecto paleoantropológico en la garganta de Olduvai, Tanzania, coordinado por el profesor de la Universidad Complutense de Madrid Manuel Domínguez Rodrigo, y en el que participan otros centros nacionales (Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid, Instituto de Evolución en África y Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana) e internacionales (Universidad de Dar es Salaam, Tanzania; Universidad de Calgary, Canadá; Universidad de Carolina del Norte, Estados Unidos).

El uso y la forma

De los 84 objetos estudiados, cuatro son bifaces, uno concretamente cumple todos los estándares clásicos. El bifaz es una piedra tallada con dos filos que convergen en un extremo apuntado. “Podemos afirmar que se trata de la herramienta  más exigente a nivel técnico y formal”, explica Sánchez.

Junto a la descripción de los objetos líticos, el equipo investigador ha tratado de responder a la pregunta sobre cómo pudieron ser utilizadas estas herramientas y si su uso condicionó su forma o viceversa. El equipo científico ha divido los objetos en tres grandes grupos en función de cómo pudieron ser empleados: los que apoyan el filo sobre la materia a transformar, como los actuales cuchillos; los que dejan caer el filo para trocear por golpeó, como un hacha; y aquellos que emplean ambas acciones.

El Achelense

El Achelense es el fenómeno tecnológico de más éxito adaptativo dentro de la evolución del ser humano, pues pervive en el registro arqueológico durante más de 1,5 millones de años, desde hace 1,7 millones de años a 200.000 años del tiempo actual. Se expande por África y Eurosasia, conforme los continentes son colonizados, y diferentes especies de homínidos lo desarrollan. El origen del Achelense alumbra la aparición de un comportamiento complejo, asociado a nuevas y avanzadas competencias cognitivas, comunicativas, sociales y económicas.

Las primeras evidencias de este trascendental cambio tecnológico, datadas hace 1,7 millones de años, han sido encontradas en tres yacimientos del Este de África: FLK West, en Olduvai (Tanzania), Kokiselei 4 (Kenia) y Konso Gardula A6-1 (Etiopia). De estos tres yacimientos, el tanzano ha proporcionado las evidencias más sólidas, abundantes y mejor contextualizadas que hacen de este yacimiento un lugar excepcional para conocer el origen del Achelense.

 

Bibliografía

Policarpo Sánchez Yustos, Fernando Díez Martín, Manuel Domínguez Rodrigo, Javier Duque, Cristina Fraile, Isabel Díaz, Sara de Francisco, Enrique Baquedano, Audax Mabulla, ‘The Origin of the Acheulean. Techno-functional Study of the FLK West Lithic Record (Olduvai, Tanzania)’, PLOS ONE (2017).

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El topillo campesino contribuye al aumento de la tularemia en el medio agrario

El topillo campesino contribuye al aumento de la tularemia en el medio agrario

El incremento de la población de estos roedores está vinculado a la multiplicación de la bacteria que causa la enfermedad

En una investigación publicada en el último número de la revista Emerging Infectious Diseases, los investigadores describen el análisis de muestras de topillos de la provincia de Palencia tomadas entre 2013 y 2015, coincidiendo con una explosión demográfica del topillo campesino en Castilla y León. Utilizando muestras de tejidos (hígado y bazo de estos animales) y técnicas moleculares, han profundizado en la presencia de la bacteria Francisella tularensis y su relación con la densidad poblacional de estos roedores.

Los resultados indican que la prevalencia media de la bacteria en el topillo campesino durante esos años fue del 20.16%, e, incluso, del 33% durante un pico poblacional que tuvo lugar en julio de 2014.

De forma general, la enfermedad en personas comienza con síntomas inespecíficos, mayoritariamente tipo gripal, que varían en función de la vía de transmisión y la mayoría de los casos curan con el tratamiento antibiótico adecuado.

“Las personas se pueden infectar por diferentes vías, como son la inhalación de aerosoles y material vegetal o tierra infectada, el contacto con animales muertos, por ingestión de agua contaminada, así como la picadura de vectores de transmisión como garrapatas y mosquitos”, explica la investigadora pre-doctoral de la UVa Ruth Rodríguez-Pastor.

 

Ruth Rodríguez Pastor, en el laboratorio

 Ruth Rodríguez Pastor, en el laboratorio

 

Brotes en Castilla y León

Dos grandes brotes de tularemia han sacudido Castilla y León en los últimos años: uno entre 1997 y 1998, y el segundo entre 2007 y 2008. En total fueron más de mil las personas afectadas por la enfermedad, notificadas de manera oficial. “El primer brote fue principalmente atribuido a la manipulación de liebres de caza, mientras que el segundo a un aumento de la abundancia del topillo campesino”, señala Rodríguez-Pastor.

Posteriormente, en 2014, volvieron a aumentar los casos de tularemia en humanos, con 95 pacientes confirmados, en un momento en que se registró de nuevo un aumento “significativo” de la población de topillo.

Según los autores, esta investigación pone de manifiesto que el topillo campesino tiene un papel clave en la transmisión y en la amplificación de la bacteria en los medios agrarios de Castilla y León, donde esta especie de roedor está ampliamente distribuida. La amplificación del patógeno en el medio se produce principalmente durante las plagas, cuando se alcanzan densidades de hasta 1.000 topillos por hectárea, de los cuales un tercio puede ser portador de Francisella tularensis.

“Por tanto, es importante llevar a cabo un seguimiento de las poblaciones de topillo campesino para prevenir los brotes de tularemia, tratando de reducir la exposición de las personas a dicha enfermedad”, agrega la investigadora.

Además de investigadores de iuFOR y Universidad de Valladolid, en el trabajo han participado científicos del CSIC (IREC), del Instituto de Salud Carlos III (Madrid), y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Castilla-La Mancha.

Bibliografía

Ruth Rodríguez-Pastor, Raquel Escudero, Dolors Vidal, François Mougeot, Beatriz Arroyo, Xavier Lambin, Ave Maria Vila-Coro, Isabel Rodríguez-Moreno, Pedro Anda y Juan J. Luque-Larena. Density-Dependent Prevalence of Francisella tularensis in Fluctuating Vole Populations, Northwestern Spain. Emerging Infectious Diseases. DOI: https://doi.org/10.3201/eid2308.161194

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Reducir la contaminación puede perjudicar a un país a corto plazo

Reducir la contaminación puede perjudicar a un país a corto plazo

Un trabajo del Instituto de Investigación en Matemáticas de la Universidad de Valladolid (IMUVa) demuestra de forma teórica que si un país disminuye sus emisiones, otros aprovechan la coyuntura para incrementarlas

Un estudio del Instituto de Investigación en Matemáticas de la Universidad de Valladolid (IMUVa) demuestra a través de un modelo teórico que los países que apuestan por reducir las emisiones contaminantes ayudan a conseguir un menor nivel de contaminación global, lo que les permite obtener un mayor bienestar a largo plazo, pero se ven perjudicados en un primer momento porque la reducción de emisiones viene de la mano de una bajada de su producción. Los países no previsores aprovechan la circunstancia para contaminar más, de manera que las cifras globales pueden incrementarse a corto plazo. Ante este resultado, los incentivos y las medidas obligatorias serían imprescindibles para disminuir la contaminación transfronteriza.

La investigación, publicada en la revista científica European Journal of Operational Research en colaboración con la Universidad de McGill de Canadá, está basada en los métodos matemáticos que se conocen como “optimización dinámica”, en particular, en la teoría de juegos dinámicos, que el grupo de la investigadora Guiomar Martín Herrán está aplicando a problemas medioambientales.

Estos “juegos dinámicos” tienen tres características que se ajustan al problema de la contaminación transfronteriza. La primera de ellas es la interdependencia estratégica, es decir, que la acción de un agente económico influye en el bienestar de otros; por ejemplo, el vertido de una empresa a un río tiene consecuencias para terceros. La segunda es la influencia del paso del tiempo, ya que los problemas medioambientales son intrínsecamente dinámicos y pueden aparecer o verse modificados con los años, siendo el tiempo un elemento clave en las interacciones entre los agentes o la credibilidad de las políticas de regulación medioambiental. Finalmente, la tercera es el comportamiento estratégico de los agentes decisores en la toma de decisiones a largo plazo, un aspecto que permite dividir a los agentes entre “miopes” (los que no tienen visión de futuro) y “no miopes” (los que sí la tienen).

En este caso, cada agente es un país que debe maximizar el bienestar de sus ciudadanos jugando con dos aspectos. Por una parte, cuantos más produce, más aumenta dicho bienestar. Por otra, la producción implica emisiones contaminantes, que se acumulan en un stock de contaminación y ésta, a su vez, reduce el bienestar. Son dos fuerzas que se contrarrestan y, por lo tanto, es necesario buscar un equilibrio para conseguir el objetivo, el mayor beneficio posible para los habitantes de un país.

Los países miopes son los que se centran en los resultados a corto plazo y, por lo tanto, producen todo lo que pueden sin pensar en las consecuencias que la contaminación traerá para el futuro. Los no miopes sacrifican la producción para lograr un mayor bienestar a largo plazo a pesar de que en un primer momento pierden bienestar al producir menos bienes.

En apariencia, es de suponer que el bienestar total será mayor cuantos menos países miopes haya, pero en este trabajo “demostramos matemáticamente que no siempre es así, que esto sólo se cumple a largo plazo, porque en un primer momento cuando un país miope pasa a ser no miope y, por lo tanto, reduce sus emisiones, el resto las incrementa”, explicó la investigadora en el momento de la publicación.

“El que deja de ser miope sale perdiendo a corto plazo y los demás se aprovechan”, resumió la matemática. Este planteamiento teórico encaja muy bien para explicar lo que sucede en la realidad en el caso del comercio de derechos de emisión de gases de efecto invernadero. Hay empresas que contaminan por debajo de los límites establecidos, pero le pueden vender derechos de emisión a las que contaminan en exceso, de manera que el resultado global no varía por el hecho de una compañía reduzca sus emisiones.

Sin embargo, los investigadores advierten de que su modelo no está basado en la realidad, sino en un planteamiento teórico que puede servir de base para analizar estas cuestiones. “Es una herramienta matemática que conlleva realizar simplificaciones” y no tener en cuenta, por ejemplo, que la tecnología de algunos países avanzados puede permitir producir lo mismo o más contaminando menos que otros.

 

 De izquierda a derecha, Javier de Frutos, Guiomar Martín y Francisco Cabo, investigadores relacionados con el trabajo

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La UVa, en el grupo internacional que publica el primer atlas especializado en el bonobo

La UVa, en el grupo internacional que publica el primer atlas especializado en el bonobo

El bonobo es una de las dos especies que componen el género de los chimpancés, los parientes vivos más próximos genéticamente a los seres humanos. El Laboratorio de Anatomía Comparada de la UVa cuenta con una amplia experiencia en el estudio y disección de primate

Investigadores del Laboratorio de Anatomía Comparada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid (UVa) forman parte del grupo internacional que ha publicado el primer atlas musculo-esquelético del bonobo o chimpancé pigmeo (Pan paniscus), una especie de simio en peligro de extinción que, junto al chimpancé común, es el pariente vivo más próximo genéticamente a los seres humanos

La UVa forma parte de este equipo internacional en el que participan otras cinco universidades de Estados Unidos, Bélgica y Alemania, ya que cuenta con una amplia experiencia en la disección y estudio de primates.

De hecho, en este Laboratorio de la UVa se han gestado publicaciones especializadas sobre el gorila, el chimpancé, el orangután o el gibón, algunas únicas en el mundo, gracias a la donación de ejemplares que fallecen en diversos zoos de España, con los que la Universidad ha suscrito convenios. Anualmente, el Laboratorio organiza jornadas de disección a las que acuden investigadores de diversos países, principalmente Estados Unidos.

En el caso del bonobo, según explica el responsable del Laboratorio de Anatomía Comparada y del Museo de Anatomía de la UVa, Juan Francisco Pastor, “no es una especie presente en los zoos españoles aunque a nivel europeo hay varios centros en Bélgica, Francia y Alemania que los tienen”.

En concreto, los profesores Pastor y Félix de Paz participaron en el análisis de tres ejemplares adultos, cuatro infantiles y dos fetos de bonobo donados por el parque zoológico de Amberes (Bélgica), tras ser invitados a unas Jornadas de Disección Anatómica en esta ciudad el pasado año. De estas jornadas intensivas, que se prolongaron a lo largo de diez días, salieron varios artículos científicos y una publicación especializada en la especie con una parte de descripción donde se detallan los músculos y huesos de los animales (aspectos como su situación, pesos y medidas) y una parte de atlas donde se exponen las disecciones practicadas.

 

El responsable del Laboratorio de Anatomía Comparada y del Museo de Anatomía de la UVa, Juan Francisco Pastor

El responsable del Laboratorio de Anatomía Comparada y del Museo de Anatomía de la UVa, Juan Francisco Pastor

Una especie muy particula

Los bonobos son una de las dos especies que componen el género de los chimpancés, junto con el chimpancé común (‘Pan troglodytes’). Ambas son especies cercanas, ya que se separaron hace apenas un millón de años. Sin embargo, sus comportamientos sociales son muy diferentes: mientras que el chimpancé tiene un comportamiento más agresivo y un fuerte componente territorial, el bonobo tiene un carácter pacífico y presenta un alto nivel de actividad sexual. El sexo cumple un rol fundamental en su sociedad, ya que ejerce funciones de unión social, resolución de conflictos y reducción del nivel de estrés. Externamente también son diferentes, el bonobo es más pequeño, grácil y estilizado, y es capaz de caminar erguido durante periodos de tiempo más prolongados.

Bonobos y chimpancés están separados por el río Congo, en África, una falta de contacto que explica su diferente evolución. Ambos también se encuentran fuertemente amenazados. En el caso de los bonobos, sus territorios, situados en la margen izquierda del río, están muy aislados. Se estima que su número se ha reducido a la mitad durante los últimos 20 años y los conflictos humanos, la caza ilegal o la destrucción de la selva ponen en grave peligro su supervivencia.

 

Bibliografía

R. Diogo, B. Shearer, J.M. Potau, J.F. Pastor, F.J. de Paz, J. Arias-Martorell, C. Turcotte, A. Hammond, E. Vereecke, M. Vanhoof, S. Nauwelaerts, B. Wood. Photographic and Descriptive Musculoskeletal Atlas of Bonos. Springer.

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Descifrado el funcionamiento interno de los pinares de repoblación

Descifrado el funcionamiento interno de los pinares de repoblación

El Instituto Universitario de Gestión Forestal Sostenible observa un carácter protector desconocido hasta el momento

Un tesis doctoral defendida en el Instituto Universitario de Gestión Forestal Sostenible de la Universidad de Valladolid (Campus de Palencia) revela los principales factores que afectan al desarrollo de los pinares de repoblación. El estudio, elaborado por Teresa de los Bueis, aporta información muy valiosa para la gestión sostenible de estas plantaciones que por su carácter inminentemente protector —a priori no comercial— se desconocía hasta el momento.

El pino carrasco y el pino silvestre —dos especies de sobra conocidas en nuestro país— tienen en común que fueron ampliamente utilizadas desde mediados del siglo XX para repoblar, respectivamente, antiguos encinares y robledales que, después de ser deforestados para uso agrícola o aprovechamiento de leñas, sufrían serios problemas de erosión. Hoy en día, estos pinares están ampliamente asentados y a punto de alcanzar la madurez, por ello es indispensable conocer con profundidad qué relación hay entre los factores del medio y su crecimiento, de manera que sea posible proponer una gestión sostenible para los años venideros.

 

El secreto está en el suelo

“Hemos detectado que los parámetros bioquímicos del suelo son factores determinantes de la productividad forestal porque afectan a la actividad de las bacterias y hongos encargados de la descomposición de la materia orgánica”, comenta la doctora Teresa de los Bueis que ha conseguido con su investigación dar una respuesta sólida a cómo funcionan estos ecosistemas.
Según los resultados de su tesis el agua es el factor limitante para la actividad descomponedora en las plantaciones de pino carrasco, sin embargo en las zonas de pino silvestre no es el agua, sino la elevada acidez del suelo la que actúa como limitante de estos procesos.

 

El manejo silvícola: una posible solución

“Los clareos que conllevan alteración de la densidad de estas plantaciones tienen un impacto sobre el ciclo de nutrientes en el suelo”, asegura la investigadora; y es que en el caso del pino carrasco el simple hecho de “abrir” el bosque facilitaría la incorporación del agua de lluvia al suelo, mejorando así las condiciones para la descomposición de la materia orgánica. En el caso del pino silvestre la acidez del suelo podría corregirse con la incorporación paulatina de robles

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Descritas setas comestibles de gran valor comercial en Etiopía

Descritas setas comestibles de gran valor comercial en Etiopía

Una tesis defendida en el campus de la Yutera describe hongos que pueden mejorar las condiciones económicas del país africano

La economía etíope es aún de subsistencia. Su producto interior bruto se basa en un 45% en la agricultura y tres de cada cuatro habitantes, en una población total de más de cien millones, subsisten con menos de dos dólares al día. Una investigación de la Cátedra de Micología de la Universidad de Valladolid abre nuevas perspectivas económicas para el aprovechamiento de sus recursos forestales de este país africano y, por tanto, la mejora en la calidad de vida de sus nacionales. Una tesis defendida en el campus de la Yutera, Palencia, por Tatek Bejene Bekele ha descrito en los bosques de las regiones montañosas centenares de especies de setas, algunas con gran valor económico en el mercado internacional, y ha determinado políticas de protección de las zonas forestales que las albergan para reducir los efectos de los incendios, conservar y explotar estos recursos.

La tesis doctoral, dirigida por Juan Andrés Oria de Rueda y Pablo Martín Pinto, director y subdirector respectivamente de la cátedra de Micología y profesores del Instituto de Gestión Forestal Sostenible, fue defendida el 26 de junio de 2017. En ella, se han registrado por primera vez cientos de especies micológicas tanto en Etiopía como en el conjunto del continente africano. También se ha descubierto la relación entre comunidades de hongos con bosques naturales y repoblaciones forestales y el daño causado por el fuego en todos estos ecosistemas. El trabajo ayuda al gobierno etíope a establecer políticas para el aprovechamiento de estos recursos forestales para reducir la incidencia de los incendios forestales en estas grandes masas arbóreas.

A través de un trabajo de campo, el equipo investigador ha parcelado diferentes bosques de la zona afromontana del país, conocido como Macizo Etíope y con cumbres de hasta 4.500 metros. El muestreo ha permitido conocer la diversidad, composición y producción de setas de las partes boscosas alrededor de estas montañas. Se han descrito centenares de hongos por primera vez en esta región del continente. Ciertas especies micológicas ya están extinguidas o se encuentran muy amenazadas en Europa, pero proliferan en estas sabanas y bosques africanos.

La tesis, titulada Comunidades fúngicas procedentes de sistemas forestales en Etiopía, añade al trabajo macroscópico otro de carácter genético y constata que especies de champiñones del género Agaricus y otras de los géneros Terfezia, Calvatia y Suillus disponen de un aprovechamiento comercial. “Tiene una gran importancia para las poblaciones locales, que se encuentran en situación de pobreza extrema”, añade su director, Oria de Rueda. La proyección del trabajo científico ha llevado a la UVa y al gobierno etíope a acordar ampliar la investigación a otras regiones del país.

 

Tatek Dejene, en la defensa de la tesis 'Comunidades fúngicas procedentes de sistemas forestales en Etiopía'

Tatek Dejene, en la defensa de la tesis ‘Comunidades fúngicas procedentes de sistemas forestales en Etiopía’

Incendios y hongos

Una segunda parte del trabajo ha ahondado en la relación de los bosques autóctonos o plantaciones de árboles como pinos y eucaliptos para aprovechamiento maderero con los hongos que albergan para mejorar la gestión ambiental de todos estos recursos forestales. “Existe un interés local en evitar incendios forestales de origen humano, algunos de los cuales son provocados por ganaderos para ampliar la zonas de pasto para sus reses”, explica el profesor del Instituto de Gestión Forestal Sostenible de la UVa.

Además, existen incendios forestales provocados por el abandono de la ganadería extensiva en favor de la estabulada. “La retirada tanto de las grandes cantidades de herbívoros, tanto salvajes como domésticos, de las zonas boscosas ha producido un crecimiento del matorral seco, que se convierte en combustible de megaincendios”, indica Oria de Rueda. El aprovechamiento micológico y el retorno a la ganadería extensiva favorecen la limpieza de los bosques y contribuye a la reducción de tierras quemadas, expone el trabajo. “Los resultados son equiparables a la situación que se vive en España y Portugal”, resume el especialista.

Tatek Dejene, etíope, ha permanecido cuatro años en España. Ha colaborado en investigaciones y jornadas micológicas tanto en Castilla y León como en su propio país, así como en diversos países europeos a través de congresos. “Todo ello ha sido una enriquecedora experiencia que no dudamos en mantener”, expresa su director de tesis. Profesores de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias de Palencia trabajan asiduamente en Etiopía y existen investigaciones micológicas al otro lado del continente, en Senegal. “La colaboración mutua y enriquecedora de los distintos pueblos y naciones es el futuro”, añade el director de la cátedra.

 

Bibliografía

Tatek Dejene Bekele, Comunidades fúngicas procedentes de sistemas forestales en Etiopía, Universidad de Valladolid (2017)

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Un proyecto europeo desarrolla nuevos hidrogeles para aplicaciones biomédicas

Un proyecto europeo desarrolla nuevos hidrogeles para aplicaciones biomédicas

El grupo Bioforge de la Universidad de Valladolid participa en un consorcio junto a varios países europeos. La iniciativa se centra sobre todo en la formación de jóvenes científicos que viajarán por distintos laboratorios punteros para realizar su tesis doctora

El grupo de investigación Bioforge de la Universidad de Valladolid participa en un proyecto europeo del programa Horizonte 2020 denominado Biogel junto a otros científicos de Alemania, Países Bajos, Austria, Grecia y España. El trabajo que desarrollan se centra en la ingeniería de hidrogeles sensibles para diagnósticos y terapias en el ámbito biomédico.

Los hidrogeles son materiales con alto contenido en agua y formados por entramados moleculares que dejan huecos que pueden ser rellenados por agua. Esto le confiere unas propiedades de gran elasticidad y resistencia, siendo especialmente adecuados para algunos usos, como el biomédico.

“Nuestra tarea consiste en desarrollar nuevos materiales para formar estos hidrogeles, es decir, la parte que no es agua, que debe ser funcional y tener unas propiedades determinadas para que pueda interactuar con células o fármacos, por ejemplo”, explica José Carlos Rodríguez Cabello, director del grupo Bioforge. De hecho, el sector biomédico es el campo con mayores aplicaciones, puesto que de algún modo “todos los tejidos biológicos son similares a los hidrogeles”, asegura.

En este sentido, el proyecto europeo Biogel trabaja sobre conceptos básicos para entender mejor sus propiedades físicas, químicas y biológicas, es decir, sobre cómo funcionan molecularmente. Sobre estos conocimientos, servirá también para fabricar nuevos hidrogeles en áreas donde existen problemas aún no resueltos tecnológicamente. Para ello, “intentamos comprender cómo funcionan los hidrogeles biológicos en las células y fuera de ellas”.

Se trata de “buscar inspiración” en los tejidos biológicos y aplicar esos conocimientos para desarrollar nuevos hidrogeles sintéticos en áreas como la ingeniería de tejidos o medicina regenerativa, para la dosificación de fármacos y otras aplicaciones relacionadas con la nanomedicina, es decir, la medicina a muy pequeña escala.


Jóvenes investigadores
Aparte de la labor investigadora, el proyecto tiene un importante componente formativo, ya que se incluye dentro de las acciones Marie Skłodowska-Curie Innovative
Training Networks (ITN-ETN) de la Comisión Europea, cuyo objetivo principal es la formación de jóvenes científicos que van a realizar su tesis doctoral en campos estratégicos del conocimiento.

Con un presupuesto global de más de 3,5 millones de euros, de los que la UVa recibe casi 250.000, la idea es aprovechar las sinergias de  grupos de investigación muy potentes que se unen para formar el consorcio internacional. De esta forma, los futuros doctores pueden moverse por varios laboratorios y obtener una formación multidisciplinar. En este caso, se contratan 14 jóvenes investigadores que se reparten entre los socios del proyecto –al menos seis de ellos pasarán por Valladolid- y realizan reuniones periódicas entre sí para compartir sus avances.

Aplicaciones prácticas

El proyecto arrancó hace poco más de un año y tiene prevista una duración de cuatro, de manera que se prolongará hasta finales de 2018. Dentro del consorcio se incluyen empresas, como la vallisoletana Technical Proteins Nanobiotechnology, ya que uno de los objetivos es que la investigación no pierda de vista la transferencia de resultados, de manera que el trabajo se vea reflejado en aplicaciones prácticas para el mercado.

En el campo de las terapias celulares, es decir, los tratamientos que utilizan las células como agente terapéutico, los hidrogeles pueden servir para “ayudar a las células a encontrarse”. Un ejemplo puede ser la regeneración de tejidos cardiacos, cartílagos,
nervios o vasos sanguíneos. “La terapia celular siempre requiere un hidrogel, con una actividad biológica controlada y mínimamente invasivo”, apunta el experto, ya que la labor de este elemento es servir de vehículo “para que las células lleguen donde deben y no se vayan”.

Para ello, los hidrogeles se tienen que mimetizar con su entorno y una estrategia para conseguirlo es que estén formados por proteínas sintéticas. Tras estudiar cómo funcionan los tejidos biológicos, los investigadores se proponen realizar “versiones simplificadas de las proteínas naturales” que puedan tener justo las propiedades que se buscan consistirán los materiales avanzados que formarán los nuevos hidrogeles
en desarrollo y que serán producidos por técnicas biotecnológicas.

“Pensamos en una composición y tratamos de fabricar el ADN sintético que
produciría ese compuesto en un ser vivo”, apunta el coordinador del grupo Bioforge. “Es una manera de tener materiales sofisticados a un coste reducido y en un tiempo récord”, agrega. Aunque en la actualidad ya existen diversos hidrogeles destinados a aplicaciones biomédicas, generalmente están constituidos por componentes muy básicos, más orientados, por ejemplo, al transporte de fármacos, y que fallan en aplicaciones más avanzadas como las que se propone este proyecto europeo.

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Una estancia internacional potencia una investigación para obtener biocombustibles a partir de salvado de trigo

Una estancia internacional potencia una investigación para obtener biocombustibles a partir de salvado de trigo

Una investigadora del Conicet argentino visita durante cuatro meses la Universidad de Valladolid gracias a una ayuda del CEI Triangular-E3

Una investigadora adjunta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina, Soledad Aspromonte, realiza una estancia en la Universidad de Valladolid (UVa) con el fin de desarrollar etapas de biorrefinería que permitan la obtención de biocombustible a partir de salvado de trigo. La científica se ha incorporado a esta línea de trabajo gacias a una ayuda para investigadores visitantes convocada por el Campus de Excelencia Internacional Triangular-E3.

Aspromonte, docente además en la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral (Argentina), realiza en la UVa pruebas catalíticas de catalizadores micro y mesoporosos de cinc y rutenio en la conversión de dos fracciones de biomasa (celulósica y hemicelulósica) obtenidas a partir de salvado de trigo. El objetivo de este trabajo es el desarrollo de etapas de biorrefinería que permitan la obtención de alcanos líquidos (biocombustibles) que supongan la sustitución de los combustibles actuales derivados de recursos fósiles.

La exploración de nuevos materiales empleando recursos renovables como alternativa a los combustibles fósiles es una temática alentada por el agotamiento de las reservas de combustibles fósiles en un futuro cercano, el cambio climático y el aumento de la demanda energética. El grupo de la Universidad de Valladolid dirigido por Esther Alonso cuenta con amplia experiencia en el fraccionamiento e hidrólisis hidrotermal de biomasas reales, combinando además procesos de intensificación con microondas o ultrasonidos para el aumento del rendimiento. Además disponen de un sistema semicontinuo multilecho a escala piloto para el fraccionamiento de biomasa.

El desarrollo de un proceso catalítico eficiente y sostenible para la conversión de biomasa (específicalmente en este caso el salvado de trigo) en biocombustibles ha sido considerado como una forma viable para reducir las emisiones de CO2 y aliviar la crisis energética, proporcionando una solución a largo plazo a la dependencia industrial de carbono fósil.

Biomasa y celulosa

La utilización de biomasa como materia prima para la obtención de combustibles, energía y compuestos químicos atrae la atención como una de las futuras tecnologías que contribuirán a la reducción del calentamiento global y a la construcción de una sociedad menos dependiente de los combustibles fósiles.   La industria química basada en la biomasa como recurso es capaz de producir compuestos químicos (glucosa, etilenglicol, polioles) que pueden transformarse en productos de alto valor añadido. Este mecanismo se conoce como biorrefino. Por ello, la biomasa representa una fuente alternativa al empleo de combustibles fósiles, siendo el proceso químico y el catalizador (acelerador de las reacciones químicas) las bases del proceso.

La celulosa es la fuente de biomasa más abundante y, al no poder ser digerida por los seres humanos, su empleo como materia prima no genera un impacto negativo en la competencia por el cultivo de alimentos. Además, el empleo de recursos celulósicos que provienen de residuos de los procesos agrícolas y forestales presupone un coste muy bajo de materia prima para obtener productos con mayor valor añadido.

Ayudas del CEI Triangular E3

Las ayudas para investigadores visitantes del CEI Triangular E3 han permitido que la experta colabore con en el Grupo de Ingeniería de Procesos a Presión de la Universidad de Valladolid (Unidad de Investigación Consolidada de Castilla y León 054). Esther Alonso es la responsable de la línea de investigación de «Catálisis heterogénea en reacciones de conversión de biomasa» y profesora titular del Departamento de Ingeniería Química y Tecnología del Medio Ambiente de la Universidad de Valladolid.