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El problema de los tres cuerpos: la solución matemática que no recoge la serie de Netflix

El problema de los tres cuerpos consiste en determinar el movimiento de tres cuerpos sometidos a la gravedad mutua. Esta ilustración representa los seis planetas del sistema HD110067, que crean juntos un fascinante patrón geométrico. Thibaut Roger/NCCR PlanetS, CC BY-SA

El problema de los n-cuerpos se planteó por primera vez en el concurso aniversario patrocinado por el rey Oscar II de Suecia para celebrar el sexagésimo aniversario de su nacimiento, que tuvo lugar en 1889. Y es un problema que siglo y medio después no ha logrado resolverse. Que nadie espere que lo resuelva la serie de Netflix que lo integra en la ficción.

Antes de Netflix


El problema de los tres cuerpos, de Catherine Shaw, pseudónimo de la investigadora en teoría de números Lila Schneps.

En el año 2004 se publicó en España una novela de crímenes titulada La incógnita Newton. Su título original era The three body problem (El problema de los tres cuerpos) y su argumento gira en torno a la misteriosa muerte de tres matemáticos que trabajan en la búsqueda de la solución al famoso problema de los n-cuerpos. Esta novela, firmada por Catherine Shaw, es muy interesante desde el punto de vista de la divulgación matemática.

Dos años después de esta primera novela se publicó la primera parte de una trilogía de ciencia ficción del escritor chino Liu Cixin con el mismo título, El problema de los tres cuerpos. Y su obra es la que ha dado lugar a la serie de Netflix que promete convertirse en uno de los fenómenos mediáticos más relevantes de la temporada. Detrás están los productores de la también célebre Juego de Tronos, David Benioff y Daniel Brett Weiss.

Ficción sí, ciencia no tanta

El título de la serie y de la novela hace alusión al comportamiento de Trisolaris, un enigmático planeta que orbita en un sistema de tres estrellas, creando un caos gravitatorio que da lugar a ciclos de extremos climáticos impredecibles. El planeta Trisolaris (con tres soles) padece alternativamente etapas estables, con vida similar a la terrestre, y estaciones caóticas e infernales, en las que en unos segundos la temperatura puede alterarse en cientos de grados, lo que lo convierte en un infierno.

En la ficción, hay un juego de realidad virtual que se llama Tres Cuerpos que simula el comportamiento de tres cuerpos con campos gravitacionales erráticos, lo que está ocurriendo en el universo trisolariano. Explicar cómo se comportan podría solucionar sus problemas climáticos universales. Pero los matemáticos, en la vida real, no encuentran solución al problema, y la propuesta un tanto naif de la serie es que un friki de los videojuegos tiene más suerte.

No es la primera obra de ficción que se reviste de ciencia como tirón, sin que hable de ciencia. Si alguien espera encontrar respuesta al problema de los n-cuerpos, mejor que no se acerque.

Ahora, vamos al meollo matemático.

El problema del universo trisolariano

El problema consiste en determinar el movimiento de tres cuerpos sometidos a la gravedad mutua. El movimiento de los tres puede ser caótico o regular, y puede terminar en una desintegración del sistema. Buscar soluciones posibles ha motivado el análisis y estudio de una parte importantísima de la matemática, los sistemas dinámicos (la teoría del caos es un ejemplo, dentro de los casos de dinámica no lineal), que en la actualidad plantea multitud de cuestiones abiertas en proceso de investigación.

El primero en estudiarlos fue Newton. Gracias a sus leyes, dados dos cuerpos de cualquier masa, sometidos a atracción gravitacional mutua y partiendo de unas posiciones y velocidades dadas, podemos determinar, en cualquier instante, sus posiciones y velocidades. Si el sistema solar estuviera formado por el Sol y un único planeta, este seguiría una órbita elíptica y podríamos determinar con exactitud dónde va a encontrarse en cualquier momento. Pero cuando el sistema consta de más de dos cuerpos, resolver las ecuaciones de movimiento resulta realmente complicado.

Tres cuerpos y el caso de los asteroides troyanos

Para tres cuerpos, los matemáticos han encontrado un pequeño número de casos especiales en los que las órbitas de las tres masas son periódicas.

En 1765, Leonhard Euler pudo describir con matemáticas un modelo en el que tres masas comienzan en línea y giran para permanecer alineadas. Sin embargo, tal conjunto de órbitas es inestable y no se encuentran en ningún lugar del sistema solar.

En 1772, Joseph-Louis Lagrange identificó una órbita periódica en la que tres masas se encuentran en los vértices de un triángulo equilátero. En este caso, cada masa se mueve en una elipse de tal forma que el triángulo formado por las tres siempre permanece equilátero. Los llamados asteroides troyanos de Júpiter se mueven de acuerdo a este esquema. Forman un triángulo con Júpiter y el Sol. Hasta 2021 se han descubierto 9 800 asteroides troyanos de Júpiter distintos.

Posteriormente, Henri Poincaré y otros demostraron que, en general, es imposible obtener una solución general, expresada como una fórmula explícita, al problema de los tres cuerpos. Es decir, dados tres cuerpos en una configuración aleatoria, no se puede predecir con precisión qué trayectoria seguirían.

La órbita en forma de ocho


La órbita en forma de ocho para el problema de los 3 cuerpos. Animación de Michael Nauenberg, profesor emérito de Física de la Universidad de California en Santa Cruz.

En 1993, Cristopher Moore, descubrió, mediante cálculos informáticos, que tres masas iguales pueden perseguirse alrededor de la misma curva en forma de ocho en el plano. Y en el año 2000, los matemáticos Richard Montgomery (Universidad de California en Santa Cruz) y Alain Chenciner (Universidad París VII-Denis Diderot) redescubrieron la órbita en forma de ocho descrita por Moore, y encontraron una solución exacta a las ecuaciones de movimiento para tres cuerpos que interactúan gravitacionalmente.

Carlès Simò (Universidad de Barcelona) ha demostrado mediante simulaciones por ordenador que la órbita en forma de ocho es estable, que persiste incluso cuando las tres masas no son exactamente iguales y puede sobrevivir a una pequeña perturbación sin alteraciones graves.

Los sistemas planetarios extrasolares

La posibilidad de que exista un sistema de tres cuerpos así en algún lugar del universo es muy pequeña. Sin embargo, el descubrimiento de sistemas planetarios extrasolares inusuales abre nuevos escenarios espacio-temporales en los que podrían producirse tales movimientos.

La existencia de la órbita en forma de ocho de tres cuerpos ha llevado a los matemáticos a buscar órbitas similares que involucraran más masas.

Simò ha encontrado cientos de soluciones exactas para el caso de n masas iguales que recorren una curva plana fija, aunque no son estables. También se han modelizado órbitas tridimensionales. A estas estructuras y sus trayectorias periódicas se las ha bautizado como coreografías.

Así, admitiendo la ficción, el universo trisolariano podría estar formado por planetas que describen una órbita de ochos, pero esto es algo que no va a contar la serie de Netflix.

Alfonso Jesús Población Sáez no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

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Balance de las actividades del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

Balance de las actividades del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

 

Las actividades programadas en 21 colegios de 14 localidades de las provincias de León, Palencia, Segovia, Soria y Valladolid han concluido tras tres semanas de charlas. El primer balance de la actividad ha sido satisfactorio para el alumnado y las investigadoras participantes. 

María Teresa Ramos, profesora de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias (campus de Palencia), recuerda que en su visita los alumnos y las alumnas “participaron activamente, preguntaron, se inquietaron con las injusticias y penalidades que había sufrido mi referente, incluso diría que hasta se enamoraron del personaje”. “Esas miradas de entrega y fascinación y el ambiente que se creó en el aula compensan tantos esfuerzos y son un premio único a mi carrera académica”, afirma.

Las visitas se han desarrollado en colaboración con las áreas de Programas Educativos de las direcciones provinciales de Educación de Palencia, Segovia, Soria y Valladolid. La delegada territorial de la Junta de Castilla y León en Soria, Yolanda de Gregorio, valora que hablar de “figuras femeninas que han destacado en áreas laborales variadas permite a nuestros jóvenes un acercamiento a la realidad existente, en el que las mujeres aportan y mucho”. “Además, con estas charlas, se anima a nuestras niñas a romper esas barreras, a veces muy sutiles, que dificultan la presencia de las mujeres en la ciencia y la tecnología, y conseguir que su presencia en estas áreas sea fundamental para el desarrollo económico de gran parte de los países del mundo, en los que todavía no se ha logrado la igualdad de género en este campo”, subraya. Por ello, “actuaciones como las propuestas por la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación de la Universidad de Valladolid son necesarias para el logro de este objetivo”, concluye De Gregorio.

Participantes, referentes y colegios

En las visitas han participado Elena Caldero, Silvia Romero y Pilar Álvarez Illera, del área de Bioquímica y Biología Molecular; Irene Albertos y Rosa María Cárdaba, de Enfermería; Ana Tejero, de Máquinas y Motores Térmicos; María Dolores Bermejo, de Ingeniería Química; Ana Isabel Martín Ferreira, de Filología Latina; Raquel Lebrero, de Tecnología Ambiental; Nuria García Perales, de Teoría e Historia de la Educación; Cristina Tejedor, de Prehistoria; Ana María Ares, de Química Analítica; Brizeida Hernández, de Psicología Social; Beatriz Molina, de Geometría y Topología; Beatriz Águeda, de Producción Vegetal; Ana Lozano, de Didáctica de las Ciencias Experimentales; Claudia Ollauri, de Fisiología; Fabiola Jurado, de Traducción e Interpretación; Juncal Espinosa, de Ingenierías Agrarias; Tamara Sánchez, de Producción Vegetal; María Teresa Ramos, de Estadística e Investigación Operativa; Elena Alonso, de Química Física; y Amor López Jimeno, de Filología Griega.

Cada una ha ofrecido una charla diferente en torno a una figura femenina de su campo de investigación a alumnado de entre cuarto y sexto de Primaria. Las actividades divulgativas se han realizado en un colegio de la provincia de León (CEIP CRA Posada de Valdeón); tres de Palencia (CEIP Gómez Manrique de Villamuriel, CEIP San Pedro de Baltanás y CEIP Juan Mena de la capital); tres de Segovia (CEIP Santa Clara, CEO La Sierra de Prádena y Cooperativa Alcázar de la capital); cuatro de Soria (CEIP Manuela Peña de Covaleda, CEIP María Eugenia Martínez del Campo de San Leonardo de Yagüe y CEIP La Arboleda y CEIP Las Pedrizas de la capital); y diez de Valladolid (CEIP Melquíades Hidalgo de Cabezón de Pisuerga, CEO Boecillo, La Milagrosa de Tudela de Duero y CEIP Antonio Allúe Morer, CEIP Jorge Guillén, CEIP José Zorrilla, CEIP Gonzalo de Berceo, CEIP Miguel de Cervantes, Maristas y colegio Rafaela María de la capital).

Durante estas tres semanas desde el 11 de febrero, por las aulas han transitado las vidas de María la Judía, Emmy Noether, Trótula de Salerno, María de Maeztu, Rita Levi-Montalvici, Angélique du Coudray, Nzambi Matee, Elizabeth Bugie, Encarnación Cabré, Margarita Tomé, María Goyri, Johanna Döbereiner, Erika Cremer, Amparo Hurtado Albir, Katherine Johnson, Mária Telkes, Elosie Gerry, Hellen Keller, María Bonaparte, Rosalind Franklin y Florence Nightingale. La Unidad de Cultura Científica y de la Innovación de la Universidad de Valladolid ha editado un materiales gráficos sobre estas grandes pensadoras descargables en https://ucc.uva.es/dia-internacional-de-la-mujer-y-la-nina-en-la-ciencia-2024/