Hombres y mujeres presentan niveles similares de protección ante el virus de la gripe

Investigadores del Centro Nacional de la Gripe de Valladolid concluyen que el género no afecta, en general, a la seroprotección contra el virus de la gripe y a la respuesta humoral tras la vacunación

Los años 2020 y 2021 han estado protagonizados en todos los niveles, incluido el investigador, por la COVID-19, pero lo cierto es que desde hace muchos años convivimos con otras enfermedades infecciosas que causan anualmente miles de muertes y que siguen requiriendo atención e investigación. En este contexto, la pandemia provocada por el SARS-CoV-2 ha puesto sobre la mesa la necesidad de estudiar algunos factores relacionados con las enfermedades infecciosas, como el género, que hasta ahora se habían infravalorado o incluso habían pasado desapercibidos. “Tradicionalmente se ha puesto en un segundo plano valorar este tipo de cuestiones, centrándose más en factores como las enfermedades de base, la edad y otros factores de riesgo; pero nuestros resultados muestran que el sexo debe ser tomado en cuenta a la hora de evaluar parámetros de protección vacunal, porque pueden mostrar bolsas ocultas de personas infraprotegidas”, explican Iván Sanz, responsable científico y de vigilancia virológica del Centro Nacional de la Gripe, y Laura Sánchez investigadora del mismo centro y del grupo BIOCRITIC de la Universidad de Valladolid.

La gripe o influenza (por su denominación en inglés) es una enfermedad infecciosa respiratoria producida por un virus que se transmite con facilidad propagándose rápidamente especialmente en las épocas de otoño e invierno. Esta enfermedad, que provoca directa o indirectamente hasta 650.000 muertes al año a nivel mundial y que causó en el año 1918 la pandemia de la gripe española, recordada como la peor pandemia de la Historia, parece no afectarnos a todos de igual manera. Por ello, un grupo de investigadores del Centro Nacional de la Gripe de Valladolid se plantea si están naturalmente más protegidas las mujeres ante las enfermedades infecciosas que los hombres estudiando el caso concreto de la gripe y sus vacunas.

Hombres y mujeres tienen, a priori, la misma protección

Según un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud en 2010, la gripe provoca casos más graves y mortales en las mujeres, especialmente en las más jóvenes; sin embargo, otros estudios han demostrado que el impacto en términos de infección y mortalidad por gripe es mayor en los hombres en ambos extremos de la vida, menores de 20 y mayores de 80 años. Entonces, ¿qué ocurre realmente?, ¿se contagian más las mujeres que los hombres?, ¿cómo responden los individuos a las vacunas contra la gripe en función del género?

Investigadores del Centro Nacional de la Gripe de Valladolid han diseñado un estudio observacional  de 2.243 individuos sanos (1.052 hombres y 1.191 mujeres) reclutados entre 2006 y 2018 a los que les extrajeron muestras de suero antes y después de la vacunación. Con estos sueros se puso en marcha un ensayo de inhibición de la hemaglutinación que permite conocer los anticuerpos que tiene cada persona frente a cada uno de los virus de gripe humana existentes.

Los resultados del estudio observacional reflejan que, a priori, hombres y mujeres, en un estado basal (antes de la vacunación) presentan la misma protección humoral, que “es la parte del sistema inmune que se encarga de producir anticuerpos”, explica Iván Sanz. La diferencia aparece cuando entran en juego las vacunas. En general, las mujeres adquieren una mayor protección con ciertas vacunas, pero también sufren más efectos secundarios como se está pudiendo comprobar con la COVID-19. Y esto incrementa si incluimos en la ecuación también el factor edad. “El paso de la edad afecta a la respuesta humoral de los varones mayores de 65 años en comparación con las mujeres de la misma edad, siendo menor en los primeros”, apunta Sanz. Es decir, la vacunación contra la gripe no tiene en cuenta el sexo en términos de eficacia de la respuesta humoral en adultos jóvenes, pero sí en el caso de los ancianos.

Como conclusión, el estudio muestra que en general, el género no es un factor demasiado relevante para la inmunidad humoral frente a la gripe, pero, en ciertas edades y frente a subtipos específicos de gripe, existen diferencias entre ambos sexos por lo que este factor no puede dejarse de lado a la hora de investigar y plantear campañas de vacunación. Además, la información obtenida podría ser crítica en situaciones en las que hay una mayor demanda y escasez de existencias, como una pandemia.

¿Qué es la respuesta humoral?

El cuerpo humano es capaz, gracias al sistema de defensas, de detectar antígenos extraños y producir una respuesta ante la ‘intrusión’. Esta respuesta puede ser inespecífica (los mecanismos actúan de igual manera, independientemente de cuál sea el invasor), o específica. La inmunidad específica se basa en el reconocimiento del antígeno extraño y la producción de una respuesta que puede ser humoral (produciendo anticuerpos que neutralizan los antígenos) o celular (destruyendo las células extrañas y eliminando las células del propio organismo que se encuentran infectadas). La respuesta humoral está mediada por linfocitos T, que no atacan directamente a las células infectadas sino que liberan unas sustancias denominadas anticuerpos que se fijan a los antígenos facilitando su ‘captura’ por parte de los macrófagos (células encargadas de ‘destruir al enemigo’).

Así, tal y como explica el experto Iván Sanz “la respuesta humoral, en concreto, es la parte del sistema inmune que se encarga de producir anticuerpos, siendo una de las facetas más fáciles de medir en laboratorio para comprobar si una vacuna nos ha hecho efecto, o de si estamos o hemos estado infectados por un microorganismo.”

Bibliografía

Sánchez-de Prada L, Ortiz de Lejarazu-Leonardo R, Castrodeza-Sanz J, Tamayo-Gómez E, Eiros-Bouza JM and Sanz-Muñoz I (2021) Do Vaccines Need a Gender Perspective? Influenza Says Yes!. Front. Immunol. 12:715688. doi: 10.3389/fimmu.2021.715688

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