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Técnicas de biorrefinería transforman residuos de zanahoria en materiales de valor añadido como biofilms o ácido láctico

Técnicas de biorrefinería transforman residuos de zanahoria en materiales de valor añadido como biofilms o ácido láctico

El Instituto de Bioeconomía de la UVa profundiza en los procesos de valorización de residuos orgánicos con el fin de convertirlos en activos de alto valor añadido

Cada año 1 300 millones de toneladas de alimentos (un tercio de la producción mundial) son desechados. Este problema se agrava aún más cuando hablamos de productos vegetales, ya que este tipo de residuos se producen en varias etapas de la cadena de valor y generan, además de un problema económico, otro medioambiental debido a la putrefacción. Los desechos vegetales se caracterizan por tener un alto grado de humedad y una alta carga orgánica, que los hace vulnerables a la actividad microbiana y, por tanto, difíciles de manipular. “Este problema hay que entenderlo de manera global. Debemos encontrar soluciones que nos permitan aprovechar los productos de la manera más eficiente posible. Algunos vegetales muy perecederos, por ejemplo, son un activo de alto valor añadido cuando se comercializan para el consumo humano. Sin embargo, a priori el excedente o los descartes servirían únicamente como fertilizantes (compost) o comida para animales generando grandes pérdidas económicas y emisiones potencialmente contaminantes. Así, debemos buscar procesos que nos permitan reconvertir las toneladas de residuos en activos de alto valor añadido como bioplásticos”, explica Juan García Serna, investigador del Instituto de Bioeconomía de la UVa. Esta reconversión de los residuos permitiría también comenzar a mitigar, y en un futuro llegar a atajar, otros problemas globales como la escasez de materiales, combustibles fósiles o la contaminación derivada del uso de los mismos.

La zanahoria es uno de los tubérculos más importantes cultivados a nivel mundial, con una producción anual de 36 millones de toneladas y un descarte del 30%. Este descarte se debe a tres causas principales: los residuos industriales de pulpa una vez extraído el zumo, el destrío (zanahoria entera o rota que no cumple con el estándar de calidad y se desecha durante su procesado) y las altas exigencias estéticas del mercado (no cumplen con el tamaño, diámetro, longitud o forma requeridos). En este contexto, la tesis doctoral de la investigadora Marta Ramos, dirigida por el propio Juan García Serna del Grupo de Ingeniería de Procesos a Presión de la Universidad de Valladolid, busca una solución a este problema explorando la valorización de biomasa a través de una biorrefinería basada en procesado con agua subcrítica, obteniendo productos de alto valor añadido a partir de residuos. El equipo ha publicado recientemente dos artículos científicos en acceso abierto sobre esta materia en la revista Journal of Cleaner Production.

La segunda vida de la zanahoria

La zanahoria, como muchos otros vegetales, se puede descomponer en una parte sólida y una parte líquida: la pulpa y el zumo. Una vez explotada la hortaliza por parte de la industria alimentaria se obtienen unos subproductos tanto de pulpa como de zumo que podrían llegar a tener una nueva vida tras pasar por procesos de fraccionamiento como la hidrólisis y la ultrafiltración y de estabilización como secado por spray o la liofilización.

La valorización de la pulpa se basa en un proceso de extracción de los compuestos de valor mediante una extracción hidrotermal. Este proceso se sirve de un caudal de agua presurizada entre 140 °C y 180 °C que pasa por un reactor con una carga de biomasa, en este caso la pulpa de la zanahoria. De estos residuos es especialmente interesante extraer azúcares, hemicelulosas y pectinas que son compuestos de gran valor para la economía circular. Pero, ¿qué se puede hacer con estos compuestos? Por un lado, los azúcares son un activo que se puede transformar en bioetanol, por ejemplo, gracias a la fermentación con levadura. Por otro lado, la hemicelulosa debido a su elasticidad podría ser reutilizada para la fabricación de biofilms para la industria alimentaria, tal y como explica García Serna. Para ello ha colaborado en la tesis de Marta Ramos con los profesores Henrick Grenman y Chunlin Xu de la universidad finlandesa Åbo Akademi y con el equipo del profesor Miguel Ángel Rodríguez del CellMat Laboratory UVa que forma parte del citado Instituto de Bioeconomía UVa. Por último, las pectinas presentan múltiples posibilidades tanto en la industria alimenticia, donde se utilizan como espesantes y gelificantes, como en la industria farmacéutica.

Los residuos del zumo de zanahoria, por su parte, también presentan múltiples opciones en cuanto a su reutilización. La valorización del zumo se basa en la recuperación de sus principales componentes, los carotenoides y los azúcares, mediante procesos de ultrafiltración y diafiltración, que consisten en la separación de los componentes del zumo mediante la utilización de membranas (ultrafiltración) y de membranas y agua (diafiltración). Los carotenoides son pigmentos naturales que destacan por sus componentes antioxidantes y por la protección frente a enfermedades cardiovasculares. Además, tienen una gran aplicación en las industrias alimentaria y cosmética. Mientras que los azúcares se pueden valorizar para la obtención de ácido láctico y, como apuntábamos en párrafos anteriores, de etanol mediante procesos fermentativos.

La bioeconomía circular

La Unión Europea y sus Estados miembros se han comprometido, a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, a reducir a la mitad, de aquí a 2030, el desperdicio de alimentos per cápita y a reducir la pérdida de alimentos en las cadenas de producción y suministro. Además, las nuevas políticas y directivas apuntan hacia la promoción de la sostenibilidad desde a la bioeconomía, la circularidad, la química verde, la reducción de plásticos, cero residuos o protección a la biodiversidad. Por ello, “es imprescindible buscar formas de valorizar los residuos más allá de la cadena de producción. Es decir, si no podemos utilizarlos como alimento para ganado porque no hay suficientes animales o por problemas logísticos, debemos buscar nuevas alternativas y no conformarnos con dejarlos en un vertedero”, apunta Juan García Serna.

En el Instituto de Bioeconomía de la Universidad de Valladolid están consiguiendo avances en esta área gracias, entre otras cosas, a la patente del proceso de extracción hidrotermal multilecho que permite “extraer y fraccionar los compuestos solubles de la biomasa residual y no residual, utilizando agua como solvente y a nivel de laboratorio da la posibilidad de extraer muestras más grandes, en vez de obtener miligramos de muestra extraer gramos”, explica el catedrático de Ingeniería Química.

Bibliografía

Marta Ramos, Andrés Beatriz Aguilera Torre, Juan García-Serna. ‘Hydrothermal production of high-molecular weight hemicellulose-pectin, free sugars and residual cellulose pulp from discarded carrots’, Journal of Cleaner Production. Volume 290, 25 March 2021, 125179. DOI: https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2020.125179

Marta Ramos, Andrés Beatriz Aguilera Torre, Juan García-Serna. ‘Production of purified hemicellulose-pectin fractions of different molecular weight from discarded carrots by hydrothermal treatment followed by multistep ultrafiltration/diafiltration’, Journal of Cleaner Production. Volume 321, 25 October 2021, 128923 DOI: https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2021.128923 (open access)

Marta Ramos, Andrés Beatriz Aguilera Torre, Juan García-Serna. ‘Biorefinery of discarded carrot juice to produce carotenoids and fermentation products’, Journal of Cleaner Production, Volume 323, 10 November 2021, 129139 DOI: https://doi.org/10.1016/j.jclepro.2021.129139 (open access)

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Nanomedicina, una nueva esperanza para un diagnóstico precoz y un tratamiento más efectivo del cáncer

Nanomedicina, una nueva esperanza para un diagnóstico precoz y un tratamiento más efectivo del cáncer

Esta disciplina se presenta como una opción más eficaz y viable a los actuales tratamientos de quimioterapia en pacientes oncológicos tal y como muestran investigadores de la Universidad de Valladolid en un reciente estudio

Durante los dos últimos años la palabras ‘pandemia’ y ‘covid’ han formado una pareja indisoluble. Sin embargo, parecemos haber dejado de lado otras pandemias que desde hace años y años nos acechan. Una de las enfermedades mortales con las que convivimos es el cáncer, que ha alcanzado dimensiones pandémicas a nivel mundial. Según datos de la Organización Mundial de la Salud el cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo, ocasionando cada año 10 millones de defunciones. Conscientes de este problema, investigadores de la Universidad de Valladolid (UVa) centran sus esfuerzos en buscar en la nanomedicina alternativas a los tratamientos oncológicos actuales que permitan mejorar el diagnóstico y el tratamiento. “Con esta pandemia hemos aprendido que la ciencia y la investigación es el camino para solucionar los problemas que se nos presentan como sociedad, y el cáncer es uno de ellos. La nanomedicina no solamente tiene implicaciones para el futuro, sino que ya tiene un gran impacto en la actualidad facilitando el tratamiento y el diagnostico de la enfermedad, lo cual se traduce directamente en mayores tasas de curación y menos incomodidades para los pacientes”, aclara Juan González Valdivieso, investigador de la UVa.

Una de las principales características del cáncer es la multiplicación rápida de células cancerosas que se extienden más allá de sus límites habituales y pueden invadir partes adyacentes del cuerpo o propagarse a otros órganos. Además, las células sanas no son lo suficientemente fuertes para competir con las células cancerosas por los nutrientes que se encuentran en la sangre, ya que se sabe que estas últimas tienen un estado metabólico más rápido y consumen todos los nutrientes. Hasta el momento, la fórmula más extendida y viable para combatir esta enfermedad es la quimioterapia. No obstante, este tratamiento, aunque en ocasiones es eficaz, presenta algunas limitaciones: una baja especificidad en el tratamiento de los diferentes tipos de cáncer y los efectos secundarios que provoca en los tejidos sanos.

Nanomedicina: un futuro alentador

Un gran número de investigadores a nivel mundial se afana en desarrollar terapias alternativas a la quimioterapia que den solución a estas dos limitaciones tratando de producir dispositivos médicos de precisión innovadores y desarrollando tratamientos más específicos. Y la solución parece pasar por la nanomedicina y los biomateriales, tal y como demuestran investigadores de la Universidad de Valladolid. No obstante, ¿qué es la nanomedicina? Se trata de una combinación de nanotecnología, biomedicina, biomateriales y ciencias farmacéuticas que tiene como objetivo mejorar la biodisponibilidad, la respuesta a la dosis y la especificidad de los agentes terapéuticos. “El uso de la nanomedicina no se limita únicamente a mejorar la especificidad de los fármacos, sino que también mejora la accesibilidad de estos en el organismo. Cuando un fármaco es inyectado, este interactúa con componentes de la sangre, disminuyendo la cantidad de fármaco que llegara al tumor e incluso cambiando sus propiedades. La nanomedicina ha demostrado que es capaz de mejorar la velocidad con la que los fármacos se mueven por el torrente sanguíneo y proteger a los fármacos de esas interacciones en la sangre. Otro de los grandes problemas de la quimioterapia en general es que los fármacos tienen muy baja solubilidad, por lo que se necesitan grandes dosis para conseguir efectividad antitumoral. En este sentido, la nanomedicina mejora la solubilidad de los fármacos, reduciendo la dosis necesaria de fármaco y por lo tanto la posible toxicidad en el paciente”, aclara Valdivieso, investigador del grupo de dispositivos avanzados para nanomedicina. El equipo al que pertenece acaba de publicar una revisión sobre la materia en la revista científica International Journal of Pharmaceutics.

Sin embargo, la nanomedicina, que se ha establecido como una de las grandes esperanzas de la lucha contra el cáncer, no es ciencia ficción ni la protagonista de un futuro hipotético. Aunque faltan ciencia y camino por recorrer, la nanomedicina ya se está empleando en medicina clínica en algunas de las opciones de la quimioterapia. “El fármaco Doxil se usa desde hace más de dos décadas en pacientes de leucemia aguda, cáncer de ovario o con sarcoma de Kaposi. Otro ejemplo es Abraxane, empleado en pacientes de cáncer de mama, páncreas o pulmón. Abraxane consiste en una nanopartícula [empleada para transportar anticuerpos o medicamentos] que contiene el fármaco Paclitaxel, y no solo ha demostrado mejorar la efectividad terapéutica del fármaco, sino que además no implica el uso de medicaciones previas, lo que sin duda agradecen los pacientes”, explica el biólogo.

Continuará…

Como avanza el investigador del grupo de dispositivos avanzados para nanomedicina, Juan González Valdivieso, esta investigación continúa y se espera próximamente la publicación de los resultados de una investigación de nanoparticulas desarrolladas en la Universidad de Valladolid en muestras de pacientes de cáncer de pancreas. “Se trata de la primera vez que se describe el potencial terapéutico de este tipo de estrategia quimioterapéutica en uno de los tipos de cáncer mas mortales del mundo. El trabajo describe la eficacia antitumoral en muestras procedentes de pacientes de cáncer de pancreas y, ademas, se ha confirmado en ratones la seguridad del tratamiento para el organismo. Este trabajo se ha realizado en colaboración con un grupo de investigadores de Londres del University College London y Royal Free Hospital”, adelanta González Valdivieso.      

Bibliografía

Juan Gonzalez-Valdivieso, Alessandra Girotti, Jose Schneider, Francisco Javier Arias. ‘Advanced nanomedicine and cancer: Challenges and opportunities in clinical translation’. International Journal of Pharmaceutics, Volume 599, 2021, 120438, ISSN 0378-5173, https://doi.org/10.1016/j.ijpharm.2021.120438

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La reducción de la contaminación interior debe establecerse como una prioridad para investigadores y sociedad

La reducción de la contaminación interior debe establecerse como una prioridad para investigadores y sociedad

Un equipo científico de la Universidad de Valladolid alerta de la necesidad de encontrar mecanismos viables técnica y económicamente para combatir esta polución, hasta el momento la gran olvidada

Muchos de nosotros pasamos hasta el 90% del día en espacios cerrados: en casa, en el trabajo, en el colegio, en el transporte…, según datos de la Agencia Europea del Medio Ambiente. Sin embargo, con este dato encima de la mesa, ¿nos hemos preocupado lo suficiente por la calidad del aire interior? Javier González, investigador del Instituto de Procesos Sostenibles (IPS) de la Universidad de Valladolid (UVa), lo tiene claro: “Tradicionalmente, solo la contaminación del aire y el entorno exterior se ha tenido en cuenta, pero en muchos escenarios, los niveles de contaminación son mayores en el interior. Recientemente, debido a la situación causada por la COVID-19, se ha acentuado aún más este problema, así como la necesidad de tratamiento del aire interior para mantener una buena calidad de aire”.

Atendiendo a datos publicados recientemente por la Organización Mundial de la Salud, más de 4 millones de personas mueren prematuramente al año por enfermedades atribuibles a la contaminación del aire de los hogares. Además, este tipo de polución genera pérdidas multimillonarias a empresas y Estados debido a la reducción de la productividad de los empleados, a las bajas laborales, mayores gastos del sistema de sanidad pública… Se estima que en el año 2010 estos costes asociados a la contaminación ascendieron a 1431 billones de dólares en la región de Europa. En este contexto, investigadores del Departamento de Ingeniería Química y Tecnología Ambiental de la UVa han publicado una revisión sobre la contaminación del aire en interiores y las estrategias de control. “La investigación en esta área presenta una gran oportunidad de innovación que puede tener mucho impacto en el funcionamiento de los edificios en un futuro no muy lejano. La mayor eficiencia energética de los edificios y los mayores niveles de contaminación que pueden darse pueden hacer que las biotecnologías sean indispensables para obtener una buena calidad de aire de interior”, reflexiona el investigador.

Personas trabajando en una cocina. Fotografía: Cipher. Flickr. CC-BY-SA-2.0

Contaminación interior contra eficiencia energética

La contaminación del aire y la exposición humana al aire de baja calidad es una de las amenazas ambientales que más preocupan actualmente a investigadores y personal sanitario. Sin embargo, estos efectos cada vez serán mayores debido al continuo crecimiento de las ciudades y a la mejora del aislamiento de los edificios. La normativa de edificación moderna se basa en fomentar el ahorro energético, provocando la reducción sustancial del intercambio de aire y, consecuentemente, un aumento de la concentración de contaminantes interiores. “Las medidas para la mejora de eficiencia energética suelen conllevar menor intercambio de aire con el exterior, que es la medida más sencilla de prevenir la mala calidad de aire de interior. Con sistemas de ventilación forzada aún se necesitaría aclimatar el aire exterior, por lo que en un futuro de mayor eficiencia energética la solución sería depurar el aire interior. En este escenario las tecnologías de depuración deben aparecer como una solución que sea viable y económica, por lo que la investigación en esta área es fundamental”, propone Javier González.

Minero en un yacimiento de carbón en Paipa Fotografía: RMaxSteenkist. Flickr CC-BY-NC-2.0

¿Cuáles son los principales contaminantes?

La información disponible sobre la contaminación interior es, hasta ahora, muy limitada, pero existen evidencias de que materiales particulados, compuestos inorgánicos volátiles y compuestos orgánicos volátiles son los contaminantes más frecuentes. Y, ¿de dónde proceden estos contaminantes?

Las partículas ingresan en los ambientes interiores, por un lado, a través de la ventilación, y, por otro, a través de aparatos de combustión como hornos o estufas y el humo del tabaco. Este contaminante es especialmente preocupante cuando el combustible utilizado es biomasa. Por otro lado, los compuestos inorgánicos volátiles como el dióxido de carbono (CO2), el monóxido de carbono (CO) o el ozono pueden aparecer en dispositivos de cocina y calefacción defectuosos, gases de vehículos o chimeneas. Y los compuestos orgánicos volátiles, tales como el benceno, el naftaleno o el tolueno, se desprenden, entre otras cosas, de los materiales de construcción utilizados en los edificios, plásticos, pinturas, productos de limpieza y farmacéuticos… “La contaminación más frecuente podría deberse a las partículas, ya que pueden provenir de todo tipo de fuentes. También se encuentran con bastante frecuencia compuestos inorgánicos como CO2, CO, óxidos de nitrógeno y ozono. El material particulado y los compuestos inorgánicos volátiles han sido muy estudiados en contaminación exterior, por lo que han sido los primeros en estudiarse en ambientes interiores. En los últimos años se están detectando cada vez más compuestos orgánicos volátiles en entornos de interior, que provienen tanto de materiales del propio edificio como de productos de uso puntual (limpieza, higiene personal…)”, aclara el investigador del IPS.

En este contexto, es fundamental encontrar mecanismos de prevención y minimización de las emisiones de contaminantes en interiores que sean suficientes y técnica y económicamente viables. Se han propuesto varias estrategias para prevenir la emisión y disminuir la concentración de gases. En general, la ventilación es la medida más sencilla y viable, y combinada con un control de la temperatura y la humedad relativa da buenos resultados. No obstante, cuando esto no es posible por, por ejemplo, encontrarse el edificio en una zona con alta contaminación exterior, las tecnologías físico-químicas y los métodos de purificación de base biológica se establecen como alternativas. “Actualmente, en los edificios de nueva construcción ya se incorporan estas tecnologías como buena combinación de eficiencia energética y control de calidad de aire. En espacios de mayor contaminación externa sería beneficioso incorporar estas tecnologías. El inconveniente es que las tecnologías de tratamiento de aire de interior, especialmente las que más ventajas ofrecen como las biotecnologías, aún están en desarrollo y apenas existen dispositivos comerciales que puedan utilizarse en un escenario real”, concluye González.

Bibliografía

Javier González-Martín, Norbertus Johannes Richardus Kraakman, Cristina Pérez, Raquel Lebrero Raúl Muñoz. ‘A state–of–the-art review on indoor air pollution and strategies for indoor air pollution control’ Chemosphere Volume 262, January 2021, 128376. DOI: https://doi.org/10.1016/j.chemosphere.2020.128376

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Las hipotecas referenciadas al euríbor han experimentado sobrecostes hasta del 20% debido a las manipulaciones

Las hipotecas referenciadas al euríbor han experimentado sobrecostes hasta del 20% debido a las manipulaciones

Seis investigadores de la Universidad de Valladolid concluyen que la manipulación del tipo de interés entre 2005 y 2008 tuvo una clara repercusión en los préstamos hipotecarios hasta el año 2010

El 15 de septiembre de 2008 pasó a la historia por ser uno de los días más oscuros para los mercados financieros a nivel mundial. La quiebra del banco Lehman Brothers provocó la caída de los dos índices accionarios más importantes de Estados Unidos (el Dow Jones y el S&P500) en cuestión de horas; y tras ellos la caída de los principales índices bursátiles de todo el mundo. Esta caída derivó en el inicio de investigaciones a multitud de empresas financieras a lo largo y ancho del planeta que concluyeron con el reconocimiento de manipulación por parte de varios miembros del panel de instituciones bancarias que formaron el núcleo de información para el cálculo del euríbor. En 2011 la Comisión abrió un procedimiento sancionador a siete bancos por falseamiento de la competencia en el sector de los derivados sobre tipos de interés en euros (euríbor) Barclays, Deutsche Bank, Société Générale, Royal Bank of Scotland, Crédit Agricole, HSBC y JPMorgan. Los cuatro primeros reconocieron sus prácticas irregulares, colaboraron y llegaron a un acuerdo con la Comisión. Fruto de este acuerdo, el 4 de diciembre de 2013 Bruselas impuso a Barclays, Deutsche Bank, Société Générale y Royal Bank of Scotland la mayor sanción de su historia, 1.042.749 miles de euros en total, tras una reducción de la multa del 100%, 30%, 5% y 50%, respectivamente, por su colaboración en la investigación. Por otra parte, La Comisión Europea impuso el 7 de diciembre de 2016 una sanción total de 485.456 miles de euros a los tres bancos no colaboradores, Crédit Agricole, HSBC y JPMorgan. Estos tres bancos no habían cooperado activamente en la investigación de la Comisión.

En este contexto, un grupo formado por seis investigadores de los departamentos de Economía Aplicada, Fundamentos del Análisis Económico y Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Valladolid ha comenzado una línea de investigación para la elaboraboración de modelos econométricos que permite cuantificar el impacto que ha tenido esta manipulación en los préstamos hipotecarios de muchos ciudadanos. La idea de estudiar este problema desde un punto de vista estadístico-econométrico asentado en los fundamentos de la Teoría económica y financiera partió de un buferte de abogados, el cual aportó  el documento titulado Guía práctica para cuantificar el perjuicio en las demandas por daños y perjuicios por incumplimiento de los artículos 101 o 102 del tratado de funcionamiento de la Unión Europea. “Este bufete de abogados observó que había existido una manipulación en el euríbor que la Comisión Europea había sancionado y, pese a que hasta el propio Joaquín Almunia [ex vicepresidente de la Comisión Europea] afirmó que no había existido daño para los ciudadanos, este grupo de abogados ha querido analizar el daño real ocasionado”, expone Araceli Rodríguez, investigadora del departamento de Fundamentos del Análisis Económico. A la luz de dicho documento, el equipo de investigadores consideró factible calcular el daño causado por la manipulación del Euribor, mediante la modelización econométrica expresamente admitida en esa Guía.

¿Qué es el euríbor?

“Condena por manipular el euríbor en un contrato hipotecario”, “el euríbor sube con fuerza a la espera del tapering”, “el euríbor sigue en terreno negativo por quinto año consecutivo”… A diario escuchamos en alguna ocasión esta palabra; pero, ¿sabemos qué significa realmente?

El euríbor o European InterBank Offered Rate es un tipo de interés aplicado a las operaciones entre bancos de Europa. Es decir, es el porcentaje medio al que los bancos europeos dicen prestarse dinero entre ellos a un plazo determinado. ¿Y cómo se puede manipular este dato? “Hasta 2019, el euríbor se calculaba diariamente en base a apreciaciones sobre los tipos de interés a los que los bancos estarían dispuestos a prestarse el dinero. En 2019, a raíz de las sanciones por prácticas colusorias impuestas a los bancos por la Comisión Europea, se reformó la metodología de cálculo del euríbor” y “ahora se calcula en base a transacciones reales entre entidades financieras”, explica la perito.

De esta forma, hasta 2019 se calculaba tomando como referencia los tipos de interés hipotéticos que hubieran aplicado los bancos por  el depósito de dinero de unos en otros. Las apreciaciones no se correspondían con transacciones reales sino que respondían más bien a estrategias o a posiciones deudoras o acreedoras de las entidades en los mercados de divisas y de derivados financieros por lo que estos datos no generaban ningún compromiso. De este modo, las entidades sancionadas, participaron en acuerdos en el sector de los derivados sobre tipos de interés en euros mediante diferentes prácticas de intercambio de información. En cambio, en la actualidad, al calcularse el Euribor en base a las transacciones reales entre entidades bancarias, la manipulación es mucho más complicada.

¿Cómo ha afectado esta manipulación a los ciudadanos?

Son muchas las personas que al comprar una casa firmaron una hipoteca cuyos intereses están directamente relacionados con el Euríbor. Esto quiere decir que el coste de la hipoteca subirá cuando el Euríbor suba y bajará cuando el Euríbor baje. Por ello, es de vital importancia conocer cómo se manipuló este índice entre septiembre de 2005 y mayo de 2008, ya que pudo suponer un sobrecoste en los préstamos hipotecarios de muchos ciudadanos.

Así, los seis investigadores de la UVa, dirigidos por el catedrático José Luis Rojo, han elaborado un modelo econométrico (con diferentes versiones y mejoras) que permite estimar la evolución del Euribor a 12 meses si no hubiese existido la  manipulación. De esta forma, han conseguido calcular la diferencia entre los pagos de los préstamos hipotecarios en el contexto manipulado y en el no manipulado. El periodo en el que se manipuló el euríbor estaba ya de por sí muy alto. Por lo que si a esto le sumamos la manipulación se pagó mucho más de lo que debería. Por ejemplo, para una hipoteca a 10 años con un principal de 100 000€ de capital pendiente en mayo de 2005, la cantidad de intereses pagados en exceso durante el periodo de manipulación (septiembre de 2005 a mayo de 2008) habría sido de 775€ (aproximadamente, un 13% del total de intereses efectivamente pagados en dicho periodo). La cantidad de intereses indebidamente pagados en el conjunto de la hipoteca habría alcanzado los 2778€ (alrededor de un 23% del total de intereses efectivamente pagados).

Bibliografía

Rodríguez-López, Araceli; Fernández-Abascal, Hermenegildo; Maté-García, Jorge-Julio; Rodríguez-Fernández, José-Miguel; Rojo-García, José-Luis; Sanz-Gómez, José-Antonio (2021) ‘Evaluating Euribor Manipulation: Effects on Mortgage Borrowers’. Finance Research Letters. Volume 40, May 2021, 101795 DOI: https://doi.org/10.1016/j.frl.2020.101795 , JCR Q1 (6/108)

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Un espionaje molecular advierte de posibles complicaciones en los catalizadores de oro

Un espionaje molecular advierte de posibles complicaciones en los catalizadores de oro

Un equipo investigador de la UVa profundiza en el uso de este metal precioso para procesos industriales farmacéuticos o de química fina

La Química ha experimentado en el siglo XXI una fiebre del oro. Grupos de investigación de todo el mundo se han lanzado a describir nuevas aplicaciones de este metal precioso a raíz de descubrimientos en las dos últimas décadas sobre su capacidad para catalizar determinadas reacciones químicas, lo que ha contribuido a mejorar procesos industriales en farmacia o química fina. Un equipo del Instituto Universitario CINQUIMA, de la Universidad de Valladolid (UVa), se ha fijado en esta ocasión en las complicaciones que pueden surgir en determinadas catálisis en la que está presente el elemento 79 de la tabla periódica haciendo uso de la resonancia magnética nuclear (RMN), una técnica de espionaje molecular.

Muchas reacciones químicas no se producen porque la barrera energética que habría que superar es excesivamente alta. Sin embargo, en presencia de un catalizador sí pueden tener lugar. Un catalizador es “una sustancia que acelera una reacción química y abre una nueva ruta para la obtención del producto deseado, sin ser consumido en el proceso”, según lo define Camino Bartolomé, miembro del Instituto de Investigación CINQUIMA de la UVa.

Una de las líneas desarrolladas por la unidad de investigación consolidada UIC176 a la que pertenecen los autores del artículo consiste en diseñar y estudiar el comportamiento de nuevos catalizadores de diferentes metales, entre ellos el oro, cuyo denominador común es que poseen un arilo fluorado enlazado al metal. En concreto, en un trabajo publicado recientemente han estudiado cómo se produce la transferencia de un resto orgánico, el arilo fluorado, entre dos átomos de oro utilizando varias herramientas habituales en el desarrollo de las líneas de investigación del CINQUIMA. La RMN, explica Bartolomé, “permite espiar a las moléculas, ver cómo se van transformando”. Como si fueran agentes secretos, los investigadores emplearon los núcleos de fluor de la estructura como sofisticada lupa. Además, la técnica de difracción de rayos X “nos ha permitido fotografiar los productos de esta reorganización”, indica la investigadora. “Hemos combinado todas estas observaciones con cálculos teóricos para poder entender esta reorganización observada sobre el oro”, prosigue.

“Lo más importante de este trabajo ha sido que hemos corroborado que la reorganización de arilos depende de la elección del disolvente y de otros detalles que en ocasiones no se dan importancia en muchas reacciones químicas catalizadas por metales de transición”, precisa la profesora titular de Química Inorgánica. El trabajo, por lo tanto, constituye una advertencia sobre posibles complicaciones en procesos donde interviene un catalizador metálico y más concretamente de oro. Los resultados de este estudio científico se han publicado en la revista científica Chemical Communications.

Las investigadoras del IU CINQUIMA Camino Bartolomé (izquierda) y Sara Fernández

El oro y otros metales

Aunque es considerado un valor refugio en economía, el empleo del oro como catalizador es para el sector productivo más asequible que el rodio o el paladio, y presenta ventajas respecto al cobre, una materia prima más disponible en la naturaleza y, por lo tanto, más barata. “Cuando a principios del siglo XXI se comienzan a publicar trabajos que demuestran la extraordinaria actividad del oro en procesos de formación de enlaces carbono-carbono, este metal se sitúa en un lugar fundamental en catálisis homogénea y síntesis orgánica”, subraya Bartolomé. “El oro es capaz de activar triples enlaces carbono-carbono selectivamente frente a otros metales, lo que hace que en algunas de estas transformaciones catalizadas sea el candidato perfecto”.

La unidad de investigación consolidada no solo trabaja con el oro en el diseño y preparación de nuevos catalizadores, sino también con otros metales como el paladio, el rodio, el iridio, el níquel y el cobre, todos de interés para la industria farmacéutica. Esta línea de investigación, codirigida por Pablo Espinet y Camino Bartolomé, forma parte del trabajo de fin de máster de Sara Fernández Moyano, y en él ha colaborado muy activamente Marconi Peñas (que actualmente disfruta de un contrato postdoctoral financiado por el Irish Research Council con un grupo puntero en Química Computacional) todos en ese momento miembros del CINQUIMA.

Una disciplina mixta

El trabajo de investigación se sitúa dentro la Química Organometálica, una disciplina que actúa de nexo entre dos grandes ramas de la Química, la Orgánica y la Inorgánica. Fue el químico sueco Jöns Jacob Berzelius quien a principios del siglo XIX diferencia entre los de los compuestos los que contienen carbono, los orgánicos, y los que no, los inorgánicos. Ahora, las fronteras están más difusas. En la Química Organometálica se produce al menos un enlace entre un metal, más propio de la Química Inorgánica, y el carbono, base de la Química Orgánica.

Bibliografía

Sara Fernández-Moyano,Marconi N. Peñas-Defrutos,Camino Bartolomé y Pablo Espinet, ‘Striking ligand-disproportionative Cl/arylscrambling in a simple Au(III) system. Solvent role,driving forces and mechanisms’, Chem.Commun., 2021, 57, 125. DOI: 10.1039/D0CC06450E

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Hombres y mujeres presentan niveles similares de protección ante el virus de la gripe

Hombres y mujeres presentan niveles similares de protección ante el virus de la gripe

Investigadores del Centro Nacional de la Gripe de Valladolid concluyen que el género no afecta, en general, a la seroprotección contra el virus de la gripe y a la respuesta humoral tras la vacunación

Los años 2020 y 2021 han estado protagonizados en todos los niveles, incluido el investigador, por la COVID-19, pero lo cierto es que desde hace muchos años convivimos con otras enfermedades infecciosas que causan anualmente miles de muertes y que siguen requiriendo atención e investigación. En este contexto, la pandemia provocada por el SARS-CoV-2 ha puesto sobre la mesa la necesidad de estudiar algunos factores relacionados con las enfermedades infecciosas, como el género, que hasta ahora se habían infravalorado o incluso habían pasado desapercibidos. “Tradicionalmente se ha puesto en un segundo plano valorar este tipo de cuestiones, centrándose más en factores como las enfermedades de base, la edad y otros factores de riesgo; pero nuestros resultados muestran que el sexo debe ser tomado en cuenta a la hora de evaluar parámetros de protección vacunal, porque pueden mostrar bolsas ocultas de personas infraprotegidas”, explican Iván Sanz, responsable científico y de vigilancia virológica del Centro Nacional de la Gripe, y Laura Sánchez investigadora del mismo centro y del grupo BIOCRITIC de la Universidad de Valladolid.

La gripe o influenza (por su denominación en inglés) es una enfermedad infecciosa respiratoria producida por un virus que se transmite con facilidad propagándose rápidamente especialmente en las épocas de otoño e invierno. Esta enfermedad, que provoca directa o indirectamente hasta 650.000 muertes al año a nivel mundial y que causó en el año 1918 la pandemia de la gripe española, recordada como la peor pandemia de la Historia, parece no afectarnos a todos de igual manera. Por ello, un grupo de investigadores del Centro Nacional de la Gripe de Valladolid se plantea si están naturalmente más protegidas las mujeres ante las enfermedades infecciosas que los hombres estudiando el caso concreto de la gripe y sus vacunas.

Hombres y mujeres tienen, a priori, la misma protección

Según un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud en 2010, la gripe provoca casos más graves y mortales en las mujeres, especialmente en las más jóvenes; sin embargo, otros estudios han demostrado que el impacto en términos de infección y mortalidad por gripe es mayor en los hombres en ambos extremos de la vida, menores de 20 y mayores de 80 años. Entonces, ¿qué ocurre realmente?, ¿se contagian más las mujeres que los hombres?, ¿cómo responden los individuos a las vacunas contra la gripe en función del género?

Investigadores del Centro Nacional de la Gripe de Valladolid han diseñado un estudio observacional  de 2.243 individuos sanos (1.052 hombres y 1.191 mujeres) reclutados entre 2006 y 2018 a los que les extrajeron muestras de suero antes y después de la vacunación. Con estos sueros se puso en marcha un ensayo de inhibición de la hemaglutinación que permite conocer los anticuerpos que tiene cada persona frente a cada uno de los virus de gripe humana existentes.

Los resultados del estudio observacional reflejan que, a priori, hombres y mujeres, en un estado basal (antes de la vacunación) presentan la misma protección humoral, que “es la parte del sistema inmune que se encarga de producir anticuerpos”, explica Iván Sanz. La diferencia aparece cuando entran en juego las vacunas. En general, las mujeres adquieren una mayor protección con ciertas vacunas, pero también sufren más efectos secundarios como se está pudiendo comprobar con la COVID-19. Y esto incrementa si incluimos en la ecuación también el factor edad. “El paso de la edad afecta a la respuesta humoral de los varones mayores de 65 años en comparación con las mujeres de la misma edad, siendo menor en los primeros”, apunta Sanz. Es decir, la vacunación contra la gripe no tiene en cuenta el sexo en términos de eficacia de la respuesta humoral en adultos jóvenes, pero sí en el caso de los ancianos.

Como conclusión, el estudio muestra que en general, el género no es un factor demasiado relevante para la inmunidad humoral frente a la gripe, pero, en ciertas edades y frente a subtipos específicos de gripe, existen diferencias entre ambos sexos por lo que este factor no puede dejarse de lado a la hora de investigar y plantear campañas de vacunación. Además, la información obtenida podría ser crítica en situaciones en las que hay una mayor demanda y escasez de existencias, como una pandemia.

¿Qué es la respuesta humoral?

El cuerpo humano es capaz, gracias al sistema de defensas, de detectar antígenos extraños y producir una respuesta ante la ‘intrusión’. Esta respuesta puede ser inespecífica (los mecanismos actúan de igual manera, independientemente de cuál sea el invasor), o específica. La inmunidad específica se basa en el reconocimiento del antígeno extraño y la producción de una respuesta que puede ser humoral (produciendo anticuerpos que neutralizan los antígenos) o celular (destruyendo las células extrañas y eliminando las células del propio organismo que se encuentran infectadas). La respuesta humoral está mediada por linfocitos T, que no atacan directamente a las células infectadas sino que liberan unas sustancias denominadas anticuerpos que se fijan a los antígenos facilitando su ‘captura’ por parte de los macrófagos (células encargadas de ‘destruir al enemigo’).

Así, tal y como explica el experto Iván Sanz “la respuesta humoral, en concreto, es la parte del sistema inmune que se encarga de producir anticuerpos, siendo una de las facetas más fáciles de medir en laboratorio para comprobar si una vacuna nos ha hecho efecto, o de si estamos o hemos estado infectados por un microorganismo.”

Bibliografía

Sánchez-de Prada L, Ortiz de Lejarazu-Leonardo R, Castrodeza-Sanz J, Tamayo-Gómez E, Eiros-Bouza JM and Sanz-Muñoz I (2021) Do Vaccines Need a Gender Perspective? Influenza Says Yes!. Front. Immunol. 12:715688. doi: 10.3389/fimmu.2021.715688

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El éxito de la restauración ecológica pasa por una correcta evaluación de las acciones puestas en marcha

El éxito de la restauración ecológica pasa por una correcta evaluación de las acciones puestas en marcha

Investigadores del Instituto Pirenaico de Ecología y las universidades de Valladolid y Lleida, entre otras, elaboran un índice que permitirá realizar evaluaciones completas de acciones de restauración

El elevado consumo de plásticos, característica fundamental de las sociedades occidentales actuales, está suponiendo una drástica reducción de la fauna marina. Sin embargo, este derroche es solo un ejemplo de los cientos que podemos encontrar de cómo la actividad del ser humano ha destruido y destruye ecosistemas y especies. Paralelamente a este problema, a lo largo del siglo XXI estamos viviendo un crecimiento generalizado de la sensibilización ecológica de la sociedad en general y de las administraciones en particular. El Desafío de Bonn de 2011 para restaurar 150 millones de hectáres de bosques o la Declaración de Nueva York de 2014 en la que docenas de gobiernos, más de 30 de las empresas más grandes del mundo y más de 50 organizaciones se comprometieron a reducir a la mitad la pérdida anual de bosques naturales para 2020 y esforzarse para alcanzar la cero deforestación en 2030, son ejemplo de ello. Más recientemente, el 1 de marzo de 2020, se declaró en Nueva York la Década 2021-2030, como la Década de las Naciones Unidas para la Restauración de los Ecosistemas con el objetivo de incrementar a gran escala la restauración de los ecosistemas degradados y destruidos, como medida de probada eficacia para luchar contra el cambio climático y mejorar la seguridad alimentaria, el suministro de agua y la biodiversidad.

La restauración ecológica de los ecosistemas se propone como una de las principales soluciones para frenar la alteración de los sistemas, entendiendo por restauración no la recuperación del ecosistema primigenio sino la creación de un ecosistema equilibrado e idóneo que lleve a la optimización de las funciones ecológicas. Ahora bien, actualmente el problema aparece a la hora de medir el nivel de éxito de esta restauración. La diversidad de objetivos perseguidos junto a la variedad de métodos estadísticos en el tratamiento de datos hacen de la evaluación una tarea muy compleja. En este contexto, Carolina Martínez, investigadora de la Universidad de Valladolid y coordinadora del Grupo de Trabajo de Restauración Ecológica de la Asociación Española de Ecología Terrestre, ha participado en la elaboración de un novedoso índice que permitirá medir “lo que se ha restaurado en relación con que debería haberse recuperado”: el índice de Restauración Lograda.

Este índice que permitirá evaluar correctamente el éxito de las labores de restauración es el fruto de una investigación puesta en marcha por el Instituto Pirenaico de Ecología del CSIC y en la que han colaborado diferentes entidades como la Universidad de Valladolid o la Universitat de Lleida.

Índice de Restauración Lograda

Hasta ahora la mayoría de los estudios que utilizaban metaanálisis para analizar los resultados de la restauración ecológica, expresaban sus resultados mediante el índice de Recuperación Restante, pero, como han señalado numerosos expertos la expresión de los datos, mediante este índice puede ser engañosa. “Tal enfoque solo explica parcialmente los resultados de la restauración ecológica, ya que solo considera ‘lo que queda por hacer’ como una medida del éxito de la restauración; mayor éxito cuanto menor sea lo que queda por hacer. Por tanto, el uso de este índice no es que sea erróneo, sino que la valoración resulta incompleta ya que solo considera ‘lo que queda por hacer’ y también debería considerarse ‘lo que se ha hecho’ en comparación con lo que se esperaba para lograr una restauración completa”, explica Carolina Martínez, profesora del Departamento de Ciencias Agroforestales en el campus de Palencia.

Teniendo en cuenta que el índice de Recuperación Restante ofrece una visión parcial, el equipo en el que participa Martínez propone el uso del índice de Restauración Lograda de forma complementaria. “Sugerimos que usar sólo un índice para evaluar el éxito de la restauración no es suficiente. Proponemos completar el índice de Recuperación restante (‘lo que queda por hacer’) con un nuevo índice que informa sobre ‘lo que se ha restaurado en comparación con lo que debería haberse recuperado’: el índice de Restauración Lograda”, aclara la coordinadora del Grupo de Trabajo de Restauración Ecológica de la AEET.

Restauración… ¿activa o pasiva?

Aunque el debate sobre el tipo de restauración idóneo todavía está encima de la mesa y las comparativas son aún escasas, estudios recientes parecen demostrar una mayor efectividad de la restauración pasiva frente a la activa. En el metaanálisis planteado en el estudio, la recuperación restante fue, en general, claramente mayor cuando se implementó restauración pasiva que tras la restauración activa, resultado que serviría como argumento a favor de la restauración activa. Sin embargo, aunque la diferencia no fue significativa, lo que se ha logrado con la restauración (es decir, el trabajo realizado) fue mayor en el caso de la restauración pasiva (AR = 60%) en comparación con la restauración activa (45%). ”Ambos resultados aparentemente contradictorios pueden explicarse si tenemos en cuenta la intensidad de la degradación inicial. De nuestros resultados, aunque aquí de nuevo las diferencias no fueran significativas, se desprende que cuanto mayor sea la degradación inicial, más recurrirán los profesionales a la restauración pasiva. Por lo tanto, aunque la restauración pasiva sea globalmente más eficiente (mayor AR) que la restauración activa, ‘lo que queda por hacer‘ (RR), que es más alto asociado a ella, probablemente está en parte relacionado con la intensidad de la degradación inicial, que es globalmente más alta en la restauración pasiva que en la restauración activa”, concluye la investigadora del Instituto Universitario de Investigación en Gestión Forestal Sostenible (centro mixto UVa-INIA).

 

Bibliografía

Lilian Marchand, Bastien Castagneyrol, Juan J. Jiménez, Jose M. Rey Benayas, Marie-Lise Benot, Carolina Martínez-Ruiz, Josu G. Alday, Renaud Jaunatre, Thierry Dutoit, Elise Buisson, Michel Mench, Didier Alard, Emmanuel Corcket, Francisco Comin. ‘Conceptual and methodological issues in estimating the success of ecological restoration’ Ecological Indicators, Volume 123, 2021, 107362, https://doi.org/10.1016/j.ecolind.2021.107362

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Experiencia en los comités de auditoría: parte de la solución al fraude en las grandes empresas

Experiencia en los comités de auditoría: parte de la solución al fraude en las grandes empresas

Una métrica innovadora, propuesta por un investigador de la UVa, apunta a la experiencia profesional y académica como uno de los pilares fundamentales de la transparencia y el buen gobierno en las grandes empresas europeas

Este año se cumple el 20 aniversario de la caída del gigante energético Enron y, los casos de corrupción y fraude en las grandes empresas siguen, todavía hoy, a la orden del día, por lo que los comités de auditoría se han convertido en los últimos años en un elemento clave en el panorama del gobierno corporativo. En este contexto, la Unión Europea, mediante reformas del marco legal y recomendaciones a los estados miembro, confirma la importancia de fortalecer la competencia de estos órganos de control. En el año 2014, el Parlamento Europeo reforzó la independencia y las competencias de los comités de auditoría exigiendo a las empresas que la mayor parte de los miembros de dichos comités sean independientes y, al menos, uno de los miembros competente en auditoría o contabilidad.

Y, ¿en qué radica la importancia de estos comités de auditoría? Además de ser un elemento de buen gobierno y servir de mecanismo de vigilancia, estos órganos de control y asesoramiento brindan conocimientos y experiencia para que las empresas puedan obtener ventajas competitivas. La función de seguimiento y verificación que realizan los consejeros que forman parte de estas comisiones proporcionan al consejo de administración de las empresas y sus accionistas información detallada sobre el estado de la empresa y las medidas más convenientes a desarrollar en el plano financiero.

La investigación académica no se ha mantenido al margen de esta problemática sino que, gracias a estudios e investigaciones, está contribuyendo también a la mejora de la trasparencia en las grandes empresas. En este sentido, César Zarza, investigador de la Universidad de Valladolid, revisa, en el marco de su tesis doctoral, la importancia de la experiencia de los miembros de los comités de auditoría en las grandes empresas europeas. “Nosotros aportamos un granito de arena, analizando la importancia de la cualificación y la tipología de expertos que mejor desempeñarían su papel en la comisión de auditoría. Vemos que el expertise en auditoría es el único capaz de mitigar el fraude contable”, explica Cesar Zarza, que recientemente ha publicado un artículo sobre su investigación en la revista científica Managerial Auditing Journal.

Experiencia: Educación y empleo

Este estudio se centra en la noción multifacética de experiencia y explora algunas consecuencias de las cualificaciones de los miembros del comité de auditoría. Examina la relación entre la experiencia de los miembros del comité, la actividad del mismo y la función de los auditores externos. “Los estudios previos publicados a este respecto solo analizaban de manera dicotómica la cuestión de la cualificación, de tal forma que medían el nivel de expertise de un comité de auditoría en relación a si al menos uno de los miembros de dicho comité reunía un tipo de cualificación. En el caso del presente estudio analizamos la cualificación de todos los componentes de la comisión, lo que nos ha permitido obtener una variable continua de la comisión al completo, a diferencia del resto de estudios y, además, en un entorno europeo, dada la baja evidencia empírica si lo comparamos con los EE.UU.», expone el investigador.

Una vez analizados, mediante técnicas de big data, cerca de 2.500 currículum vitae procedentes de los miembros de comités de más de 295 empresas europeas los resultados apuntan a una mejora en la experiencia de este órgano. Los hallazgos confirman que los comités con mayor experiencia son más activos, se reúnen más, tienen menos dedicación exclusiva de sus componentes y pagan honorarios por la auditoría más bajos, evidenciándose una tendencia de las grandes empresas europeas hacia comités más expertos en los últimos años. Sin embargo, ¿qué significa que los comités tengan más o menos experiencia? La experiencia de los miembros y del comité de auditoría se puede obtener a través de la educación y del empleo. Estos dos tipos de experiencia han demostrado ser complementarios y no sustitutivos, ya que aportan diferentes competencias y habilidades al comité de auditoría.

En definitiva, los resultados de este estudio confirman la importancia de los comités de auditoría en los gobiernos corporativos y demuestran las implicaciones tanto para las empresas como para los responsables de la formulación de políticas. Por ello, una vez demostrada científicamente la importancia de la experiencia y de la cualificación de estos comités “la legislación relativa a las comisiones de auditoría debería dar un paso más y especificar los tipos de cualificación necesarios, sustituyendo las actuales exigencias genéricas de cualificación en contabilidad y/o auditoría. Se debe especificar más y el regulador bancario ya ha dado sus primeros pasos en esta dirección”, afirma Zarza.

Bibliografía

Zarza Herranz, C., Lopez-Iturriaga, F. and Reguera-Alvarado, N. (2020), «Audit committee expertise in large European firms», Managerial Auditing Journal, Vol. 35 No. 9, pp. 1313-1341. https://doi.org/10.1108/MAJ-11-2019-2478

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Estudiantes universitarios consumen alcohol por encima de la media a pesar de conocer sus peligros

Estudiantes universitarios consumen alcohol por encima de la media a pesar de conocer sus peligros

Un estudio puesto en marcha por el Grupo de Investigación de Excelencia (GIE) en Psicología de la Educación, de la Universidad de Valladolid, en colaboración con la Universidad Pontificia de Salamanca, evalúa el consumo de drogas entre su población estudiantil

Los cambios socio-económicos y culturales observados en las últimas décadas en España han provocado un cambio notorio en el ciclo de vida social, especialmente de los más jóvenes. Como consecuencia de estos cambios, especialmente profundos desde 2008, los jóvenes invierten más años en formación académica, abandonan más tarde el hogar familiar y esperan más para formar una familia. Esta nueva etapa en la vida de los jóvenes, situada aproximadamente entre los 18 y los 29 años, se conoce como adultez emergente y se caracteriza por una inestabilidad en la mayor parte de las facetas vitales y por el intento de encontrar la mejor manera de crecer.

Ante este escenario, investigadores de las universidades de Valladolid y Pontificia de Salamanca se plantean cómo se comportan estos jóvenes que, en general, rehúyen las reponsabilidades, ante las drogas y su consumo y cómo se relacionan la relación con el entorno, el desempeño académico y la inteligencia emocional con este consumo de estupefacientes. Para ello, han puesto en marcha un estudio conjunto en ambas universidades en el que se ha seleccionado una muestra de 211 jóvenes de entre 18 y 28 años, que pertenecen fundamentalmente a los grados de Trabajo Social de ambas instituciones educativas. La importancia de esta investigación radica en la visibilización de la necesidad de nuevas estrategias relacionadas con el consumo de alcohol y otras drogas. “Si bien este estudio no puede generalizarse al conjunto de estudiantes universitarios de Castilla y León, podría servir de base para que las universidades y otras instituciones diseñen estrategias de prevención del consumo, mejoren el rendimiento académico y optimicen el desarrollo de los jóvenes universitarios”, concluyen los investigadores.

¿Qué consecuencias tiene el consumo de sustancias estupefacientes?

Los jóvenes universitarios de Castilla y León participantes en el estudio apuntan a tasas de consumo de alcohol, tabaco y cannabis superiores a la media nacional registrada en la Encuesta sobre alcohol y otras drogas en España para los jóvenes de esa franja de edad, con el 82,5% consumidores habituales de alcohol, el 19,9% de tabaco y el 16,1% de cannabis. Es importante tener en cuenta que los datos de esta muestra no podrían extrapolarse al conjunto de los jóvenes universitarios ya que se trata de “un muestreo no probabilístico y no aleatorio debido a la facilidad de acceso y la disponibilidad de las personas de formar parte de la muestra”, tal y como explica José Luis Rodríguez, investigador del Área de Psicología Evolutiva y de la Educación de la UVa. Además, esta investigación se enmarca dentro del área de Ciencias Sociales, que “incluye grados altamente feminizados, por lo que la mayor parte de muestra está compuesta por mujeres”, añade Salgado, profesor de la Universidad Pontificia. No obstante no se han encontrado diferencias significativas en los patrones de consumo en términos de género.

Los resultados del estudio ‘Socio-Emotional Variables Linked to the Consumption of Drugs amongst University Students of Social Sciences: A Pilot Study’ indican un cierto vínculo entre el consumo de sustancias estupefacientes y el rendimiento académico, en la línea de lo concluido en investigaciones anteriores. De esta forma, aquellas personas que consumen estas sustancias obtienen peores resultados que los que no lo hacen. Sin embargo, no se ha encontrado una diferencia significativa en las notas de los consumidores habituales y los ocasionales.

Por otro lado, el consumo de drogas se relaciona negativamente con variables como la estabilidad emocional. “Cuando el hecho de prestar atención a nuestros estados emocionales llega a ser excesivo, puede provocar un incremento del pensamiento rumiativo y mantener el estado de ánimo displacentero. De hecho, si el joven adulto focaliza su atención excesivamente en sus sentimientos, pero no es capaz de clarificar qué siente ni de regular internamente sus emociones, es más probable que opte por otras formas menos adecuadas para afrontar sus estados emocionales aversivos como el consumo de sustancias”, aclara el investigador del Grupo de Investigación de Excelencia de Psicología de la Educación.

En cuanto a la tecera variable objeto de análisis, el apoyo socio-familiar percibido, parece indicar que la familia es una dimensión relevante para los jóvenes, ya que aquellos universitarios que presentan un mayor apoyo familiar son los que se autodeclaran no consumidores y además son los que mejores calificaciones obtienen. “Sistemáticamente, diferentes estudios de nuestro país y de nuestra comunidad autónoma, confirman que la variable de percepción de calidad familiar es un buen protector, frente al inicio del consumo. Los jóvenes que perciben una alta calidad familiar no se inician en el consumo de drogas y si lo hacen, lo hacen más tarde y abandonan el consumo esporádico mucho antes. Además, es una variable que favorece los resultados académicos, probablemente por ser una variable motivacional: estos jóvenes se sienten más animados, valorados y comprendidos”, confirma Alfonso Salgado, investigador de la Universidad Pontificia de Salamanca.

Una de las limitaciones del estudio podrían ser los autoinformes ya que “ofrecen una medida subjetiva de la percepción del propio alumnado. Se podrían emplear otras fuentes de recogida de información como son las familias y el profesorado. Además, el corte transversal de esta investigación no permite establecer relaciones causales que sí se podrían ver con estudios longitudinales. Además, sería interesante incluir como línea de investigación futura los distintos estilos educativos familiares”, explica Rodríguez.

¿Qué ocurre cuando la muestra es mayor?

El estudio puesto en marcha conjuntamente por investigadores de la Universidad de Valladolid y la Universidad Pontificia de Salamanca sigue en curso, ampliando la muestra hasta casi 1.000 estudiantes de la Universidad de León, la Universidad de Burgos, la Universidad de Salamanca, la Universidad de Valladolid, la Universidad Pontificia de Salamanca, la Universidad Católica de Ávila, la Universidad Isabel I y la Universidad Europea Miguel de Cervantes. “Los resultados todavía preliminares parecen indicar que las conclusiones expuestas en el presente estudio se confirman, y que los niveles de consumo se mantienen estables, estando todavía los datos relativos a los jóvenes universitarios de Castilla y León por encima de la media nacional”, avanzan los investigadores.

Los datos arrojados por el primer estudio, que parecen confirmarse con los datos preliminares del segundo, ponen sobre la mesa la necesidad de creación de unidades de Unidades de Intervención en las universidades. “Con estos datos, querríamos trasladar a los rectorados respectivos la necesidad de que las unidades de atención psicológica incluyan tareas de prevención, programas específicos para el tratamiento de adicciones químicas, tecnológicas… para los estudiantes que los requieran”, concluyen los investigadores del estudio.

Bibliografía

Rodríguez-Sáez, J.L.; Martín-Antón, L.J.; Salgado-Ruiz, A.; Carbonero, M.Á. Socio-Emotional Variables Linked to the Consumption of Drugs amongst University Students of Social Sciences: A Pilot Study. Int. J. Environ. Res. Public Health 2021, 18, 4502. https://doi.org/10.3390/ijerph18094502

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Un modelo predice el nivel de ansiedad en las prácticas de los futuros médicos

Un modelo predice el nivel de ansiedad en las prácticas de los futuros médicos

Investigadores de la UVa buscan las condiciones óptimas para reducir los niveles de ansiedad de los estudiantes de Medicina y mejorar la calidad de la enseñanza

Las prácticas clínicas con alumnos del Grado en Medicina suponen en ocasiones una difícil disyuntiva, ya que los estudiantes necesitan enfrentarse a situaciones reales que les permitan evaluar sus conocimientos y habilidades; sin embargo, ante escenarios muy críticos, en los que la vida o la integridad física del paciente está en juego, las opciones de prácticas se reducen casi al 100%. Como solución a este problema, la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid ha instalado un Centro de Simulación Clínica Avanzada de alta fidelidad. No obstante, sigue existiendo un problema derivado del uso de este simulador: los altos niveles de ansiedad que generan las simulaciones los alumnos. Por ello, un equipo de médicos y profesores de este centro académico han puesto en marcha una investigación que permitirá predecir los niveles de ansiedad de los estudiantes que se enfrentan a estas situaciones.

Esta investigación nace de la necesidad de conocer los niveles de ansiedad que alcanzarán los estudiantes durante la simulación para poder ofrecerles previamente técnicas de relajación o de control de los nervios y hacer que maximicen los beneficios de la herramienta. “Este modelo nos confirma qué alumnos van a acabar con un nivel de ansiedad no tolerable, ya que niveles bajos de ansiedad son positivos para el estudiante (lo ponen alerta, son más productivos, más rápidos, piensan con más agilidad), pero niveles muy elevados de ansiedad pueden ser incapacitantes ya que aparece visión túnel (no ves alrededor), no escuchas, te obcecas… incluso aparecen episodios de amnesia temporal”, explica Francisco Martín-Rodríguez, profesor del Centro de Simulación Clínica Avanzada de la UVa, que junto con Miguel Ángel Castro Villamor han dirigido el estudio.

Un aumento del 25% en los niveles de ansiedad respecto a los valores iniciales se considera un aumento fuerte de que puede evitar que los estudiantes resuelvan con éxito las situaciones críticas y no aprovechen la simulación. De esta forma el objetivo del estudio ha sido diseñar un modelo predictivo que incluye variables demográficas, fisiológicas y metabólicas, y las condiciones ambientales del laboratorio de simulación para determinar el riesgo de un aumento fuerte de la ansiedad. “La edad, el sexo, el índice de masa corporal y la tensión arterial nos permiten saber, con una probabilidad del 80% quien va a acabar superando ese 25% de ansiedad. Lo ideal sería entonces, en estos casos, poder, previamente generar las condiciones idóneas para que no ocurra, ofreciéndoles que conozcan las instalaciones previamente, exponiendo el caso antes de su realización…”, explica el investigador.

Centro de Simulación Clínica de Alta Fidelidad. Fotografía: Francisco Martín

Simulación clínica de alta fidelidad

Los métodos de enseñanza en el área de Ciencias de la Salud evolucionan cada día con el objetivo de mejorar las condiciones de aprendizaje de los alumnos y la seguridad de pacientes y estudiantes. En este contexto, la simulación clínica de alta fidelidad se ha convertido en una herramienta esencial para recrear escenarios clínicos reales en las facultades de medicina. “Las simulaciones de alta fidelidad son entornos clínicos en los que si entrase un profesional no sería capaz de diferenciar si se encuentra en una sala de críticos o en una simulación. El simulador que es el muñeco habla, vomita, ríe, llora, tiene todas las constantes vitales, se le puede hacer todo tipo de procedimientos…”, añade Martín.

En estos centros de simulación se busca, más allá de que los estudiantes ensayen las técnicas adquiridas que ya se hace en talleres, que los alumnos sean capaces de desenvolverse y tomar decisiones en situaciones reales con altos niveles de presión. Algunas de las competencias que se buscan mejorar en estas situaciones ficticias pero altamente realistas, son el trabajo en equipo, la comunicación, el liderazgo o la empatía.

En el caso concreto de la Universidad de Valladolid, los estudiantes de sexto curso realizan en parejas y con la ayuda de una enfermera titulada simulaciones de 10 minutos, en las que se enfrentan a situaciones que podrían darse en cualquier sala de Urgencias. Posteriormente, se visualiza, en conjunto con el resto de alumnos, la simulación y se debaten las fortalezas y las mejoras de la intervención. Este sistema grabación y transmisión de vídeo intensifica la enseñanza y permite un mejor asentamiento de los conceptos y habilidades adquiridas.

 

 

La importancia de los factores personales

Para la realización de este estudio los estudiantes voluntarios de sexto curso del Grado en Medicina fueron asignados al azar a cuatro escenarios y desempeñaron uno de los dos roles posibles. En este contexto, los aumentos superiores al 25% en comparación con la ansiedad inicial apreciados en algunos alumnos fueron independientes del caso clínico propuesto, el papel jugado durante la simulación y las condiciones ambientales del laboratorio de simulación. Esto implica que el aumento de la ansiedad se debe a factores personales y no a los estresores externos ni a la metodología de entrenamiento.

La adopción de medidas correctivas en las personas con riesgo de un aumento significativo de los niveles de ansiedad puede mejorar el proceso de aprendizaje en la simulación clínica. Para ello, se proponen como acciones correctivas sesiones de orientación pre-simulación y ejercicios de respiración profunda durante cinco minutos para controlar la descarga del sistema nervioso simpático. “En este sentido, estamos hablando con algunos psicólogos y psiquiatras para ver si existen técnicas de relajación que puedan ser empleadas. Y parece ser que lo que mejor podría funcionar son las visitas previas a los escenarios, ya que el desconocimiento es lo que más estresa a los estudiantes”, explica el profesor de la Facultad de Medicina.
La adopción de medidas correctivas en las personas con riesgo de un aumento significativo de los niveles de ansiedad puede mejorar el proceso de aprendizaje en la simulación clínica. Para ello, se proponen como acciones correctivas sesiones de orientación pre-simulación y ejercicios de respiración profunda durante cinco minutos para controlar la descarga del sistema nervioso simpático. “En este sentido, estamos hablando con algunos psicólogos y psiquiatras para ver si existen técnicas de relajación que puedan ser empleadas. Y parece ser que lo que mejor podría funcionar son las visitas previas a los escenarios, ya que el desconocimiento es lo que más estresa a los estudiantes”, explica el profesor de la Facultad de Medicina.

Bibliografía

Francisco Martín-Rodríguez, Miguel A. Castro Villamor, Raúl López-Izquierdo, Raquel M. Portillo Rubiales, Guillermo J. Ortega y Ancor Sanz-García. ‘Can anxiety in undergraduate students in a high-fidelity clinical simulation be predicted? A randomized, sham-controlled, blinded trial’, Nurse Education Today, Volume 98, March 2021, 104774. DOI: https://doi.org/10.1016/j.nedt.2021.104774