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El discurso de odio se coló en medios sociales en el trato a los refugiados del Norte y el Sur tras la guerra de Ucrania

El discurso de odio se coló en medios sociales en el trato a los refugiados del Norte y el Sur tras la guerra de Ucrania

La UVa ha estudiado las publicaciones en Twitter al comienzo de la invasión rusa en y observa diferentes mensajes según la procedencia de los desplazados forzosos

A raíz de la invasión rusa de Ucrania (iniciada el 24 de febrero de 2022), cientos de miles de personas huyeron del país atacado fundamentalmente hacia sus vecinos europeos. Esta crisis de refugiados fue tendencia en los medios sociales durante los primeros meses de la guerra y como consecuencia produjo un debate público al compararse la situación de esta población desplazada forzosamente con la de otras procedecencias. Un equipo de investigación de la Universidad de Valladolid (UVa) ha estudiado el contenido de los mensajes de aquellos días. Estas publicaciones evidenciaron un trato diferente entre refugiados procedentes del norte y del sur globales, y escondían un discurso de odio que reflejala necesidad de desarrollar el pensamiento crítico también en el ámbito digital.

El panorama que refleja el trabajo investigador es desalentador respecto al acceso a una información veraz. “El auge de la difusión de las noticias falsas y su viralización se han convertido en uno de los grandes desafíos de la comunicación del siglo XXI”, expresan Abdellah Essalhi-Rakrak y Ruth Pinedo, del departamento de Psicología de la Universidad de Valladolid, en la revista científica Profesional de la Comunicación en un artículo publicado recientemente. El fenómeno de la difusión de bulos durante el comienzo de la pandemia de COVID (2020) motivó a estos investigadores de la Facultad de Educación en el campus de Segovia a analizar si existían también mensajes maliciosos cuando estalló la crisis humanitaria ucraniana dos años después.

Para ello, los científicos sociales recopilaron los tuits en castellano que tenían un discurso claro sobre los refugiados y que mínimamente hubieran generado interés (mínimo 10 me gusta, cinco comentarios y tres retuits). Los datos se recogieron en plena ofensiva rusa, cuando mayor número de personas cruzaron las fronteras de Ucrania, durante febrero y marzo de 2022. A través del programa Tweet Archivist se creó una base de datos con las etiquetas publicadas #NoSonRefugiados y #SonRefugiados. La selección de estas etiquetas se justifican, según el equipo investigador, por la existencia de debates entre cuentas acerca del trato a los refugiados y de cómo algunos usuarios justificaban no considerarlos iguales. Con la aplicación Atlas.ti se realizó posteriormente un análisis cualitativo de los mensajes. Los mensajes pudieron ser agrupados en categorías que reflejaban las actitudes y valores, las emociones y sentimientos y las características atribuidas por estas cuentas, muchas anónimas, a los refugiados en estos breves mensajes que caracterizan Twitter (ahora X).

Actitudes, emociones y características

Los mensajes emitidos reflejaban dos grandes agrupaciones respecto a las actitudes y emociones que se atribuían a los refugiados, según su procedencia. Existían actitudes negativas (“no son bienvenidos”, “desorden”, “peligro”) y positivas (“familia”, “humanidad”). Respecto a las emociones, también se agrupaban en negativas (rabia, miedo, hostilidad) y positivas (amor, alegría, ternura). En las características atribuidas a los refugiados, la división también era binomial en varios aspectos. Mientras que a las personas de procedencia ucraniana se las asociaban con mensajes como “bebé”, “familia”, al resto se les consideraba como “criminales” o “carniceros”.

El equipo investigador asoció esta dicotomía a un discurso de odio. “Es la forma de expresión que fomenta la polarización, al atribuir a determinados colectivos características negativas”, la define Pinedo. Estos mensajes justifican la discriminación de determinados colectivos. “Y además sabemos, por los datos de la Oficina Nacional de Lucha contra los Delitos de Odio, que cuando se produce un incremento de discursos de odio, también crecen los delitos físicos de odio”, añade.

El equipo investigador trató de desenmascarar cómo se camuflaba este odio en los mensajes sobre los refugiados y hallaron a través del análisis cualitativo que entre los motivos subyacentes estaba el odio contra la religión, la atribución de un problema económico a ciertos refugiados, la exaltación nacionalista, el ataque a entidades españolas que apoyan la inmigración, razones de seguridad del país y el racismo explícito. Los tuits (ahora denominadas publicaciones), por lo tanto, dividían a las personas refugiadas en dos. Mientras a las procedentes del Norte, los mensajes tenían un tono compasivo y acogedor, a las procedentes del Sur se les rechazaba.

Pensamiento crítico frente a los bulos

El trabajo de investigación se enmarca en un proyecto de educación transdiciplinar con el que se tratan de promover habilidades para el pensamiento crítico, una manera de reflexionar sobre lo que nos rodea poniendo en duda las afirmaciones que suelen aceptarse como verdaderas. Según este equipo, el pensamiento crítico es una habilidad que se debe promover desde la educación infantil a la Universidad y a lo largo de la vida cotidiana. En ese sentido, “frente a los mensajes en los medios sociales, el cuestionamiento de lo que se dice, la búsqueda de información complementaria en fuentes fiables y el fomento de la opinión propia” pueden actuar como antídoto frente al discurso del odio, según Pinedo.

 

Refugiado o migrante

La Organización de las Naciones Unidades define al refugiado como la persona que “teniendo un temor bien fundado de ser perseguido por razones de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social particular, u opinión política, está fuera de su país, de su nacionalidad y está inhabilitado o, a causa de este miedo, no quiere optar por la protección de este país”. En el caso de que esta persona no cruce las fronteras del país por estos motivos, se le considera desplazada. Un migrante, por el contrario, es una persona expatriada cuyo motivación suele estar vinculada a una mejora de su calidad de vida o la búsqueda de trabajo.

 

Bibliografía

Essalhi-Rakrak, A., & Pinedo-González, R. (2023). #EspañaInvadida. Desinformación y discursos de odio hacia los refugiados en Twitter: un reto para el pensamiento crítico. Profesional de la Información, 1-16. DOI: 10.3145/epi.2023.may.10