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Una nueva investigación prueba que la guerra en Europa tiene más de 5 000 años

Imagen del yacimiento de San Juan ante Portam Latinam (Laguardia, Álava). José Ignacio Vegas / Universidad de Valladolid

El conflicto ha existido siempre. Y en muchas ocasiones a lo largo de la historia se ha resuelto mediante la violencia. Agresiones, asesinatos, razias, emboscadas y vendettas pueden rastrearse en el registro arqueológico prácticamente desde los orígenes de la humanidad. Pero no la guerra.

La guerra –al contrario que las formas de violencia enumeradas– requiere de organización temporal o permanente. Esta suele involucrar la creación de ejércitos con distintas formas de institucionalización (jerarquía, protocolos) y legitimación, al menos por parte de uno de los grupos implicados. Esto significa que, durante la guerra, la gente puede matar a otra gente sin que se considere asesinato. La guerra, además, ha de tener una discrecionalidad temporal específica, generalmente situada entre meses y años. Es decir, no puede durar solo unas horas o unos días; tampoco extenderse a lo largo de siglos o milenios.

Diversas investigaciones sugieren una conexión entre el nacimiento de la guerra y la acentuación del sedentarismo, cuando el control de la tierra y la propiedad privada empezó a ser cada vez más y más importante.

La aparición de excedentes, sobre todo agrícolas-ganaderos, durante el Neolítico pronto resultó en una tendencia a la concentración del poder, a la desigualdad permanente, al deseo de control de territorios mayores y a la necesidad de defenderlos. También condujo al establecimiento de los primeros estados, donde la guerra fue con frecuencia usada para mantener, expandir y consolidar el poder, siendo ya capaces de reclutar grandes ejércitos y de librarlas en el sentido moderno del término. ¿Pero cuándo empezó la guerra? Gracias a la arqueología podemos acercarnos a la respuesta.

Lo que sabíamos sobre la aparición de la guerra

Para rastrear la emergencia de la guerra, durante mucho tiempo los prehistoriadores se han visto obligados a recurrir a indicadores indirectos como la presencia de defensas, la aparición de armas en el registro o la identificación de ciertos elementos gráficos, como escenas rupestres de temática afín. Más recientemente, la investigación ha basculado hacia evidencias directas, particularmente las heridas en huesos humanos que –sin duda– son la evidencia más incontestable que podemos tener de la violencia en el pasado.

Gracias a avances metodológicos en antropología forense, sabemos que la gran mayoría de los enterramientos múltiples con signos de violencia conocidos en la prehistoria europea hasta bien entrado el Neolítico (6000-3000 a. e. c.) responden esencialmente a masacres. Es decir, a matanzas indiscriminadas de comunidades de no más de 20–30 personas, con representación de todo el espectro poblacional (hombres, mujeres y niños), como resultado de brutales ataques por sorpresa de otros grupos.

Los pocos yacimientos que no caben en esta categoría parecen responder a sacrificios u otras prácticas rituales violentas. En sitios como los asentamientos británicos de Crickley Hill y Hambledon Hill, el hallazgo de cientos de puntas de flecha entorno a las defensas podría sugerir grandes ataques coordinados, pero no cuentan con evidencia esquelética o es muy pobre. Para eso había que esperar hasta la Edad del Bronce, cerca del 1200 a. e. c. (como por ejemplo, en la Batalla de Tollense, Alemania).

San Juan ante Portam Latinam: huesos y paradigmas rotos

El enterramiento del abrigo bajo roca de San Juan ante Portam Latinam (SJAPL) se descubrió en 1985 en Laguardia (Álava). J. I. Vegas y sus colaboradores lo excavaron entre 1990 y 1991. En él aparecieron amontonados los restos esqueléticos de al menos 338 personas, que fueron datados en torno al 3200 a. e. c., en el Neolítico final.

Ya los primeros estudios documentaron huellas de violencia. Concretamente, 53 traumatismos craneales y ocho heridas por punta de flecha ocurridas tiempo antes de la muerte (antemortem), ya cicatrizadas. Pero también un traumatismo craneal y cinco heridas por punta de flecha ocurridas en torno al momento de la muerte (perimortem), sin cicatrizar.

Además, existía la sospecha que las 52 puntas de flecha de sílex encontradas aisladas (la mayoría con signos de impacto) habían llegado ahí clavadas en los cuerpos y no como parte del ajuar funerario. Así las cosas, pese al aparentemente limitado número de heridas sin cicatrizar, el enterramiento se definió originalmente como una masacre, posiblemente por la escasez de yacimientos prehistóricos con signos de violencia colectiva conocidos en aquel momento.

El corpus de yacimientos neolíticos con registro violento que conocemos actualmente en Europa se encargó pronto de señalar la singularidad de SJAPL. Mientras que en aquéllos predominaban los traumas perimortem, sobre todo craneales, típicos de la violencia cuerpo a cuerpo, en SJAPL parecían hacerlo las heridas por punta de flecha –evidencia de combate a distancia– y los traumas antemortem, sugiriendo un conflicto complejo, largo y de escasa letalidad.

Además, la demografía también difería. Mientras que en los otros yacimientos, varones, mujeres y niños tendían a replicar las proporciones de una población natural, en SJAPL predominaban los hombres adolescentes y adultos.

Nueva revisión de los datos

Recientemente, hemos reexaminado la colección para valorar estas singularidades. Dicha revisión identificó un total de 107 traumatismos craneales, de los cuales 48 estaban sin cicatrizar y 59 cicatrizados; y un total de 47 traumatismos postcraneales, de los que 17 estaban sin cicatrizar y 30 cicatrizados.

Interesantemente, la práctica mayoría afectaban a varones adolescentes y adultos, muy particularmente aquellos sin cicatrizar. Además, se observó que en algunos de estos varones concurrían heridas cicatrizadas y sin cicatrizar, lo cual indicaba que estuvieron expuestos a la violencia en varias ocasiones, como también lo sugería la alta prevalencia de heridas cicatrizadas.


Fotografía de cráneo con impacto.
Teresa Fernandez Crespo/Universidad de Valladolid

Esta revisión estimó que al menos el 23 % de las personas enterradas en SJAPL sufrieron algún episodio violento a lo largo de su vida y, como mínimo, el 10 % murió a consecuencia de ello. Sin embargo, esta es una estimación muy a la baja, pues no considera las 52 puntas de flecha que potencialmente impactaron en los tejidos blandos ni aquellas heridas aisladas no atribuibles a individuos concretos. De hacerlo, esto supondría que alrededor de 90 individuos (un 27 %), al menos, habrían muerto violentamente en SJAPL.

Además, conviene tener en cuenta que solo en torno a un 50% de las heridas deja marca en el hueso, y que la conservación de los restos en SJAPL es bastante pobre, con múltiples fracturas recientes que impiden un registro completo. Por ello, el número final podría fácilmente duplicarse o triplicarse.

A tenor de estos resultados, SJAPL es a día de hoy el yacimiento europeo más antiguo en el que se ha documentado claramente un conflicto a gran escala (con un elevado número de gente involucrada), organizado (protagonismo de los varones, actuando como combatientes) y duradero (meses, si no años). Además, Rioja Alavesa, donde se localiza SJAPL, es la región europea con mayor número absoluto de heridas por punta de flecha (identificadas al menos en otros tres yacimientos), todas ellas concentradas entre el 3380 y el 3000 a. e. c., lo que indica la celebración de un conflicto de carácter regional.

Las altas tasas de estrés inespecífico documentadas en SJAPL denuncian un empeoramiento de la calidad de vida, pero también revelan una insospechada capacidad logística de las comunidades neolíticas finales para sostener –aunque no sin coste– un conflicto violento en el tiempo. Es decir, para librar una guerra. La primera guerra documentada en el continente en tiempos neolíticos, casi dos milenios antes de lo tradicionalmente asumido.

Teresa Fernández Crespo ha recibido fondos de la British Academy (NF170854), la Unión Europea (MSCA-IF790491), y el Ministerio de Ciencia e Innovación (CNS2022-136080) para la realización y la publicación de esta investigación.

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‘Matar al presidente’, ¿documental o fantasía épica sobre el asesinato de Carrero Blanco?

El coche del presidente de España Carrero Blanco, en el balcón de la Casa Profesa de Madrid, inmediatamente después del atentado. Nationaal Archief/Wikimedia Commons

El 20 de diciembre de 1973 el comando Txikia de ETA acabó con la vida del presidente del Gobierno de la España franquista Luis Carrero Blanco, su escolta Juan Antonio Bueno y su chófer José Luis Pérez Mogena.

Su coche, un Dodge Dart negro, saltó por los aires cuando atravesaba la calle Claudio Coello de Madrid, relativamente próxima a la embajada de Estados Unidos, y acabó en el patio de un edificio de la Compañía de Jesús. Ese mismo día ETA se atribuyó el atentado en un comunicado.

Autores y tesis conspirativas

Las especulaciones que ha habido en torno a la autoría y motivaciones del magnicidio han sido de lo más variopinto: desde lo sospechoso del lugar en que se produjeron los hechos a considerar a ETA incapaz de cometer una acción de ese nivel técnico.

Carlos Estévez, Paco Mármol, Antonio Rubio y Pilar Urbano, entre otros, han lanzado hipótesis sobre la participación de fuerzas internas del régimen, de la CIA o de otro tipo de actores internacionales con una única fuente: la especulación. Sin apoyos documentales ni pruebas sólidas, coinciden en señalar que nadie quería vivo a Carrero, y en esa línea han explicado, por ejemplo, la incapacidad del Servicio Central de Documentación (SECED) para anticiparse a los planes de ETA, la ineficacia de las Fuerzas de Orden Público (FOP) para garantizar la seguridad del almirante o la “sospechosa coincidencia” de que el atentado se produjera junto a la embajada norteamericana. Las conjeturas son escalofriantes.

Según muchos de estos autores, los miembros de ETA fueron marionetas en manos de un agente externo, desde la CIA (incluso el KGB) a la masonería, pasando por los sectores franquistas disconformes, que se habrían encargado de que la investigación no prosperara.

Errores, desinformación y posverdad

Estas teorías de la conspiración y sus derivadas se recogen largo y tendido en Matar al presidente, que Movistar Plus+ ha puesto recientemente en antena. Una serie documental de tres capítulos que tiene el tono de otros productos basados en crímenes reales y un ritmo trepidante. Su director, Eulogio Romero, la ha definido como un ejercicio de esclarecimiento de unos hechos que “esconden mucho más de lo que parece” y ha hecho hincapié en el respeto a “todas las opiniones e investigaciones previas”.

Nada más lejos de la realidad. El documental apoya supuestas “versiones no oficiales” y el resultado es confuso. Veamos las tesis que se presentan y por qué son erróneas.

No hubo investigación policial. Se insinúa que no se quiso investigar el magnicidio y que el caso “se dejó morir”. Esto es completamente falso. Según el exhaustivo estudio de Fernández Soldevilla y García Varela, se investigó durante cuatro años, como se confirma con el extensísimo sumario de más de tres mil páginas que han analizado.

El sumario del caso estuvo perdido o escondido. Esta aseveración es errónea. Ni el sumario estuvo en la caja fuerte del Tribunal Supremo, ni se extravió. Siempre estuvo en el archivo judicial territorial de Madrid junto a otros sumarios afectados por la amnistía de 1977, motivo este último por el que no hubo condenados por el magnicidio.

El explosivo utilizado en el atentado fue C4 de origen militar estadounidense. No es cierto. El compuesto de la bomba contra Carrero fue C2, como demuestran los informes y análisis contenidos en el sumario. Un explosivo que, además, fue obtenido en las sustracciones que ETA realizaba en diferentes polvorines, como sucedió en enero de 1973 en Hernani (Gipuzkoa).

Se reitera constantemente que “alguien ayudó a ETA”. Este argumento es repetido a lo largo del documental. Sin embargo, en ningún momento se menciona a la única cómplice de la que sí hay constancia y confirmación de participación y colaboración necesaria en la logística del atentado: Eva Forest, que también tendría un papel imprescindible en la masacre de la cafetería Rolando de septiembre de 1974, como se recoge en el último episodio del pódcast Sierra Delta Contra.

Nadie ha querido investigar. Falso. Muchos intervinientes se agarran a ese argumento para reforzar sus tesis conspirativas. Sin embargo, hay muchas investigaciones directas y complementarias sobre el magnicidio hechas por historiadores: Antonio Rivera, Toño Castellanos, Gaizka Fernández, Charles Powell y quien escribe, entre otros.

El día antes del atentado avisaron con urgencia a Kissinger para que se fuera de Madrid. No hay pruebas tangibles para corroborar tal afirmación. Sí hay, en cambio, telegramas con recomendaciones de la embajada de Estados Unidos al secretario de Estado, uno de ellos del 7 de diciembre de 1973. Los norteamericanos temían por un ataque violento contra Kissinger debido al contexto convulso de España, marcado por el terrorismo de ETA y FRAP, la conflictividad laboral y estudiantil, y la escasa preparación de las FOP.

Madrid no se cerró como una “jaula” para dejar escapar a los etarras. Claro que no. Y aunque se hubiera hecho no habría servido de nada porque los miembros de ETA se quedaron un mes en Madrid, escondidos, esperando a que bajara el nivel de alerta policial. Una medida que repitieron en el atentado de la cafetería Rolando de 1974, cuando tampoco se cerró la capital de España. Por tanto, esta teoría de la conspiración cae por su propio peso

El dirigente de ETA Ezkerra trabajó para la CIA y vendió a otro líder de la banda, Txikia, para que lo matara la Policía. Esto es una conjetura. Es difícil aceptar esta afirmación cuando no hay fuente oral o escrita que lo avale. Si Ezkerra trabajó para la CIA habrá algún resto documental en los archivos norteamericanos, como sucede con otras personas de origen vasco que estuvieron en nómina del FBI.

La conclusión

Cuestiones como estas aparecen de forma recurrente en un documental donde se da prioridad al uso de la condicional y al relato frente a los hechos históricos. Estos, si bien son menos apasionantes, deberían ser los que predominen en un documental de rigor. ETA logró por sí sola poner en jaque al régimen franquista y la muerte de Carrero supuso una enorme propaganda para su causa.

David Mota Zurdo ne travaille pas, ne conseille pas, ne possède pas de parts, ne reçoit pas de fonds d’une organisation qui pourrait tirer profit de cet article, et n’a déclaré aucune autre affiliation que son organisme de recherche.

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Bitcóin, el principal activo digital, no existe

En la primera escena de la película El Padrino, un tal Bonasera ruega a Vito Corleone que castigue a unos jóvenes que agredieron a su hija. Don Vito accede a ello, aunque le recuerda que tal vez algún día necesite que Bonasera le devuelva el favor. Se establece así una obligación que queda registrada en la memoria de ambos.

Convengamos en que la memoria no es un sitio demasiado seguro para almacenar obligaciones. Se trata de un mecanismo que no admite ningún tipo de garantía. Lo ideal sería mantener un libro de favores, que fuera público y que no admitiera ningún tipo de falsificación. El libro ideal sería uno que solo pudiera modificarse siguiendo reglas fijas, por consenso entre todos sus poseedores.

La historia de Bitcoin

En 2009, un tal Satoshi Nakamoto presentó una propuesta de libro de contabilidad digital que cumplía con esas condiciones. Nakamoto llamó a su propuesta, que se beneficiaba de los avances criptográficos de los años anteriores, Bitcoin.

Bitcoin es un sistema de libro mayor contable que permite inscribir la propiedad de unidades de la moneda digital del mismo nombre.

En el libro Bitcoin, todos los bitcoines están asociados a números que hacen las veces de cuentas corrientes. Cada vez que un usuario decide hacer una transferencia, solicita una modificación de la información almacenada en el libro. Esta modificación se denomina transacción.

Cada diez minutos, todas las transacciones se empaquetan en un bloque de transacciones y se añaden a este libro contable, denominado cadena de bloques (el famoso blockchain). El sistema garantiza que las nuevas transacciones son válidas a través de un mecanismo de consenso entre todos los nodos que custodian la cadena de bloques.

Del mismo modo que el favor que Don Vito a Bonasera era algo intangible, los bitcoines tampoco existen. Son sólo anotaciones en un libro contable construido de tal modo que no puede adulterarse.

¿Por qué la aparición de Bitcoin supuso una revolución?

En primer lugar, es la primera propuesta digital que permite mantener la contabilidad para un grupo de personas que no se fían unas de las otras. Esto se consigue mediante una cuidadosa definición de las reglas que permiten a los usuarios añadir nuevos bloques de transacciones.

En segundo lugar, se trata de un sistema completamente descentralizado. No es posible tomar ninguna decisión individual acerca del funcionamiento del sistema Bitcoin. Los miles de nodos que mantienen el sistema han alcanzado un consenso sobre cómo actuar. Sólo podría cambiarse por mayoría absoluta.

En tercer lugar, Bitcoin incorpora un mecanismo muy ingenioso para evitar la falsificación de transacciones. Este mecanismo se denomina prueba de trabajo. Funciona otorgando una recompensa en bitcoines al primero que consiga crear un bloque de transacciones válido. Muchas empresas e individuos, los mineros, compiten para ser el creador del próximo bloque y poder llevarse su recompensa asociada.

Para que un bloque de transacciones sea válido y pueda inscribirse, los mineros deben adivinar un número. Ese número permite enlazar ese bloque con los anteriores de la cadena de bloques. El primero que consiga adivinarlo se lleva el premio.

No hay atajos para llegar al número: cuando los mineros construyen un bloque de transacciones sólo pueden dar con él probando números al azar, uno tras otro. Este mecanismo es la denominada prueba de trabajo porque, para añadir un bloque a la cadena, el minero tiene que resolver un problema que obliga a consumir mucho tiempo de cómputo y mucha energía.

Este coste es la principal fortaleza de Bitcoin (y también el centro de sus críticas). Como cada bloque se enlaza con el bloque inmediatamente anterior, si alguien quisiera modificar una transacción del blockchain debería minar de nuevo todos los bloques añadidos con posterioridad al bloque modificado.

Volver a minar todos los bloques que tapan la transacción modificada implica una cantidad de energía equivalente a la que consumió toda la comunidad mundial para construir esa parte de la cadena. Esto supone un coste eléctrico inasumible. En esto radica precisamente la fortaleza del sistema y su resistencia a la manipulación.



Leer más:
¿Es bitcóin más perjudicial para el medio ambiente que la banca tradicional?

Emisión de nuevos bitcoines

Para finalizar, mencionaremos una última característica del sistema Bitcoin que lo hace muy atractivo como unidad monetaria: establece que los premios por minar un bloque se reducirán a la mitad cada cuatro años. Cuando el proceso termine (en 2140) habrá en total 21 millones de bitcoines en circulación.

A fecha de hoy se han producido algo más del 93 % de todos los bitcoines del sistema. Esto los convierte en un activo con una relación fija entre cantidad existente y tasa anual de producción. En ese sentido es equiparable al oro, cuya producción anual ronda el 2,5 % del total mundial de existencias y que en la práctica no es posible aumentar por mucho que suba su valor en el mercado.

Todas estas características hacen del sistema Bitcoin un sistema único. Ninguna autoridad central puede manipularlo para elevar artificialmente su oferta. Todos los que custodian el blockchain han alcanzado un consenso sobre sus reglas. No es posible insertar transacciones consideradas inválidas, ni modificar las existentes sin pagar un coste energético inasumible.

Además, como el blockchain es público, cualquiera puede verificar el número de bitcoines asociados a cada cuenta, sin necesidad de confiar en la memoria de Bonasera (y no digamos ya en la de don Vito).

Diego R. Llanos Ferraris es investigador principal del Proyecto NATASHA (New Advanced Technologies for Adapting Scientific Applications to run in Heterogeneous Architectures), financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación a través de la Agencia Estatal de Investigación.

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Leer las peripecias de Teresa de Jesús en el cómic

Retrato de Santa Teresa de Jesús, de Miguel Jadraque . Museo del Prado/Wikimedia Commons

Las viñetas de un cómic siempre llaman la atención más que un párrafo de texto. La imagen y las palabras se combinan contando historias de manera clara y atrayente.

¿Por qué no aprovechar este atractivo para presentar biografías de personajes históricos y obras de literatura? Por ejemplo, la interminable y siempre sorprendente Teresa de Jesús. ¿Cómo se vuelca el contenido de su prosa tan peculiar al formato del cómic? ¿Qué se logra? ¿Qué efectos tiene en el lector?

Cómo funciona el cómic

El cómic combina el código verbal con el no verbal. El lenguaje visual muestra cómo y desde dónde ve el lector lo que ocurre: los distintos planos (la cantidad de imagen que se deja ver) y ángulos (el punto de vista). Otro recurso importante es la elipsis: en la viñeta solo se representa lo más significativo. El lector tiene que recrear en su mente los espacios muertos omitidos. Las metáforas visuales son otro elemento icónico esencial: una bombilla significa “idea”, un cerdito dentro de un bocadillo de diálogo es un “insulto”, la aparición de estrellas indica dolor, etc.

Los códigos verbales son tres tipos de textos:

Los que ayudan a comprender cambios de espacio o de tiempo. Actúan como narrador y se llaman cartuchos si unen dos viñetas y cartelas si van dentro de una.

Los dialogados, incluidos en los distintos tipos de bocadillos, el elemento más característico del cómic.

Las onomatopeyas.

La literatura de Teresa


Autógrafo del Libro de las fundaciones, correspondiente al facsímil que se conserva del original.
Biblioteca Digital de Castilla y León

Santa Teresa de Jesús fue una monja española del siglo XVI. Reformó la orden de las Carmelitas y escribió obras poéticas y espirituales que forman parte del canon de la literatura española. Su vida y escritos han sido trasladados al cómic en varias ocasiones.

El Libro de las Fundaciones es una de sus obras más relevantes. Narra en primera persona la crónica fundacional de los conventos que reformó. Cuenta, entre otros asuntos, la llegada a cada lugar, el arreglo de la vivienda para colocar el Santísimo Sacramento, los problemas de gestiones, de viajes y el primer tiempo que pasa allí. En el texto también recoge anécdotas, muchas de ellas humorísticas.

Vamos a fijarnos en dos trabajos del género del cómic elaborados por dibujantes profesionales. El primero se publicó en 1982 para el IV centenario de su muerte, Teresa la de Jesús, escrito por José Luis Cortés. El segundo, de 2014, salió durante la conmemoración del V centenario de su nacimiento, Teresa de Jesús. Escritora, fundadora y santa, de José Luis Serna Romera.

Huyendo de los toros en Medina

La fundación del monasterio de Medina del Campo sobresale por muchos detalles cómicos. Cortés lo recoge con mucha chispa, con gran fidelidad al relato original, combinando imagen y el texto en bocadillos y cartelas. Añade humor con los anacronismos

Llegamos a Medina del Campo, víspera de nuestra Señora de agosto, a las doce de la noche. Apeámonos en el monasterio de Santa Ana, por no hacer ruido, y a pie nos fuimos a la casa. Fue harta misericordia del Señor, que aquella hora encerraban toros para correr otro día, no nos topar alguno. Con el embebecimiento que llevábamos, no había acuerdo de nada; mas el Señor que siempre le tiene de los que desean su servicio, nos libró, que cierto allí no se pretendía otra cosa.

Fundaciones 3, 7.


© José Luis Cortés. Teresa, la de Jesús
© PPC Editorial y Distribuidora, 2003

Otro momento de la fundación de Medina narrado en dos fragmentos se sintetiza en cuatro viñetas. De nuevo se añade el anacronismo humorístico en la quinta.

Yo, cuando vi tan buen aparejo, alabé al Señor, y así harían las demás; aunque no sabíamos qué hacer de clavos, ni era hora de comprarlos. Comenzáronse a buscar de las paredes; en fin, con trabajo, se halló recaudo. Unos a entapizar, nosotras a limpiar el suelo, nos dimos tan buena prisa, que cuando amanecía, estaba puesto el altar, y la campanilla en un corredor, y luego se dijo la misa.

Fundaciones 3, 9.

[…] poníales devoción de ver a nuestro Señor otra vez en el portal.

Fundaciones 3, 13.


© José Luis Cortés. Teresa, la de Jesús.
© PPC Editorial y Distribuidora, 2003

El viaje a Sevilla

Los dos siguientes ejemplos pertenecen al muy dificultoso viaje y fundación del monasterio de Sevilla: calor, comida en mal estado, bandoleros, malas posadas… Algunas de estas peripecias no aparecen en las Fundaciones sino en el Libro de Recreaciones, escrito por María de San José, la primera priora de Sevilla.

Serna concentra la información en las cartelas y Cortés en textos dialogados. Ambos son una síntesis de muchos fragmentos de los capítulos 23 al 26 del mismo libro de Fundaciones.


© José Luis Cortés. Teresa, la de Jesús.
© PPC Editorial y Distribuidora, 2003

© José Luis Serna. Teresa de Jesús. Escritora, fundadora y santa.
© PPC Editorial y Distribuidora, 2014

© José Luis Serna. Teresa de Jesús. Escritora, fundadora y santa.
© PPC Editorial y Distribuidora, 2014

Lo que se consiguió con santa Teresa en cómic

Cuando se adaptan obras literarias es importante transmitirlas sin falsearlas. Así el lector puede conocer la riqueza de su contenido. Los bocadillos incluyen numerosas frases literales de la santa, con su muy peculiar estilo. El lector recibe las palabras originales sin tener que enfrentarse a la prosa del siglo XVI. Los anacronismos humorísticos de Cortés añaden diversión.

La versión al cómic es de lectura menos compleja, más ágil. La combinación de imagen con la voz de los personajes permite entender mejor la intencionalidad de las frases. Por ejemplo, las expresiones faciales y gestuales de los personajes ayudan a entender sus sentimientos.

Finalmente, no hay descripciones porque esa información puede estar en la imagen.

En medio de una cultura dominada por la imagen, el cómic puede ser un recurso válido de animación a la lectura. Estos cómics acercan a la obra y vida de santa Teresa, uno de los personajes más importantes del Siglo de Oro español, a las personas que carecen de conocimientos especializados, o de competencias lingüísticas y literarias, o simplemente de motivación para acercase a ella por otra vía.

La versión cómic será un primer contacto. Cuando el lector esté preparado, podrá leer el texto original. Como diría Teresa: “La paciencia todo lo alcanza”.

María Ángeles Martín del Pozo no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

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La generación yeyé revolucionó la industria musical francesa de los 60

Llegada de la cantante francesa France Gall al aeropuerto de Ámsterdam, en mayo de 1965. Joop van Bilsen / Anefo

La chica yeyé española por excelencia se ha ido para siempre. La actriz Concha Velasco ha fallecido y nos deja, con su imagen y su canción, la huella del “estilo yeyé”.

Este movimiento alegre, despreocupado y juvenil debe gran parte de su influencia a la música francesa de principios de la década de los sesenta (1960-1966), protagonizada por la generación que más llora hoy a nuestra querida Concha.

Salut les copains y la nueva adolescencia

Irreverentes, ingenuos, rompedores y creadores de una nueva juventud, los artistas yeyés reinaron en la cultura de los adolescentes franceses gracias sobre todo a la difusión del programa de radio Salut les copains en el que sonaban solo canciones para jóvenes.

Emitido por la cadena Europa 1 y presentado por Daniel Filipacchi, dio a conocer y lanzó al estrellato a artistas emblemáticos como Sylvie Vartan, Françoise Hardy, Serge Gainsbourg, Sheila, Johnny Hallyday, Mireille Mathieu y Salvatore Adamo (autor de la versión original de “Mi gran noche” de Raphael), entre otros.

Los adolescentes escuchaban todos los días este programa, creado específicamente para ellos. Descubrían en las canciones una nueva forma de representarse y contarse a sí mismos. Aburridos y hartos de las historias de la guerra de sus padres, estas letras hablaban de lo que les interesaba: el primer amor, los límites de la sexualidad, los guateques, los amigos y el colegio.

Una nueva conciencia de este periodo de la vida veía la luz. La adolescencia se configuraba como una etapa con identidad propia, con intereses que los adultos parecían desconocer y que sólo los artistas de casi su misma edad eran capaces de entender.

Según el sociólogo Edgar Morin, los yeyés contribuyeron a la creación del concepto de adolescencia. Hasta entonces, se pasaba de la niñez a la edad adulta prácticamente de un día para otro. Pero ellos abrieron un espacio en el mundo, con una identidad declarada que veían representada en sus ídolos, portavoces de sus realidades. Cada uno encarnaba una personalidad: Hardy era la intelectual; Vartan, la coqueta; Sheila, la amiga divertida y Hallyday, el rebelde.

Generación de transistor y tocadiscos

Siguiendo la estela de los Beatles y de Elvis Presley, iniciadores del fenómeno fan masivo, los yeyés lo potenciaron en Francia con artistas cantando en su mismo idioma. De hecho, era habitual que se versionaran en francés éxitos estadounidenses, e incluso que se conocieran antes que los originales. Es el caso de “Biche oh ma biche” de Frank Alamo, que versiona la original “Sweets for my sweet” de The Drifters, y el “Viens danser le twist” de Johnny Hallyday, que casi traduce el “Let’s twist again” de Chubby Checker.

La llegada del transistor ayudó a este éxito porque cambió los hábitos de consumo musicales. Hasta entonces, antes también de la llegada del televisor, en las casas había una radio en el salón. La familia se veía obligada a escucharla junta y no siempre se tenían en cuenta todos los gustos. Por el contrario, el transistor facilitaba la privacidad. Ofrecía a los jóvenes la posibilidad de llevarlo a cualquier sitio y disfrutar de sus programas y artistas favoritos.

Francia vivió en esta década un periodo de desarrollo económico que permitía a los padres dar propina o paga semanal a sus hijos. Los adolescentes disponían así de dinero para comprar sus discos de vinilo 45 tours (de 45 revoluciones por minuto), más baratos que los LP (long play). Incluían sólo una o dos canciones por cada cara, eran más pequeños y ligeros, y, por lo tanto, más fáciles de manipular y transportar. Además, servían para promocionar nuevos posibles ídolos con poca inversión.

Para escucharlos estaba por supuesto el tocadiscos. Los yeyés elegían la marca Teppaz (en España compraban el Philips all transistor, conocido como pick up o picú) por ser de precio asequible, tamaño mediano, transportables, con asa y tapa. Este formato también facilitaba la escucha privada y la introspección.

Creadores del guateque

Quien disponía de un tocadiscos, tenía su invitación garantizada en las nuevas reuniones sociales adolescentes: los guateques. Entre bailoteo y cigarrillo se hacían nuevos amigos, nacía el primer amor y se compartían las inquietudes de la edad. Todo ello contribuía a construir una identidad de pertenencia a una generación.

En Francia, los guateques recibían el nombre de surprise-parties (“fiestas sorpresa”) o boom, denominados así por la improvisación, rapidez y facilidad con la que se convocaban y organizaban. Se celebraban en las casas, con o sin la presencia de los adultos. En su canción “Première Surprise Partie”, Sheila describía la dificultad inicial de convencer a sus padres de que la dejasen hacer un guateque y cómo al final lo había conseguido.

Motor de una nueva industrial musical

El enorme éxito de los cantantes yeyés incrementó considerablemente la demanda y la industria musical amplió su producción y sus ventas. Sólo la cantante Sheila vendió 12 millones de discos en cinco años. Su canción “L’école est finie” llegó a vender 25 000 ejemplares al día. Los conciertos se multiplicaron, las giras y las grabaciones fueron continuas. El trabajo era incansable para los artistas.

Los fans estaban deseosos de recibir imágenes y noticias de sus ídolos y esto también influyó en la prensa. Nacieron las revistas Mademoiselle âge tendre y Salut les copains, que se lanzó con una tirada de cien mil ejemplares y, en sólo seis meses, llegó al millón.


Juke box Scopitone, fotografiada en
Joe Mabel/Wikimedia Commons, CC BY-SA

También se editaron videos musicales. Estos podían verse en la Scopitone, una gramola con una pantalla en la que, tras elegir la canción e introducir una moneda de un franco, aparecían los artistas cantando en movimiento.

Las imágenes de los yeyés irrumpieron también en la moda, imponiendo su estilo. Triunfaron la melena corta, con volumen y flequillo, la minifalda y los pantalones (prohibidos por ley) para las chicas. En los chicos se empezó a llevar el peinado beatle o el tupé, el traje sastre y la camisa blanca con corbata o jersey de cuello alto. André Courrèges y Paco Rabanne vistieron a Françoise Hardy. Yves Saint-Laurent, a Silvie Vartan. Tanto ella como Sheila, abrieron incluso su propia tienda de ropa.

Un ejemplo del impacto de esta industria fue el concierto gratuito en Place de la Nation de París del 22 de junio de 1963 que la revista Salut les copains organizó. Desbordó todas las expectativas: asistieron más de ciento cincuenta mil personas. Edgar Morin publicó en el diario Le Monde el 6 de julio de ese mismo año un artículo en el que nombraba por primera vez a este movimiento “yeyé” y reconocía el nacimiento de una nueva generación, un microcosmos dentro de la sociedad que aportaba a la cultura su valor propio: la juventud.

Eurovisión yeyé

Algunos de estos artistas triunfaron en todo el mundo y hoy aún son recordados y admirados. Como ejemplos, “Tous les garçons et les filles” de Françoise Hardy alcanzó el éxito global, así como “Capri c’est fini” de Hervé Vilard y “La plus belle pour aller danser” de Sylvie Vartan.

El momento culminante de este movimiento yeyé tuvo lugar en el festival de Eurovisión de 1965. La cantante francesa France Gall, representando a Luxemburgo, se erigió como ganadora con una canción esencialmente yeyé, “Poupée de cire, poupée de son”. Escrita y compuesta por Serge Gainsbourg, resume lo que significó la música para esta juventud de los sesenta: un espejo en el que por fin los adolescentes podían verse reflejados.

Ana María Iglesias Botrán does not work for, consult, own shares in or receive funding from any company or organisation that would benefit from this article, and has disclosed no relevant affiliations beyond their academic appointment.

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¿Quién fue Juana I de Castilla?

‘Juana la Loca’, de Francisco Pradilla y Ortiz. Museo del Prado

No es infrecuente en libros –de divulgación histórica pero no solo– que se suponga continuidad entre los Reyes Católicos y Carlos I –Carlos V tras convertirse en emperador–.

Sin embargo, Juana I (1479-1555) fue reina de Castilla desde 1504, cuando murió su madre Isabel, y de Aragón a partir de 1516, cuando falleció su padre, Fernando.

¿Por qué el olvido de la reina Juana?

Un reinado de medio siglo se antoja demasiado largo para que se haya olvidado su existencia y, lo que a la postre es peor, fundamentalmente sea recordada por la leyenda.

La reivindicación actual del papel de la mujer en la Historia ha llegado a plantear que doña Juana fue postergada por su condición femenina. Mas esto no se sostiene, pues su madre sí que reinó y el ordenamiento jurídico en Castilla y Aragón no contemplaba la Ley Sálica, que impedía ejercer el poder a las mujeres. Es más, ella fue jurada reina de Castilla y de Aragón, con lo que esta hipótesis debe ser descartada.

La verdadera razón estriba en su enajenación, lo que le impidió ejercer el poder. Esto no fue una sorpresa en la época y ya la reina Isabel en su testamento determinó que Fernando el Católico se hiciese cargo de Castilla en el caso de que su hija “no quiera o no pueda entender en la gouernaçión”. Algo muy grave debía estar ocurriendo cuando la reina escribió esto en su última voluntad.

Su madre se había visto obligada a limitar los movimientos de la joven infanta cuando aún ni se había concertado su matrimonio.


Retrato de la reina Juana I de Castilla por Maestro de Geschiedenis van Jozef.
Museo Nacional de Escultura

En 1496 partió para los Países Bajos al encuentro de su esposo, el archiduque de Austria y duque de Borgoña, Felipe apodado “el Hermoso”. La ya archiduquesa parece que se enamoró de su marido, a quien no había visto antes. No tardó en perder la compostura requerida en aquellos tiempos, llegando incluso a atacar a las sirvientas y a supuestas amantes de su esposo. Cuando se calmaba, entraba en un estado de apatía que le llevaba a abandonarse físicamente, e incluso descuidaba sus obligaciones religiosas.

El inapropiado proceder de doña Juana no fue importante hasta que se convirtió en heredera. Era la tercera de los hijos de los Reyes Católicos y no contaba para la sucesión. Pero tras la muerte de su hermano, de su hermana mayor, y del hijo de esta, el príncipe Miguel, Juana se vio sucesora de sus padres. Esto agradaba especialmente a su esposo, porque le convertiría, en un futuro, en rey.

De heredera a reina de Castilla y Aragón

En 1501 viajó a España junto a Felipe el Hermoso para ser reconocida heredera por las Cortes de Castilla y Aragón. Tras la jura, insistió en regresar con su esposo a los Países Bajos. Su madre se lo impidió porque la quería en España, al lado de sus súbditos, y la instaló en el castillo de La Mota en Medina del Campo.

Desobedeciendo las órdenes de la reina, se dispuso a dejar su residencia. Como no se le permitió, abandonó sus aposentos vestida inadecuadamente y permaneció la noche en la puerta del castillo. Cuando llegó Isabel la Católica, doña Juana le “habló tan reziamente palabras de tanto desacatamiento y tan fuera de lo que hija deve dezir a madre, que sy yo no viera la dispusiçión en que ella estava, yo no se las sufryera en ninguna manera”. La salud mental de la princesa mostraba síntomas claros de alteración.

Al final regresó a los Países Bajos. Allí, presionada por sus padres y por su esposo, que querían que sirviese a sus intereses antagónicos, pronto su desequilibrio se agudizó. Doña Juana era una persona que mezclaba realidad con fantasía y que se iba apartando de cualquier negocio de Estado.

Su dejación llevó a que Fernando el Católico aprovechase la circunstancia para mantener la gobernación de Castilla. Pero Felipe el Hermoso, que quería ser rey a cualquier precio, consiguió los apoyos de la nobleza y en julio de 1506 Juana I, delante, y Felipe I fueron reconocidos soberanos de Castilla en Valladolid.


Doña Isabel la Católica dictando su testamento, por Eduardo Rosales.
Museo del Prado

Poco más de dos meses después, Felipe I el Hermoso falleció inopinadamente en Burgos. En ese momento la nobleza insistió a Juana I para que se hiciese cargo de los asuntos del reino, pero ella se negó. Finalmente, el arzobispo de Toledo, Cisneros, que se responsabilizó de la regencia, optó por recurrir a Fernando el Católico. Este fue gobernador de Castilla hasta su muerte en 1516. Entonces Cisneros decidió traer al príncipe Carlos, nacido en 1500, para que asumiese los destinos de reino.

Don Carlos fue reconocido soberano por las Cortes de Castilla y Aragón, pero siempre junto a su madre y de manera provisional hasta que ella sanara de sus males. Nunca se curó, sino que empeoró recluida en el palacio de Tordesillas, desde 1509 hasta que falleció en 1555. Como el rey Carlos, pronto emperador, fue quien llevó las riendas del poder en todo momento, la figura de Juana I se diluyó en la Historia.

La gestación de la leyenda

No hay duda de que las facultades mentales de Juana I estaban alteradas: abandonó sus obligaciones como reina, dormía en el suelo, se negaba a entrar en lugares donde hubiese mujeres, aunque fuesen monjas, tiraba piedras a sus sirvientes cuando trataban de rescatar enseres que ella había ordenado quemar, se negaba a confesarse… Esto se detecta, sobre todo, en la sorprendente actitud que tuvo con el cadáver de su esposo.

Cuando este falleció el 25 de septiembre de 1506, su cuerpo se embalsamó y se llevó a la cartuja de Miraflores. La reina permaneció sumida en la apatía en el palacio del condestable en Burgos. Inesperadamente, a finales de diciembre decidió exhumar el cadáver y después de obligar a los cortesanos a que lo reconocieran, inició un periplo por los campos de Castilla con el ataúd. Quería llegar a Granada, donde Felipe había decidido enterrarse.

La tétrica comitiva estaba formada por los cortesanos y una turba de clérigos con antorchas entonando cánticos. El viaje se realizaba siempre de noche y, en aquellos momentos, la reina estaba embarazada de ocho meses. Su estado le obligó a parar en Torquemada, a mitad de camino entre Burgos y Valladolid, y allí permaneció hasta que se repuso del parto de su hija Catalina.

Aquella comitiva debió asustar a los vecinos, y la reina empezó a ser conocida como la Loca. No obstante, no fue hasta el Romanticismo cuando se desarrolló la creencia de la sinrazón, que se quiso ver fundamentada en la pasión que sentía por su esposo. Esta locura amorosa se representó en obras de teatro y pinturas de la época.

Es cierto que su proceder y su negativa a ejercer el poder muestran la insensatez de alguien que tenía las facultades mentales alteradas. Pero lo que ha permanecido es la leyenda amorosa romántica de una reina que lo fue durante medio siglo, aunque nunca gobernó.

Miguel Ángel Zalama no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

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Discursos políticos sobre la amnistía: falacias retóricas y confrontación

A la hora de hablar de la amnistía (proposición de Ley Orgánica de Amnistía para la Normalización Institucional, Política y Social en Cataluña) en relación con la retórica, es indispensable hacer una breve introducción. Es habitual ver en medios de comunicación, ensayos y en la conversación diaria el uso de la palabra “retórica” como un adjetivo despectivo que califica a un discurso como vacuo, artificial o falto de contenido. Aunque esta es una acepción aceptada por la RAE, es imprescindible puntualizar, desde un punto de vista académico, que dicho significado proviene de una herencia muy lejana al espíritu retórico que nació en la Grecia clásica y que nada tiene que ver con la concepción que la Nueva Retórica nos legó durante la segunda mitad del siglo XX.

Es lógico que en aquellas sociedades en las que el debate público estaba cercenado por sistemas más o menos autoritarios, los estudios retóricos se convirtieran en poco más que un entrenamiento formal y estético del uso de la palabra. Sin embargo, en nuestra contemporaneidad, en la que las democracias están profundamente asentadas y existe un ágora universal digital, resulta mucho más pertinente entender la retórica a partir de propuestas como las de Kenneth Burke, quien afirmaba: “La retórica (…) está arraigada en una función esencial del lenguaje mismo, una función que es totalmente realista y que renace continuamente; el uso del lenguaje como medio simbólico para inducir la cooperación entre seres que por naturaleza responden a símbolos”.

¿Será posible un discurso integrador en la sociedad española sobre la amnistía catalana? A día de hoy, y sin la necesaria pátina que deja el paso del tiempo, indispensable para cualquier estudio riguroso, se puede afirmar que no. La normalización de falacias retóricas en discursos emitidos por representantes políticos y amplificados en medios de comunicación tradicionales y redes sociales ha generado la construcción discursiva de dos realidades sociales en las que, utilizando palabras de Burke, el uso del lenguaje como medio simbólico no permite la cooperación, más bien la impide dado que no hay principios de acuerdo discursivo en los ejes fundamentales de las propuestas retóricas: el concepto democracia, el concepto nación y el concepto patria.

El momento “del pueblo español”

Prueba de ello, por ejemplo, es que el partido de ultraderecha española, Vox, hable de “golpe de Estado” a la hora de referirse a la futura ley de amnistía. ¿Qué interpretación discursiva implican, sobre conceptos como el Estado o la democracia, dichas afirmaciones? En declaraciones que recoge la propia web del partido, el líder de dicha formación política, Santiago Abascal, afirmaba lo siguiente: “Creemos que es el momento del pueblo español, de la unidad del pueblo, de todos los partidos que están contra el golpe, de la respuesta institucional allí donde no hay una mayoría golpista, es el momento de los jueces que de una manera masiva y total se han opuesto al golpe de Estado, y no tenemos ninguna duda de que hoy éste es nuestro sitio”.

Estas declaraciones son un mero ejemplo de la propuesta discursiva de la ultraderecha que ha llevado a las concentraciones violentas frente a las sedes del PSOE. En las palabras de Abascal son fácilmente reconocibles varias falacias. Por un lado, los argumentos ad populum: cuando dice “creemos que es el momento del pueblo español” está realizando una apelación a un sentir general, a una supuesta opinión compartida que directamente niega el principio del problema social al que trata de dar solución la ley de amnistía. Un argumento idéntico utilizó el Partido Popular en su manifiesto contra dicha ley. Se lee en este texto lo siguiente: “Hoy se escucha a los españoles con una sola voz desde las plazas de todo el país”.

En algunos discursos que se han podido estudiar de la derecha y la ultraderecha española se puede observar una concatenación de falacias retóricas en las que afirmaciones como la citada de Abascal son solo la punta del iceberg. Por ejemplo, son fácilmente reconocibles las falacias contra Pedro Sánchez, en las que se pone en solfa la ley por el mero hecho de que consideran al político un “mentiroso” o un “traidor”; las ad antiquitatem, que apelan a la supuesta tradición de que el ganador de unas elecciones debe ser el presidente del gobierno o las falacias del falso dilema: “O con nosotros o contra la patria”.

Error argumentativo

En el lado opuesto se encuentran, por ejemplo, una parte del PSOE y algunos partidos políticos que participarán en la investidura. En este bloque discursivo también son habituales las falacias. Por ejemplo, la portavoz del Movimiento Sumar, conformado por una confluencia de partidos de izquierda alternativa, Marta Lois, expresaba en el Congreso de los Diputados lo siguiente: “El señor Feijóo y las derechas llevan meses sin enterarse de que los y las españolas no les dieron mayoría. Las mayorías para conformar gobierno se aprueban en el Congreso, sede de la soberanía popular”.

Refiriéndose en este caso veladamente a la ley de amnistía y a las manifestaciones, existe una posible falacia de afirmación del consecuente en la que se afirma que el hecho de poder formar una mayoría parlamentaria tras las elecciones conlleva que existe una mayoría de españoles a favor de la amnistía. Dicho argumento también ha sido repetido en numerosas ocasiones por dirigentes del PSOE y requiere de muchas matizaciones si no se quiere caer en un error argumentativo.

Dicho esto, ¿qué refleja la normalización de estas falacias en la construcción discursiva de la nueva realidad social que es la amnistía? A día de hoy, un paisaje discursivo poco halagüeño si lo que se espera es una cooperación retórica para construir una realidad social integradora. Sin espacios compartidos básicos en el discurso en torno a conceptos fundamentales como “nación”, “patria” o “democracia” solo queda esperar más confrontación y aspereza.

Víctor Gutiérrez Sanz recibe fondos de Next Generation para una ayuda postdoctoral Margarita Salas.

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Los algoritmos optimizan la publicidad en los medios

Thx4Stock / Shutterstock

La publicidad es un factor esencial para el sostenimiento económico de los medios.

En España, pese a la subida de las tarifas publicitarias, factores como la caída de ventas de los medios en papel o el crecimiento de los visionados en streaming, entre otros, han restado poder de negociación a los medios frente a los anunciantes.


Evolución en España de los costes de las tarifas publicitarias según tipo de medio (2010-2021).
Elaboración propia a partir de datos de Infoadex.

Este debilitamiento ha provocado que los medios hayan tenido que aumentar sus espacios publicitarios para obtener los mismos ingresos que antes. El resultado ha sido una saturación publicitaria con consecuencias negativas para los anunciantes, que pierden visibilidad a la vez que ganan el rechazo de los consumidores.

Un grupo de investigadoras de la Universidad Nebrija y la Universidad de Valladolid hemos hecho un estudio para conocer la evolución de los precios de compra de los espacios publicitarios en medios españoles en la última década y descubrir los condicionantes que facilitan una buena negociación publicitaria.

Importancia de la segmentación

La aparición de nuevos medios (en los 80, en España, en la televisión terrestre; en los primeros años del siglo XXI los canales digitales y, en los últimos años, con la proliferación de opciones en streaming y distintas pantallas de visionado) ha permitido afinar la segmentación de las audiencias para enfocar el esfuerzo publicitario en el público objetivo de los anunciantes.

Nuestra investigación muestra que la comercialización publicitaria en los medios va hacia un modelo programático similar al que ya se utiliza en los medios en streaming.

Esta modalidad de compra publicitaria da más importancia al público objetivo del medio que a los contenidos que este emite. La publicidad programática se basa en algoritmos que buscan coincidencias entre los espacios publicitarios disponibles y el perfil de la audiencia a la que los anunciantes buscan impactar.

Negociación, la clave

La negociación publicitaria es responsabilidad del planificador, un profesional que ha tenido que adaptarse y ajustar sus procesos a la aparición de los medios digitales.

Esta parte del proceso publicitario ha cobrado gran relevancia en los últimos años por la aparición de nuevos canales, el desarrollo de internet y la evolución de las nuevas tecnologías (que permiten un streaming permanente y de alta calidad).

En la selección de los canales en los que ubicar el mensaje publicitario se toma en cuenta, sobre todo, la rentabilidad del anuncio, pero también se valoran la calidad de la publicación y sus contenidos. En la publicidad online se toman en cuenta factores como las visualizaciones del anuncio, la interacción con la web del anunciante y la adquisición del producto que se anuncia. Obviamente, unos resultados tienen más valor económico que otros.

En el año 2021, se invirtieron en España más de once mil millones de euros en publicidad en medios, según datos del informe 2022 sobre inversión publicitaria de Infoadex. Esto representa una subida del 7,8 % respecto al año anterior (cuando cayó, a causa de la pandemia, un 18 %).


Evolución porcentual de los descuentos publicitarios en España (2010-2021).
Fuente: elaboración propia a partir de datos de Infoadex.

Alcance y cobertura

Una inversión publicitaria eficiente necesita de buenos negociadores, capaces de conseguir descuentos y mejores condiciones (mayor frecuencia de emisión por el mismo precio o mejores horarios o más clics, por ejemplo) para obtener la máxima rentabilidad del presupuesto.

El objetivo es conseguir el mayor alcance (el número total de personas que podrían ver el anuncio) y la mayor cobertura (la cantidad de personas que efectivamente ven un anuncio publicitario) posibles.

Por lo tanto, aquellos medios que ofrecen buenos datos de audiencia son los que tienen mayor fuerza para imponer sus precios al anunciante, mientras que soportes más pequeños tienen que asumir las condiciones del anunciante si quieren captar ese porcentaje de inversión publicitaria.

Los resultados de nuestro trabajo permiten ver cómo está evolucionando el sector publicitario en términos económicos y cómo están siendo los ingresos de los medios, ahora que se pone en duda el modelo de financiación y la gratuidad de los contenidos.

The authors do not work for, consult, own shares in or receive funding from any company or organisation that would benefit from this article, and have disclosed no relevant affiliations beyond their academic appointment.

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¿Estamos frenando la transición energética en España?

Halfpoint / Shutterstock

La transición energética es tanto una necesidad para adaptarnos al impacto del cambio climático como una oportunidad para un cambio de modelo económico y, como ha puesto de manifiesto la guerra de Ucrania, para reducir la dependencia energética. Este artículo suscita una reflexión sobre el proceso que España está llevando a cabo ante este reto.

A partir de un caso real y concreto, se ilustra la contradicción que puede existir entre el discurso político, o el marco legislativo global, con la práctica real y la implantación cotidiana de esa transición energética tan necesaria.

El compromiso institucional

España se ha alineado con las iniciativas gubernamentales europeas e internacionales (como el Pacto Verde Europeo o las Conferencias de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) y ha publicado diferentes documentos que plasman objetivos y estrategias (compromiso contra el cambio climático, Plan de Acción de Cambio Climático). Como ha quedado recogido por el Ministerio para la Transición Ecológica, existe un marco estratégico de Energía y Clima (Ley de Cambio Climático, Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, Estrategia de Transición Justa).

A la vista de los proyectos y planes gubernamentales en España (por ejemplo, proyectos de reducción de emisiones FES-CO2, planes PIMA, etc.), a los que se añaden diferentes declaraciones de los responsables políticos e informes globales de emisión de C0₂ en los compromisos de descarbonización, podríamos pensar que España va por el buen camino.

Aplicación en la vida cotidiana

El compromiso global que muestra el anterior marco político y legislativo es necesario, pero no es suficiente. Para que la transición energética sea real y efectiva es preciso que su aplicación, en la vida cotidiana de los ciudadanos, tome cuerpo.

Así, por ejemplo, en países del entorno europeo como Francia se están tomando medidas claras para que las familias adapten sus casas a una mejora energética, afrontando así los compromisos de descarbonización.

En España, que sigue recibiendo sanciones por exceso de emisiones de gases efecto invernadero, existe la voluntad política de seguir la senda de la transición energética. El Observatorio de Sostenibilidad recomienda energías renovables.

El Ministerio para la Transición Ecológica ha elaborado una Hoja de Ruta de Autoconsumo en la que insta y apoya a toda la población a poner en marcha medidas de autoconsumo.

Sin embargo, esa voluntad institucional choca con algunas realidades concretas que frenan de facto este proceso en el territorio español.

Patrimonio cultural y transición energética

Conservar el rico patrimonio histórico español es compatible con la transición energética. Existen poblaciones con destacados edificios históricos (Toledo, Alcalá de Henares, monasterio de San Lorenzo de El Escorial, etc.). Sin embargo, en algunos casos se da una situación contradictoria.

Así, en el Decreto 52/2006 de la Comunidad de Madrid, se declaró bien de interés histórico-cultural el Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial en la categoría de territorio histórico (el único en España). A diferencia de lo que ocurre con los conjuntos históricos urbanos, esta decisión hizo que se ampliase la zona de interés cultural, no sólo a los edificios histórico de El Escorial, sino también a toda una comarca, con extensas zonas residenciales modernas y polígonos industriales, en el perímetro de la denominada Cerca Histórica de El Escorial de Felipe II.


Trazado de la Cerca Histórica de El Escorial (Madrid).
Hispania nostra

La Cerca es un muro de piedra (hoy muy deteriorado) que Felipe II ordenó construir con el doble objetivo de delimitar el Bosque Real y evitar la salida de la caza mayor y la entrada de intrusos. Su trazado tiene unos 51 kilómetros de longitud y abarca un área de unas 9 960 hectáreas, comprendiendo la mayor parte de los territorios de los municipios de El Escorial y San Lorenzo de El Escorial y una parte de Zarzalejo.

Tras la promulgación de la ley de desvinculación de 1869, buena parte de los terrenos de la cerca fueron vendidos y, finalmente, quedó un marco territorial dividido en unas ochenta propiedades. En zonas de este territorio existen hoy numerosas casas modernas, que no corresponden al concepto de “conjunto histórico-cultural” y no deberían estar sujetas a protección de Patrimonio. Sin embargo, sorprendentemente, lo están.

Placas solares a 15 kilómetros de El Escorial

En la mayor parte de El Escorial existen hoy enormes dificultades para poner placas solares en las casas modernas, sin valor histórico, contraviniendo así la hoja de ruta de autoconsumo y toda la filosofía de transición en el espíritu de la ley y el marco estratégico de energía y clima español.

Por ejemplo, el núcleo urbano de Los Arroyos (unos 6 000 habitantes) se encuentra a 15 kilómetros de El Escorial, ayuntamiento del que depende. Se trata de viviendas unifamiliares recientes, sin valor cultural alguno desde el punto de vista del patrimonio a proteger. Para instalar placas solares en sus viviendas, los vecinos tienen que presentar una compleja y ardua documentación que es examinada por la Comisión Local de Patrimonio Histórico de El Escorial y el Ayuntamiento, que decide aprobar o no la instalación (que según las empresas instaladoras es idéntica a las que instalan en otros municipios).

Muchas familias ven rechazada su solicitud y otras muchas ni siquiera inician los trámites porque conocen la difícil realidad. Según las cifras de los ayuntamientos, hubo más autorizaciones (35) en un mes en Galapagar (enero 2022) que en 15 meses, desde enero 2022 a marzo del 2023 (34), en El Escorial y San Lorenzo.

Desde hace más de dos años, asociaciones de vecinos como Entorno Escorial han desplegado enormes esfuerzos (escritos y reuniones con alcaldes, defensor del pueblo, Patrimonio, etc.) para hacer ver a la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid así como a los ayuntamientos de El Escorial y San Lorenzo, que una cosa es proteger el Real Sitio y su entorno del casco urbano, algo que todo el mundo suscribe, y otra es prohibir poner placas solares a 15 kilómetros de El Escorial, en casas familiares modernas de urbanizaciones periféricas.

A día de hoy, la situación apenas ha cambiado. Al mismo tiempo, ahondando en la contradicción, está en marcha la instalación de un polígono industrial macrocentro comercial dentro de la misma zona.

El camino a la transición energética

La transición ha de ser un esfuerzo colectivo, de empresas y particulares. Poner trabas a la instalación de placas solares unifamiliares en zonas que no tienen valor histórico-cultural es frenar el proceso de mejora y adaptación que ha iniciado España.

El freno a las placas solares en el territorio de El Escorial plantea interrogantes sobre la manera en que estamos llevando a cabo la transición: quién detenta las decisiones y por qué tales decisiones, por qué existe desigualdad entre territorios (incluso dentro de la misma comunidad autónoma, ya que Madrid eliminó la obligación de pedir licencias para poner placas fotovoltaicas para autoconsumo en 2021). El caso aquí descrito ilustra la necesidad de seguir trabajando para levantar los frenos hacia una transición energética real.

Jesús Bermejo-Berros no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.

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¿Seguimos una dieta saludable? Las bacterias intestinales nos delatan

SewCreamStudio/Shutterstock

Millones de bacterias, virus y hongos viven en nuestro tracto gastrointestinal –sobre todo en el colon–, donde se establece una relación de beneficio mutuo con el humano.

Este conjunto de microorganismos se conoce como microbiota intestinal, y los especialistas en nutrición pueden utilizar estos minúsculos habitantes como “chivatos” de la ingesta en función de la composición. Según el tipo de alimento que pongamos en el plato, crecerán unas bacterias u otras en nuestro intestino, dejando sus “firmas” o “huellas” en el organismo: los biomarcadores.

Dichos rastros pueden dar una idea de nuestro estilo de vida. Y en muchas ocasiones, sirven de ayuda para identificar y tratar de una forma rápida y eficaz infecciones, enfermedades o exposiciones repetidas a un producto o alimento.

Armonía en las “tripas”

Tres grupos o phyla son los que forman principalmente el rico ecosistema de nuestro intestino: los firmicutes, los bacteroidetes y las proteobacterias. Dentro de cada uno encontramos multitud de organismos que deben hallarse en proporciones y diversidades adecuadas (eubiosis) para que la microbiota desempeñe correctamente sus funciones.

De hecho, un desequilibrio entre las especies (la disbiosis) puede generar consecuencias negativas a largo plazo: alteraciones en el sistema hormonal, enfermedades inflamatorias, dolencias autoinmunes o, incluso, trastornos digestivos crónicos.

Por eso es tan importante lo que comemos, ya que la microbiota fecal está directamente modulada por el consumo de ciertos alimentos, que estimulan el crecimiento de microorganismos específicos. Al cambiar nuestro menú, la cantidad y variedad de bacterias también lo hará. Y ahí es donde radica la relevancia de la dieta en el equilibrio intestinal.

Dígame lo que come…

Las investigaciones sobre salud y alimentación a menudo necesitan medir con precisión los nutrientes consumidos en una dieta para monitorizar si los pacientes siguen las instrucciones nutricionales. En este sentido, diversos estudios han demostrado asociaciones de microorganismos con patrones alimentarios concretos:

La dieta mediterránea, caracterizada por una alta ingesta de granos enteros, vegetales, frutas y aceite de oliva, se relaciona con la proliferación del phylum Bacteroidetes y la reducción de patógenos como las proteobacterias.

El consumo de vegetales, frutas, granos enteros, legumbres, semillas y aceites vegetales ricos en fibra y compuestos bioactivos (sustancias químicas de los vegetales que promueven la salud) presentes en las dietas vegetarianas fomentan el incremento de especies bacterianas como las del género Prevotella, conocidas por producir compuestos beneficiosos como los ácidos grasos de cadena corta.

La dieta occidentalizada, vinculada al aumento de enfermedades crónicas y la obesidad, se acompaña por un elevado consumo de calorías, grasas no saludables, azúcares refinados, sal, alcohol y otros elementos poco saludables. Estas ingestas pueden reducir la diversidad bacteriana a nivel intestinal y favorecer a ciertas especies de Clostridium que acarrean problemas intestinales, inflamación e infecciones.

Como consecuencia del impacto de la dieta sobre la composición fecal, son recomendables los patrones alimentarios que incluyan fibra dietética, vitaminas, minerales y componentes bioactivos. Estas pautas se asocian con una microbiota intestinal más saludable y una mayor abundancia de bacterias benéficas.

Al contrario, consumir demasiados azúcares refinados, grasas saturadas, productos lácteos y alimentos ultraprocesados empobrecería la diversidad y la cantidad de microorganismos provechosos. Esos malos hábitos también se han vinculado, como un posible agente de la microbiota alterada, con trastornos del sistema inmune, el aumento de la grasa corporal y enfermedades crónicas no transmisibles como el cáncer.

Una valiosa herramienta

En definitiva, identificar componentes microbianos como biomarcadores puede ser esencial para evaluar la ingesta alimentaria, monitorizar dolencias y planificar dietas personalizadas. Es una herramienta útil que permite abordar una nutrición de precisión y un enfoque más efectivo en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades.

En ese contexto, el estudio Dietary Deal, financiado por la UE, y el proyecto METAINFLAMACIÓN, financiado por la Comunidad de Madrid, intentan identificar nuevos biomarcadores para evaluar el seguimiento y efectividad de los tratamientos dietéticos, y determinar el papel de la microbiota como causa o consecuencia de la salud y la enfermedad.

Porque, parafraseando la famosa máxima, nuestros microbios son (también) lo que comemos.

Amanda Cuevas Sierra recibe fondos del Instituto Carlos III de Salud (ayudas postdoctorales Sara Borrell)

Alfredo Martínez Hernández, Daniel de Luis Roman et Lourdes Mariell Chero Sandoval ne travaillent pas, ne conseillent pas, ne possèdent pas de parts, ne reçoivent pas de fonds d’une organisation qui pourrait tirer profit de cet article, et n’ont déclaré aucune autre affiliation que leur poste universitaire.