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Las desigualdades en clave de género y territorio tienen su reflejo en el abandono escolar temprano

Las desigualdades en clave de género y territorio tienen su reflejo en el abandono escolar temprano

La UVa describe factores endógenos que afectan al abandono escolar temprano que es la última expresión de un proceso de desvinculación educativa que se puede detectar en etapas educativas anteriores

El abandono escolar temprano se define como la proporción de jóvenes (de 18 a 24 años) que ha abandonado las aulas al concluir la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) sin proseguir en Formación Profesional, Bachillerato o formación no reglada. En 2020, este fenónemo alcanzó en España la cifra de 20,2% para los hombres y 11,6% para las mujeres, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta deserción constituye uno de los principales problemas sociales a los que se enfrentan el país y la Unión Europea, que se había propuesto para ese mismo año reducir el promedio de abandono escolar prematuro a menos del 10%. Este problema es especialmente acuciante en los países del sur de Europa: en España, Italia o Malta que tienden a tener las tasas más altas de la UE. Investigadores de la Universidad de Valladolid han estudiado recientemente los factores endógenos para mitigarlo.

El abandono escolar temprano es un fenómeno complejo que tiene múltiples causas y se ve afectado por diversos factores. Una forma de clasificar estos factores es diferenciar entre causas endógenas (originadas de forma interna, como por ejemplo la socialización de género) y causas exógenas (de origen externo, por ejemplo las políticas educativas). Existen hasta el momento numerosas investigaciones centradas en las causas exógenas, por lo que investigadores del Departamento de Sociología y Trabajo Social de la Universidad de Valladolid han realizado un estudio centrado en las variables endógenas del fenómeno y en cómo estas se ven moldeadas por las desigualdades regionales y de género. “Lo que queremos plantear es que el abandono escolar temprano no es un resultado puntual de los jóvenes entre 18 y 24 años, sino que está muy relacionado con los resultados educativos previos, desde la Educación Primaria. Estos resultados a su vez se ven influidos por factores internos y externos al sistema educativo, por lo que la respuesta no puede ser exclusivamente educativa, debe tener en cuenta la situación socioeconómica y cultural de cada contexto específico”, explica Siro Bayón,miembro del equipo investigador.

Brechas regional y de género

El género y la región son también condicionantes para el abandono escolar temprano, siendo en España, los jóvenes en Andalucía, Ceuta o Melilla, por ejemplo, los que más abandonan la educación de forma prematura. Por un lado, la socialización de género (proceso por el que las personas interiorizamos y asumimos expectativas sociales, actitudes y comportamientos asociados a nuestro género) parece jugar un papel crucial, ya que los menores están expuestos a diferentes influencias de las familias, amigos, maestros y otras personas con las que entran en contacto. “Las niñas están socializadas en unas normas, patrones de comportamiento y actitudes mejor adaptadas al contexto educativo. Es una de las múltiples razones que explican que las cifras de abandono escolar temprano y de muchos indicadores educativos sean menores en el caso de las mujeres que en el de los hombres. Sin embargo, este viento a favor parece no ser suficiente para contrapesar lo que pasa después en el mercado laboral, donde la segregación horizontal, la brecha salarial o el techo de cristal desgraciadamente marcan la realidad de las mujeres en el mercado de trabajo”, analiza Bayón.

Por otro lado, la dimensión regional también genera desigualdades en la tasa de abandono escolar. Estas diferencias entre regiones pueden atribuirse tanto a la composición socioeconómica de la población como a factores institucionales, por lo que la respuesta ha de tener en cuenta el contexto educativo, el cultural y el socioeconómico. “La reducción del abandono escolar no debe ser una prioridad solo de la política educativa, sino que debe formar parte de un conjunto coherente e integrado de políticas sociales, educativas y económicas. Las diferencias regionales son la expresión de unos contextos educativos, económicos, demográficos y sociales sumamente diferentes. Ello no se traduce en que desde la política no se pueda hacer nada. Al contrario, algunas regiones parece que presentan un contexto político-institucional más favorable frente a este problema social. En este sentido, en otra investigación, realizada junto a Helena Corrales (UVa) y Kristof De Witte (KU Leuven), evidenciamos que Asturias, Navarra y País Vasco abordan mejor este problema, más allá de la composición demográfica y su contexto socioeconómico”, aclara el investigador.

El abandono escolar es un fenómeno, también, endógeno

Los resultados del estudio, publicado en la revista European Journal of Education, sugieren que el abandono escolar prematuro no es un fenómeno puramente exógeno, sino que es la última expresión de un proceso de desvinculación educativa que se puede detectar en etapas educativas anteriores.

En España, regiones como País Vasco, Navarra, Madrid, Castilla y León registran mejores resultados, mientras que Andalucía, Baleares, Extremadura y Castilla-La Mancha puntuan por debajo de la media española en prácticamente todos los indicadores educativos (esperanza de vida escolar, tasa de idoneidad, tasa de graduación y pruebas de competencias PISA). La presencia de estos desequilibrios regionales en el desempeño escolar en todos los niveles de la educación, así como el hecho de que estas desigualdades parecen atribuirse en parte a la composición de la población requieren políticas con un enfoque en el contexto regional específico.

Bibliografía

Siro Bayón-Calvo,Jezabel Lucas-García,Rogelio Gómez-García (2021) ‘An endogenous analysis of early school leaving in Spain: The role of gender and regional inequalities’. European Journal of Education, 56 (3), 482-495. DOI: https://doi.org/10.1111/ejed.12461