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2018 supuso un antes y un después en la organización y comunicación del movimiento feminista del 8 de marzo

Investigadores de la Universidad de Valladolid y la Universitat de València concluyen que cada vez existe una dependencia menor de los medios de comunicación tradicionales para lanzar mensajes sociales

El año 2018, bajo la consigna Si nosotras paramos, el mundo se para, supuso un punto de inflexión para las reivindicaciones feministas y las celebraciones del 8 de marzo. Por primera vez en la historia de España, se conmemoró el Día Internacional de la Mujer con una huelga general que afectó a estudiantes, trabajadoras, de consumo y de cuidados. Sin embargo, esta movilización no fue la única novedad introducida tal y como demuestra el estudio puesto en marcha por Dafne Calvo y María Díez-Garrido, investigadoras del Área de Periodismo de la Universidad de Valladolid (UVa), en colaboración con Noel Bandera, del Instituto de Derechos Humanos de la Universitat de València.

El contexto internacional, en el que venían triunfando movimientos feministas como el #MeToo o el #NiUnaMenos, y las propuestas novedosas que se ofrecieron en España en 2018 hicieron que la asamblea organizadora del 8M en Madrid, objeto de estudio de esta investigación, creciese enormemente, pasando de las 20 asamblearias en 2017 a 500 en 2018. Este amplio crecimiento posibilitó la creación de una comisión de comunicación gracias a la que consiguieron lanzar, vía redes sociales, mensajes independientes, sin el sesgo de los medios de comunicación tradicionales y sin influencias partidistas, llegando a tener gran impacto. “El movimiento feminista y los movimientos sociales, en general en España, se caracterizan por tener un uso muy maduro de las redes sociales y por tener muy claros los objetivos que persiguen en ellas”, explica Dafne Calvo, autora principal del artículo “Estrategias comunicativas desde el ciberfemismo: @Feminismosmad y la difusión en Twitter de la Huelga del 8M en Madrid”, publicado en la revista científica Cuadernos Pagu.

Esta línea de investigación puesta en marcha por las investigadoras del Departamento de Historia Moderna, Contemporánea, de América, Periodismo y Comunicación Audiovisual y Publicidad de la UVa, continúa a día de hoy, habiendo analizado el impacto del año 2019 y con la intención de monitorizar la actividad este año 2021. “En el año 2019, que también lo hemos mapeado y vamos a mostrar los resultados en un trabajo que estamos evaluando actualmente, aunque siguieron con la misma estrategia comunicativa, el entorno fue menos favorable. El 2019 fue un año marcado por las elecciones generales y la aparición de Vox. De esta forma el auge de mensajes desinformativos y de ultraderecha condicionaron los mensajes relativos al 8M. Además, el posicionamiento de algunos partidos a favor de medidas feministas muy concretas también adulteró el debate del movimiento en sí mismo”, explica la investigadora.

Comunicación social en Twitter

Las formas de movilización política propuestas por el movimiento feminista para el 8M no se circunscribieron únicamente al ámbito online. Las redes sociales sirvieron como herramienta comunicativa, ya fuese con el objetivo de llamar a la participación offline o como una fuente para la explicación y difusión del argumentario y propuestas emanados desde la propia asamblea.
La escasa interacción con partidos políticos y sindicatos, el despliegue de lazos de apoyo con otros movimientos sociales, la expresión de las acciones civiles y del debate feminista en la Red, así como el encuadre esencialmente movilizador de los mensajes, son algunas de las características de la estrategia digital planteada por parte de la Asamblea 8M de Madrid en su perfil de Twitter. En general, “demostraron tener bastante control sobre el proceso informativo y consiguieron que los partidos políticos no se apropiasen del movimiento, ya que este es un movimiento autónomo y apartidista. Además, tuvieron muy claro el discurso que querían lanzar y las relaciones con los medios que querían tener”, explica Calvo. Estas fórmulas manifiestan una utilización de los canales de comunicación vía Internet adaptados a las necesidades y naturaleza del movimiento en un nuevo contexto de protestas y acciones colectivas mediadas tecnológicamente.
Además, la Asamblea 8M entendió a la perfección el mecanismo de las redes sociales: en cada red se debe dirigir a un tipo de público objetivo, adaptando, de esta forma, los mensajes a las características del grupo; y, además, ha de ser una comunicación constante y no una comunicación que se prolongue únicamente una semana al año. En el caso concreto de Feminismos Madrid (@FeminismosMad), cuenta analizada en la investigación, el perfil data del 15 de febrero de 2017 y sigue activo actualmente, de manera que el trabajo de aumento de seguidoras y seguidores fue y está siendo facilitado por el propio recorrido previo de la cuenta, que ya había servido a los fines de movilización de la manifestación del 8 de marzo de 2017.
De esta forma, en el 2018 se sentaron las bases para la movilización y la concienciación en el entorno online. Y, esto cobra especial importancia este año en el que el Día Internacional de la Mujer, como todo en los últimos meses, viene marcado por la situación sanitaria derivada de la pandemia provocada por la COVID-19. De esta forma, “este año lo feminista es no declarar una huelga y seguir visibilizando, como se ha venido haciendo durante la pandemia los problemas que sufren las mujeres derivados de la situación sociosanitaria”, valora la investigadora principal.

Bibliografía

CALVO, Dafne; DIEZ-GARRIDO, María  y  LOPEZ, Noel Bandera. “Estrategias comunicativas desde el ciberfemismo: @Feminismosmad y la cifusión en Twitter de la Huelga del 8M en Madrid”. Cad. Pagu [online]. 2020, n.59 [cited  2021-03-01], e205912. https://doi.org/10.1590/18094449202000590012.

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