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Una estancia internacional potencia una investigación para obtener biocombustibles a partir de salvado de trigo

Una investigadora del Conicet argentino visita durante cuatro meses la Universidad de Valladolid gracias a una ayuda del CEI Triangular-E3

Una investigadora adjunta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina, Soledad Aspromonte, realiza una estancia en la Universidad de Valladolid (UVa) con el fin de desarrollar etapas de biorrefinería que permitan la obtención de biocombustible a partir de salvado de trigo. La científica se ha incorporado a esta línea de trabajo gacias a una ayuda para investigadores visitantes convocada por el Campus de Excelencia Internacional Triangular-E3.

Aspromonte, docente además en la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral (Argentina), realiza en la UVa pruebas catalíticas de catalizadores micro y mesoporosos de cinc y rutenio en la conversión de dos fracciones de biomasa (celulósica y hemicelulósica) obtenidas a partir de salvado de trigo. El objetivo de este trabajo es el desarrollo de etapas de biorrefinería que permitan la obtención de alcanos líquidos (biocombustibles) que supongan la sustitución de los combustibles actuales derivados de recursos fósiles.

La exploración de nuevos materiales empleando recursos renovables como alternativa a los combustibles fósiles es una temática alentada por el agotamiento de las reservas de combustibles fósiles en un futuro cercano, el cambio climático y el aumento de la demanda energética. El grupo de la Universidad de Valladolid dirigido por Esther Alonso cuenta con amplia experiencia en el fraccionamiento e hidrólisis hidrotermal de biomasas reales, combinando además procesos de intensificación con microondas o ultrasonidos para el aumento del rendimiento. Además disponen de un sistema semicontinuo multilecho a escala piloto para el fraccionamiento de biomasa.

El desarrollo de un proceso catalítico eficiente y sostenible para la conversión de biomasa (específicalmente en este caso el salvado de trigo) en biocombustibles ha sido considerado como una forma viable para reducir las emisiones de CO2 y aliviar la crisis energética, proporcionando una solución a largo plazo a la dependencia industrial de carbono fósil.

Biomasa y celulosa

La utilización de biomasa como materia prima para la obtención de combustibles, energía y compuestos químicos atrae la atención como una de las futuras tecnologías que contribuirán a la reducción del calentamiento global y a la construcción de una sociedad menos dependiente de los combustibles fósiles.   La industria química basada en la biomasa como recurso es capaz de producir compuestos químicos (glucosa, etilenglicol, polioles) que pueden transformarse en productos de alto valor añadido. Este mecanismo se conoce como biorrefino. Por ello, la biomasa representa una fuente alternativa al empleo de combustibles fósiles, siendo el proceso químico y el catalizador (acelerador de las reacciones químicas) las bases del proceso.

La celulosa es la fuente de biomasa más abundante y, al no poder ser digerida por los seres humanos, su empleo como materia prima no genera un impacto negativo en la competencia por el cultivo de alimentos. Además, el empleo de recursos celulósicos que provienen de residuos de los procesos agrícolas y forestales presupone un coste muy bajo de materia prima para obtener productos con mayor valor añadido.

Ayudas del CEI Triangular E3

Las ayudas para investigadores visitantes del CEI Triangular E3 han permitido que la experta colabore con en el Grupo de Ingeniería de Procesos a Presión de la Universidad de Valladolid (Unidad de Investigación Consolidada de Castilla y León 054). Esther Alonso es la responsable de la línea de investigación de «Catálisis heterogénea en reacciones de conversión de biomasa» y profesora titular del Departamento de Ingeniería Química y Tecnología del Medio Ambiente de la Universidad de Valladolid.

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