La ‘suerte de pinos’ de San Leonardo de Yagüe emparienta con el ‘affouage communal’ de Héricourt (Francia)
La Facultad de Traducción e Interpretación del Campus de la UVa en Soria analiza los uso tradicionales de explotación forestal
La estudiante del máster de la Facultad de Traducción e Interpretación del campus de la Universidad Duques de Soria Sara Rupérez León ha realizado un análisis comparativo entre la llamada ‘suerte de pinos’ que se realiza desde el siglo XIII en la zona de San Leonardo de Yagüe y el ‘affouage communal’ de Héricourt (Francia). Los resultados los ha reflejado en el trabajo de fin de máster «La traducción jurídica francés-español en el ámbito forestal: un acercamiento a los aprovechamientos madereros tradicionales en España y Francia», por el que ha obtenido una matrícula de honor.
Sara Rupérez León, ha obtenido Matrícula de Honor en el Máster de la Facultad de Traducción e Interpretación del Campus de la UVa en Soria, gracias al novedoso estudio comparativo que ha realizado en su TFM sobre la `suerte de pinos´ de San Leonardo de Yagüe (Soria) y la Affouage de Héricourt (Francia), ambos tradicionales usos de gestión forestal. Sara Rupérez León, ha obtenido Matrícula de Honor en el Máster de la Facultad de Traducción e Interpretación del Campus de la UVa en Soria, gracias al novedoso estudio comparativo que ha realizado en su TFM sobre la `suerte de pinos´ de San Leonardo de Yagüe (Soria) y la Affouage de Héricourt (Francia), ambos tradicionales usos de gestión forestal
Suerte de pinos-Affouage
La suerte de los pinos es una forma tradicional de gestión de los recursos forestales y un privilegio de posesión comunal del bosque cuyo origen se remonta a las Cartas Pueblas, concedidas por Fernando III el Santo para fomentar el asentamiento de las poblaciones en la zona. Estos derechos fueron confirmados posteriormente por otros reyes, y han adquirido con el tiempo categoría de derecho consuetudinario.
Se celebra en el mes de septiembre, que es cuando se efectúa un recuento del volumen de leña y troncos sobre el terreno, para posteriormente ser sorteados por cada ayuntamiento entre los vecinos con derecho a suerte, es decir, aquellos que residan en el pueblo y/o demuestren ser descendientes de habitantes del pueblo y vivan durante unos meses en el pueblo. Además, los usos derivados de esta costumbre como el derecho a resinar o de los salarios de la corta, descortezado, limpieza del monte y acarreo, proporcionan ingresos adicionales a los vecinos de la zona.